Esta sesión tendrá dos partes:
Una primera presencial, cada uno en su colegio.
Otra online, todos los colegios conectados en red.
Ambientación: Esta oración se puede hacer en la capilla o en una sala grande, cuidar el ambiente de silencio y puede ponerse una música suave al entrar.
Se colgarán alrededor de la capilla o sala o se dejarán al pie del altar o en el centro, las características del liderazgo y un corazón grande donde al final colgarán los post-it.
Aparecerá en un lugar visible el compromiso pactado para el Centro para tener un liderazgo transformador.
Material: Post-it, carteles con las características del liderazgo, corazón y una música suave.
Al entrar les invitamos a leer todos los carteles que vean puestos en la pared, donde aparecerán las cualidades del liderazgo.
Monición de entrada
Hemos visto, leído, escuchado, reflexionado y compartido sobre el liderazgo en la misión a lo largo de las anteriores sesiones de Misión Compartida. Hemos analizado cómo vivimos, cada uno, este liderazgo y cómo lo vivimos en equipo. Hemos reflexionado cómo fue el liderazgo de Jesús y del Padre Usera, confrontándolo con el liderazgo visto desde la sociedad actual en la que vivimos, en la que encontramos los retos y desafíos. Hemos llegado a unas conclusiones y a un compromiso para ser comunidades educativas, que lideran para una mayor transformación de la persona y de la sociedad.
Hoy nos reunimos en un clima de celebración y acción de gracias por todo lo vivido en este tiempo y qué mejor que hacerlo en la presencia de Dios, juntos en comunidad, como familia Amor de Dios.
Os invitamos a abrir vuestro corazón y dejar que el Espíritu realice su obra en cada uno de nosotros. Comenzamos de pie, cantando “Todos uno” una canción que nos invita a sentirnos Iglesia, comunión de fe y de testimonio.
Momento de reflexión e interiorización
En este momento vamos a hacer juntos un ejercicio mental de interiorización que nos va a ayudar a contemplar nuestro interior y a descubrir lo que debemos mejorar para ser buenos líderes. Para este ejercicio es necesario ponerse en actitud de escucha, silencio y apertura.
Doy gracias a Dios por todo lo bueno que me concede cada día y repaso en silencio, mentalmente, todos los momentos del día en los que puedo ser un buen líder y veo en lo que necesito mejorar.
¿Cómo estoy viviendo las características del liderazgo: humildad, cercanía, amor, justicia, escucha y discernimiento, testimonio, autenticidad, confianza, servicio, autoconocimiento, valentía, coherencia, lealtad, paciencia, empatía y visión estratégica, pero sobre todo, con FE?
Se hace lectura de las conclusiones sacadas en la última sesión.
Preguntas:
¿Qué retos y oportunidades me sugieren estas conclusiones?
¿Qué compromiso personal asumo para colaborar en el cumplimiento del compromiso institucional?
(Escriben este compromiso en un post-it que deben guardar para el final de la celebración)
Lectura: La asamblea de las herramientas
(La puede leer una persona o leerse con los diferentes personajes que previamente lo hayan preparado)
Según cuenta una curiosa fábula, un martillo, un tornillo y un trozo de papel de lija decidieron organizar una reunión para discutir algunos problemas que habían surgido entre ellos.
Las tres herramientas, que eran amigas, solían tener peleas a menudo, pero esta vez la cosa pasaba de castaño oscuro y era urgente acabar con las disputas.
A pesar de su buena disposición inicial pronto surgió un problema: chocaban tanto que ni siquiera eran capaces de acordar quién tendría el honor de dirigir el debate.
En un principio el tornillo y la lija pensaron que el mejor candidato era el martillo, pero en un pispás cambiaron de opinión. El tornillo no se cortó un pelo y explicó sus motivos.
– Mira, pensándolo bien, martillo, no debes ser tú el que dirija la asamblea ¡Eres demasiado ruidoso, siempre golpeándolo todo! Lo siento, pero no serás el elegido.
¡El martillo se enfadó muchísimo porque se sentía perfectamente capacitado para el puesto de moderador!
Rabioso, contestó:
– Con que esas tenemos ¿eh? Pues si yo no puedo, tornillo miserable, tú tampoco ¡Eres un inepto y sólo sirves para girar y girar sobre ti mismo como un tonto!
¡Al tornillo le pareció fatal lo que dijo el martillo! Se sintió tan airado que, por unos segundos, el metal de su cuerpo se calentó y se volvió de color rojo.
A la lija le pareció una situación muy cómica y le dio un ataque de risa que, desde luego, no sentó nada bien a los otros dos.
