La metodología que usaremos este sexenio en el trabajo de Misión Compartida, tiene las mismas iniciales de la metodología que se utilizó en el XVI Capítulo General, y de la que nos invita el Papa en el PEG, aunque hemos dado un significado y contenido diferente a dos de ellas: Reconocer, Imaginar y Experimentar.
En la propuesta de trabajo se plantean preguntas o sugerencias para ayudar a desarrollar cada una de las partes del método.
Para esta sesión, realizaremos una serie de dinámicas que nos ayudarán a cumplir estos objetivos. Estas dinámicas se pueden realizar en pequeños grupos, en el caso de que el claustro sea muy numeroso.
La persona que dirige las dinámicas hará referencia, de la forma que desee, a los textos y videos que acompañan a las dinámicas. Si ya fueron trabajados en la sesión anterior, sólo recordarlos.
Los pasos a seguir son los siguientes:
Reconocer
Imaginar
Experimentar
Dinámica 1: El círculo
Dibujamos un círculo y todos los participantes se sitúan en torno al círculo. El que dirige la sesión va diciendo actitudes y entran dentro los que se identifiquen con lo dicho. Entran y vuelven a salir.
Frases:
Los que se sienten cuidados
Los que priorizan el cuidado de sí mismo al de los demás
…. (ponerlas vosotros)
Preguntas:
El personaje del vídeo tiene un sueño concreto, en él invierto todo su esfuerzo y todo su tiempo. ¿Qué sueños tienes? ¿Cuánto tiempo dedicas a su consecución? ¿Qué lugar ocupan en tu vida?
En la puesta en práctica del sueño, el personaje del vídeo, atraviesa diferentes etapas, muchas dificultades. Al final su sueño es un sueño compartido con otros, ¿Qué sueños compartes con otras personas? ¿Cómo implicas a otros en tus sueños?
Un acto educativo basado en el cuidado también puede ser un sueño particular y colectivo como docentes. ¿Cómo desarrollar el sueño de una educación basada en el cuidado en nuestro colegio? ¿Cómo educar a nuestros alumnos/as en el sueño de una sociedad más “cuidadosa”?
Dinámica 2: El árbol
Raíces, tronco, ramas y los frutos. Esto forma parte de los árboles, pudiendo establecer un símil con nosotros mismos y lo que los demás ven de nosotros.
La actividad del árbol consiste en dibujar un árbol, cada uno el suyo, donde estén las raíces, el tronco con sus ramas y los frutos. Cada parte tiene su función. Este árbol debe recoger lo que debe ser el cuidado a sí mismo, a los demás,... Colocarán cada uno de estos cuidados en el árbol, en el lugar donde consideren es oportuno.
Se les deja unos minutos con música de fondo.
Después el animador presenta en la pantalla un árbol y coloca las dimensiones del cuidado que no puede faltar en un colegio católico y carismático: Raíces (El cuidado de Dios para cada uno de nosotros, a través de la familia, amistades, encuentro con Él, …); tronco, el cuidado que todos juntos nos debemos unos a otros hasta hacernos fuertes y seguros; las ramas (el cuidado de nuestros alumnos y hacia la sociedad) Cuidamos para hacer la sociedad más fructífera en valores,... Se escriben entre todos, los valores que queremos transmitir a los alumnos en ese cuidado.
Como veis un árbol completito, con un tronco fuerte y unos frutos deliciosos.
Conclusión dinámica 2:
Realizar una síntesis final con el grupo:
¿Qué ha supuesto la actividad a nivel individual y grupal?
Compartir el significado que tiene para cada persona las diferentes partes del árbol en relación al cuidado de sí mismo.
Preguntas:
Es muy difícil escuchar las palabras del papa Francisco y permanecer indiferentes. Como educadores tenemos una grandísima responsabilidad en lo que a Cuidado se refiere. ¿Qué acciones implementamos en nuestro centro educativo cuyo objetivo principal sea el cuidado de la tierra, de los otros, de nosotros?
En su alocución el papa nos invita a “crear un planeta ambientalmente seguro”. Imaginad cómo podríamos hacer realidad esta intención. Haced un listado de posibles acciones, indicando ventajas y desventajas, tiempo a invertir en cada una de ellas, recursos humanos y materiales,...
Dinámica 3: Me comprometo con acciones
En cuatro pos-its que previamente se les ha dado a cada uno escriben cuál es su sueño, en relación al tema de cuidado de sí mismo de los demás de la Casa Común y de Dios.
Se reúnen en grupos y los comparten.
Reflexión:
¿Qué tengo que hacer para cumplir estos sueños? y escriben una o varias acciones para cada sueño. A esto le llamaremos los VERBOS SOBRE EL COMPROMISO.
En un MENTIMETER que ha preparado el que dirige, van escribiendo estos verbos. A partir de ahí, entre todos, escribir el compromiso del grupo en relación al cuidado. Si son muchos en el claustro, pueden hacerlo en grupos pequeños hasta llegar a una síntesis.
Preguntas:
¿Qué ha supuesto la actividad a nivel individual y grupal?
Compartir la lista de compromisos individuales.
Reflexionar con el grupo y establecer 3 compromisos que se puedan asumir a nivel de claustro.