Domo Custodio·2017

EL ORIGEN DEL MULTIVERSO SINTONÍA ARRECIFAL

El Primer Simposium de Arte y Naturaleza... 

QUEDA APLAZADO INDEFINIDAMENTE

POR CAUSA DE LAS RESTRICCIONES DE MOVILIDAD

El Primer Simposium de Arte y Naturaleza, en en museo Torre Madariaga Ekoetxea de Busturia, en pleno corazón de Urdaibai. 

última visita guiada del año, 8 de Diciembre a nuestra 

primera pieza del Multiverso Sintonía Arrecifal

El Domo Custodio de la Triple Frontera en Ekoetxea Urdaibai - Torre Madariaga Museoa, en cuya Sala de Congresos tendrá lugar seguidamente la Proyección "Sintonía Arrecifal, un Universo de Arte en Urdaibai", a cargo de ´Le Patafisic Cabinet.

8 de diciembre, a partir de las 17:00 h. visita física al Domo, y a partir de las 17:30, 

conferencia-simposium en la Sala de Congresos. Alber Palomera & Rober Garay

Imprescindible Inscripción 94•6870402

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#domocustodio #sintoniaarrecifal #LePatafisicCabinet

Domo Custodio de la Biodiversidad (2017-2021)

El Domo Custodio de la Biodiversidad fue realizado por el equipo ´LePatafisic Cabinet en la primavera de 2017, junto al Centro de la Biodiversidad de Euskadi / Museo Torre Madariaga - Ekoetxea, justo en el punto en el que se daba una curiosa singularidad geológica. A un centenar de metros bajo su estructura confluyen tres masas rocosas de diferente naturaleza (areniscas, calizas y margas). A ésta rareza de confluencia bajo el sustrato le hemos dado el  nombre de Triple Frontera, punto de emanación perpetua de energías subterráneas.

La Remodelación del DomoCustodio de la Biodiversidad tuvo lugar en febrero de 2019, poniendo en valor un nuevo discurso telúrico y geológico pero basado esta vez en la Sintonía Arrecifal. Una Sonoridad que convierte en audible la frecuencia en la que emite la Tierra y que es registrada ahora por nuestros nuevos ingenios artisticos de medición. 

En 2021, el ciclo de vida del Domo Custodio tocó a su fin, reabsorbiéndose en mismo el sustrato que le dotó de energía telúrica durante sus 50 meses de existencia.

 #sintoníaArrecifal          #EreñoBehatokia

Primeras notas y origen conceptual de la instalación "Domo Custodio" en Ekoetxea Urdaibai

 por LePatafícicCabinet

 

 DOMO  CUSTODIO


  Lo extraordinario se encuentra en las entrañas de lo cotidiano.

  La resonancia de Schumann es una resonancia electromagnética global, excitada por descargas de rayo en la cavidad formada por la superficie de la Tierra y la ionosfera". A la frecuencia que emite  (7,83Hz) se la conoce como “El Latido de la Tierra” .


  Desde la antigüedad  y durante muchos años esta frecuencia de resonancia se ha mantenido constante a 7,83 Hz con sólo ligeras variaciones. La alteración de esta frecuencia es más notable con las  transformaciones materiales que el hombre ha hecho en el Planeta. Estas alteraciones en la frecuencia vibratoria son inaudibles para el ser humano, pero si presentan un impacto en nuestra materia, y aunque no nos demos cuenta, nos afectan a todos los niveles, tanto físicos como emocionales.

 LePatafísicCabinet tomamos conciencia de este hecho y construimos este Domo Custodio para preservar la salud del Planeta y sintonizar a perpetuidad esta frecuencia que nos interesa que no se altere.


  De esta manera y por la magia del arte, damos una solución imaginaria a un problema que nos afecta sin darnos cuenta.

  El arte por medio de estas instalaciones muestra lo que se encuentra tras la apariencia de las cosas, y pone la lupa en un hecho importante para el Planeta y hace que el espectador tome conciencia para situarse en el Mundo con una actitud positiva, valorando lo que tenemos y preservarlo. Ésta frecuencia es patrimonio oculto y fundamental de la humanidad y debemos entender que cuidarla es nuestro deber.