El tornillo, muy irritado, le increpó:
– ¿Y tú de qué te ríes, estúpida lija? ¡Ni en sueños pienses que tú serás la presidenta de la asamblea! Eres muy áspera y acercarse a ti es muy desagradable porque rascas ¡No te mereces un cargo tan importante y me niego a darte el voto!
El martillo estuvo de acuerdo y sin que sirviera de precedente, le dio la razón.
– ¡Pues hala, yo también me niego!
¡La cosa se estaba poniendo muy pero que muy fea y estaban a punto de llegar a las manos!
Por suerte, algo inesperado sucedió: en ese momento crucial… ¡entró el carpintero!
Al notar su presencia, las tres herramientas enmudecieron y se quedaron quietas como estacas. Desde sus puestos observaron cómo, ajeno a la bronca, colocaba sobre el suelo varios trozos de madera de haya y se ponía a fabricar una hermosa mesa.
Como es natural, el hombre necesitó utilizar diferentes utensilios para realizar el trabajo: el martillo para golpear los clavos que unen las diferentes partes, el tornillo hacer agujeros, y el trozo de lija para quitar las rugosidades de la madera y dejarla lustrosa.
La mesa quedó fantástica, y al caer la noche, el carpintero se fue a dormir. En cuanto reinó el silencio en la carpintería, las tres herramientas se juntaron para charlar, pero esta vez con tranquilidad y una actitud mucho más positiva.
El martillo fue el primero en alzar la voz.
– Amigos, estoy avergonzado por lo que sucedió esta mañana. Nos hemos dicho cosas horribles que no son ciertas.
El tornillo también se sentía mal y le dio la razón.
– Es cierto… Hemos discutido echándonos en cara nuestros defectos cuando en realidad todos tenemos virtudes que merecen la pena.
La lija también estuvo de acuerdo.
– Si, chicos, los tres valemos mucho y los tres somos imprescindibles en esta carpintería ¡Mirad qué mesa tan chula hemos construido entre todos!
Tras esta reflexión, se dieron un fuerte abrazo de amistad. Formaban un gran equipo y jamás volvieron a tener problemas entre ellos.
Moraleja: Valora siempre tu propio trabajo pero no olvides que el que hacen otros es igual de importante que el tuyo. Todas las personas tenemos muchas cosas buenas que aportar a nuestro entorno y a los demás.
Lectura de la Carta de San Pablo a los Corintios 12,13-30
Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo cuerpo, así también Cristo. Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Así también el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, yo no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Y si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo» ¿dejaría de ser parte del cuerpo por eso? Si todo el cuerpo fuera ojo ¿dónde quedaría el oído? Y si fuera todo oído ¿dónde el olfato?
Ahora bien, Dios puso a cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad.Si todo fuera un solo miembro ¿dónde quedaría el cuerpo? Muchos son los miembros, pero uno el cuerpo.
Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No os necesito!» Más bien los miembros del cuerpo que tenemos por más débiles, son indispensables. Y a los que nos parecen los más viles del cuerpo, los rodeamos de mayor honor. Así a nuestras partes deshonestas las vestimos con mayor honestidad. Pues nuestras partes honestas no lo necesitan. Dios ha formado el cuerpo dando más honor a los miembros que carecían de él, ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte.
Se invita a que cada comunidad educativa, prepare sus propias peticiones consonantes al tema tratado.
ORACIÓN FINAL (Se reza todos juntos)
Gracias, Señor, porque Tú eres nuestro Pastor, nuestro guía y ejemplo. ¡Eres nuestro Maestro!
Gracias porque nos ayudas a descubrir nuestros valores y los de los compañeros.
Gracias por hacernos parte de esta familia “Amor de Dios” donde tenemos el compromiso de ser testimonio y transformadores de nuestra sociedad.
Gracias porque nos amas y nos has regalado al Padre Usera como modelo en este camino del liderazgo. AMÉN.
Antes de salir, toma el compromiso personal que escribiste al inicio de la celebración y pégalo dentro del corazón que está en el altar. El corazón de Dios guarda nuestras buenas intenciones, pídele al dejarlo, que te ayude a cumplirlo.
Acércate después a tus compañeros y dales un abrazo en señal de fraternidad y de que todos estamos unidos en el mismo objetivo.
NOTA: Sesión online con todos los colegios de la Congregación - 11 noviembre a las 17:00 horas
Después de este tiempo de reflexión y de compartir, nos conectamos con los otros colegios y presentaremos cómo hemos elaborado y cómo hemos trabajado, qué frutos hemos obtenido, cómo evaluamos… el plan de acción que hemos elaborado en la sesión anterior.