El arte de investigar equivale a un aprendizaje significativo en la vida del estudiante y el maestro. Mediante este proceso se pueden fortalecer destrezas tales como: observación, análisis, resolución de problemas y creatividad. Cada educador, sin importar su área de especialidad o materia, se prepara a lo largo de su ámbito profesional para ejecutar una enseñanza-aprendizaje de manera auténtica. Esta autenticidad es compleja; requiere que la labor del maestro sea, además, un agente investigador. La investigación es un proceso por el cual el educador se expone para demostrar el respeto que siente en torno a su población estudiantil. Es decir, el docente se mantiene investigando nuevas maneras o estrategias de enseñanza, en base a la tecnología emergente, las necesidades o particularidades de sus estudiantes.
Cada semestre escolar presenta varios retos que los estudiantes pueden enfrentar, por lo tanto, el educador busca diversas maneras para ayudarlos a sobrellevarlos según su estilo de aprendizaje. Por tal razón, este planteamiento abre paso a la investigación informal, ya que el educador reconoce que cada alumno aprende de diversas maneras y se interesa por conocer estos detalles para brindarles el apoyo necesario. Conversar y escuchar a los estudiantes le permite al maestro recopilar información. Adicional a esto, este método supone la búsqueda de posibles formas de presentar los temas y unidades escolares. Como maestra preescolar, es importante que investigue para planificar mis actividades y experiencias educativas, pues debo dominar el tema para presentar información de calidad a mis niños. En especial, en mi área de la educación preescolar, la investigación está constantemente en proceso cíclico—me encomiendo a buscar información sobre el tema de interés de los niños, busco nuevas estretagias de enseñar, busco ideas de actividades y busco recursos para ayudar a mis niños a manejar sus emociones. Incluso, de manera informal impulso la exploraion e investigacion cuando algo les llama la atencion sobre los materiales o en el juego exterior.
Acerca las investigaciones informales, hay diversas maneras de llevarlas a cabo. En el caso en que sean para conocer las necesidades y estilos de aprendizajes de los estudiantes, se puede crear un formulario. Por otro lado, en la preescolaridad, se puede propulsar la investigación escuchando atentamente a la acción que realiza el niño, usando las preguntas abiertas para expandir el conocimiento. Por ejemplo, si un niño juega con unas figuras de los planetas y pregunta cómo se llaman, en lugar de compartir el conocimiento se puede propiciar la investigación: “Vayamos a la computadora a investigarlo”. La investigación también debe estar presente en los estudiantes y podemos investigar informalmente en nuestras interacciones diarias. Otra forma de propiciar la investigación en un niño preescolar es haciéndole preguntas abiertas como las siguientes: “¿Qué pasaría si pongo el bloque en esta posición”, ¿Crees que la manzana flotará si lo pones en la caja de agua?” Este aspecto es muy importante en la preescolaridad, pues son situaciones que ocurren diariamente en un aula preescolar.
Durante mi práctica docente, realicé una investigación con mis niños preescolares. Utilizando el currículo emergente (significa que las unidades y los temas surgen en torno a los intereses y necesidades de los niños), debía investigar con los niños qué tema les interesaba por aprender y sobre este tema generador, qué subtemas querían conocer. Realicé una red temática y fui escuchando las voces de mis preescolares, apuntando sus curiosidades. Luego, una vez finalizada, investigué sobre cada tema para sacar la información y datos (ideas fundamentales) para comenzar a planificar las actividades.