  Es necesario mirar el suelo y empezar a intuir, que bajo la hierba, habitan otras formas que desconocemos, con un gran potencial, y que en cualquier momento pueden emerger a la superficie y mostrarnos toda su belleza. Estamos acostumbrados al mundo macroscópico, de naturaleza exuberante, con árboles, plantas y animales como la base del ecosistema. Pero la base del funcionamiento y desarrollo de los ecosistemas, como en los bosques, son los organismos microscópicos; Los microorganismos. Microorganismos que en su diversidad se hacen presentes en superficie y afloran como obras de arte. Eclosionan y se muestran bajo la forma del CUSTODIO, para proteger a las especies amenazadas y a los seres que por su unidad se hacen vulnerables. Formas únicas, dentro de un mundo cambiante, que es belicoso con lo delicado y con la materia sensible. La Biodiversidad necesita de elementos como el CUSTODIO, para salvaguardar a sus criaturas más desprotegidas.

  Más de la mitad de la biomasa del suelo del bosque corresponde a biomasa “fúngica”, los hongos forman una parte tan importante en la dinámica y desarrollo del bosque que es imposible pensar en un bosque sin su componente fungal. Los hongos son seres multicelulares; Su cuerpo es el “micelio” y se compone de “hifas”, células vivas algo más delgadas que un cabello humano y forman algo parecido a una tela de araña, que se va expandiendo por debajo del suelo o el sustrato y del cual se alimentan descomponiéndolo. Después de algún tiempo forman estructuras reproductoras, cuerpos fructíferos que forman esporas microscópicas por millones, estas se dispersan por aire y al germinar en un sustrato adecuado forman nuevo “micelio”.

  En las entrañas de la tierra está instalada la esencia sonora que en forma de frecuencia 7,83Hz emerge a la superficie para ponernos en SINTONÍA. Desde LePatafísicCabinet tomamos conciencia de este hecho extraordinario y construimos el Mecanismo que preserva esta joya vibracional.


  La apoteosis del detalle hace florecer la paradoja, El DOMO CUSTODIO, nos trae a primer plano la materia primigenia que está bajo nuestros pies y florece para custodiar la fragilidad. El poder de colisión, donde las cosas y los tiempos son puestos en contacto, son chocados y disgregados por el mismo contacto y la propia visión. Construimos fragmentos de realidad, como símbolos de modernidad en celosías abiertas y miradas descontextualizadas que generan metáforas para repensar las actuaciones humanas en su entorno.

  Poder de relampagueo, como si la fulguración producida por la eclosión, fuera la única luz posible para hacer visible la auténtica materia de las cosas. La movilización de la forma, emergiendo del subsuelo a la superficie, es una síncopa en devenir, un movimiento de la mirada interna ante la contemplación del acontecimiento. Descubrimos la parte para reconstruir el todo, volvemos al tiempo, al tiempo en construcción en paradoja evidente. Si nos empeñamos en ver y estudiar la lógica, más valoramos la casualidad, casualidad que sólo se producirá si estamos presentes. El primer plano, el detalle trabaja en la deconstrucción formal de lo visible. Haciendo un remontaje visual nuevo, acercándose al inicio, a la génesis, a la apoteosis del fragmento que deconstruye el todo. El espacio inasible, el volumen de aire que se encuentra en el CUSTODIO, es esencial para un acercamiento de intemporalidad latente, un acercamiento a la obra de arte desde los procesos de su interna configuración. Siempre ante la imagen estamos ante el tiempo, abrimos el pliegue para dejar salir el espacio anacrónico, emergiendo una aporía deconstruida. La mirada se halla implícita a la espera de ser recompensada por aquello a lo que se dirige. El oído capta y sin darse cuenta se produce la sinestesia de lo extraordinario. La energía que se encuentra en este lugar es triplemente capturada por nuestros sentidos y nos devuelve a una calma etérea y perdurable en el tiempo. Las imágenes como metáforas epistemológicas, nos ayudan a ver, a nuevos modos de ver y sentir; a comprender un universo de posibilidades abiertas a interpretaciones que el espectador debe completar con todos sus sentidos alerta, abiertos. La obra abierta como forma de comunicación, es un diálogo con lo apenas pronunciable, donde acuden las imágenes convocadas al encuentro detenido y abierto a un mundo oculto por revelar. Los CUSTODIOS guardan y a su vez descubren, son los que velan la forma para ponernos en primer plano la evidencia de una realidad apenas intuida y siempre adelantada a su tiempo.


