La "hierba mate"

en el Perú virreinal

Por la ruta de la vieja

(y ya lejana)

hierba del Paraguay

La historia de la hierba

Pocos saben que la popular bebida

conocida hoy como ‘mate’

fue muy popular en el Perú del siglo XIX.

Aquí descubrimos

parte de esa cotidianidad

con esta infusión que

con el tiempo

fue sustituida por el té.

Por: César COLOMA PORCARI

Presidente del Instituto Latinoamericano de Cultura y Desarrollo

Casi nadie sabe que en el Perú, hasta fines del Siglo XIX, se bebía la ‘yerba mate’, conocida en ese entonces como ‘hierba del Paraguay’, la cual era traída por los arrieros desde el Alto Perú y se preparaba aquí en la misma forma que se acostumbra actualmente en el Paraguay, Uruguay, Argentina y el sur del Brasil, donde es una bebida de consumo diario, tomada en el mismo mate con una boquilla metálica.

Esta bebida reconfortante era tan importante en todo el Perú que se ocupa de ella el genial tradicionista Ricardo Palma, quien nos cuenta que en la ciudad de Huamanga, en los tiempos coloniales “la tertulia comenzaba a la siete, sirviéndose a medida que iban llegando los amigos un mate bien cebado de hierba del Paraguay, que era el café de nuestros abuelos” (“Tradiciones peruanas”, Espasa-Calpe, 1983, tomo 4, página 321).

Nos cuenta también que una vez, en el Cielo, San Pedro, a uno de los difuntos recién llegados “le brindó un matecito de hierba del Paraguay, que en las alturas no se consigue un puñadito de té ni para remedio”. Y otro personaje, “Así adornado, sentó el cadáver [de Ana] en un sillón cerca de la mesa, preparó dos tazas de hierba del Paraguay, y se puso a tomar el mate” (Idem, tomo 2, página 337; tomo 4, página 403).

Al ocuparse del francés Francisco Moyen, pintor y músico, trasladado de Potosí a las cárceles de la Inquisición de Lima, en 1752, preso, le concedieron “cinco reales de ración diaria en la forma siguiente: tres reales para comida, real y medio para aguardiente y medio para mate o hierba del Paraguay”, mientras estuvo preso en las carceletas del Santo Oficio (Idem, tomo 6, página 268).

Y también lamenta que “Desde ese año [1827] el té reemplazó al chocolate y a la hierba del Paraguay; el té que durante los tiempos del coloniaje

“Se vendía en las boticas,

lo mismo que el alcanfor,

y se usaba solamente

en casos de indigestión”,

como dijo nuestro poeta cómico Manuel Segura” (Idem, tomo 4, página 319).


En un importante documento limeño, que data de 1771, se refieren a esta bebida así: “El uso del Mate que anteriormente era tan general, requería un reposo y unas cautelas que no son compatibles con la publicidad de una tienda: así esa bebida era propia para el estrado, y no de los regalos domésticos, que consecutivamente ha ido perdiendo el crédito”. Y también explican que el mate “se compone de agua caliente con la yerva del Paraguay y azúcar” [sic] (“Mercurio Peruano”, Lima, 1771, tomo 1, páginas 109, 110).

El Dr. Ernst W. Middendorf, distinguido médico alemán residente en nuestro país a fines del Siglo XIX, afirmaba, aúnen esos tiempos, que en el Perú, “durante el día se bebe una infusión de hierba del Paraguay. Se deposita esta hierba en una calabaza redonda adornada con plata, que se llama mate. La caliente infusión no lleva mucha azúcar y es sorbida por medio de un tubo de plata, en cuyo término hay una bola llena de agujeros que sirve como tamiz. Los habitantes del país se han habituado a esta infusión de tal manera, que todos, hasta los más pobres, la toman al levantarse en la mañana” (“Perú…” (1893), Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos 1973, tomo 1, página 95).

En cuanto al nombre del recipiente, “mate”, el Dr. Middendorf afirma que a las vasijas hechas del fruto de la calabaza se les conoce como ‘mates’ y se fabrican con “las calabazas que crecen en las regiones más cálidas, cortadas, privadas de su pulpa y raspadas”. Es necesario señalar que “Los mates de mayor tamaño se utilizan para servir la comida, los pequeños y planos como platos, y los redondos como vasos para las bebidas. Los últimos se llaman potos, y en ellos se toma la bebida del país, la chicha” (Idem, tomo 3, página 42).

La hierba del Paraguay se empezó a cultivar en gran escala debido al empeño de los frailes jesuitas (1609-1768) y por su contenido en cafeína ha sustituido en algunos países al té y café, siendo más barato que éste (Enciclopedia Espasa, tomo 33, página 874).

Actualmente se produce mate principalmente en el Paraguay, Brasil y Argentina. Debemos señalar que “los españoles conservaron el mismo nombre (mate) para las vasijas que servían para tomar, mediante una bombilla, la infusión de las hojas secas del IIex paraguayensis; después se llamó también mate la misma infusión” (Idem, tomo 33, página 875).

Además, “el mate es muy usado como estimulante y dinamóforo, y se usa en la América del Sur como bebida habitual, de la misma manera que el té en la China y en el Japón, siendo mucho más económico”, y también “se ha considerado como alimento de ahorro en otro tiempo suponiendo que comunicaba mayor energía muscular y vigor orgánico” (Idem, tomo 33, página 876).

El nombre científico de la hierba del Paraguay o hierba mate es IIex paraguayensis L., y si bien ya nadie recuerda en el Perú la afición al mate, sería muy interesante reconstruir la ruta que empleaban los antiguos comerciantes que lo traían desde el lejano Paraguay, pasando por el Alto Perú, quienes, por medio del arrieraje, lo distribuían en los principales centros de consumo en la costa y la sierra de nuestro país.

(Publicado en “Voces”, Revista Cultural de Lima, año 6, N° 22, Lima, 2005, páginas 76-77).