  Los códigos, se transfieren en la relación de lo animado con la naturaleza del hombre, que recibe y le envuelve, le proyecta con lo que tiene a su alrededor, pero cada vez es más incapaz de percibirlos. Se hace necesaria una llamada, una vuelta a la mirada primigenia, que contenía la capacidad de asombro. Quien es mirado o cree que le han mirado levanta los ojos y observa. Advertir lo mágico de la obra de arte o de cualquier cosa, significa dotarla de la capacidad de levantar los ojos. Al mirar, hay que ver el origen, el origen no de un pasado ya extinto y caduco, sino todo lo contrario, el origen móvil, dinámico y de una historicidad sin tregua, que pide ser reconocido, clama miradas que lo vean como inacabado, siempre abierto, desde su silencio nos hace ruido, ruido que sólo se percibe desde una inquietante extrañeza, como aparición en boceto o apunte inacabado que debemos completar, formular una especificidad de lo no específico, buscar en cada obra la articulación de su singularidad, de la forma paradigmática. El origen siempre es presente. Hace falta una lucidez crítica para entender estas contradicciones, pero el hombre es un ser contradictorio y eso es justamente lo que le hace avanzar, no camina por el mundo con movimiento uniforme, ni tan siquiera uniformemente acelerado como postula la ciencia, es un camino ondulante, de quiebros y de incomprensiones; por mucho que intentemos entender nuestros espacios y lo que hacemos en ellos, se hace más insoldable la respuesta. Todos los artistas de todos los tiempos han trabajado teniendo en su biblioteca, libros de filosofía y de ciencia; no ha habido un artista comprometido que no sea un científico y un místico a la vez; esto entendido desde una entrega a la creación que avanza formulas que solo serán entendidas en el futuro. Siempre el artista se ha movido en la dualidad y la contradicción: realidad intangible-física, contenido simbólico y metafísico-realidad objetual, así podríamos enumerar infinitas dualidades específicas que los artistas han trabajado para crear otras realidades que sirvan al público para avanzar en la cultura tan necesaria para el ser humano. Así, EL CUSTODIO, pasa a formar parte de ese universo creado por el artista, por el sello LePatafísicCabinet, para adelantar propuestas y hacer que el espectador se plantee nuevas realidades.


  Hay que permanecer a la escucha flotante de la obra, a la experiencia del CUSTODIO como esa aparición de la lejanía, más próxima posible. El hombre siempre ha hecho objetos con la pretensión de que parezca que no están hechos por su mano, siempre ha querido que la obra de arte sea un objeto encantado, le ha insuflado energía, vida, en estos casos el “aura” se impone y el proceso generador de imágenes permanece en secreto, milagroso y disfrutable. EL CUSTODIO nace de una proximidad de la mirada con una huella procedimental tan simple como fecunda, tan eficaz como ambigua. En la obra de arte, la huella y su energía no están separadas, se reconoce una combinación inédita, que es energía transferida en movimiento, perceptible sólo si se mira con ojos prístinos.


  En el interior del CUSTODIO aguarda el objeto único a proteger, como forma original, como un gabinete de curiosidades, con poderes y magias heterogéneas que ofrecen un verdadero fenómeno que es su esencia única. La materia-objeto-escultura, ha permanecido oculta, en estado de hibernación, y emerge en diferentes fases que se vislumbran en superficie, para emitir un flujo de espacio-tiempo que solo es percibido por quien se acerca a ella y escucha su canto, su sonido fídico-cuántico de permanencia estable, que culmina en una órbita de percepción, y hace de la materia, un objeto único para preservar y custodiar dentro de la Biodiversidad.


LePatafisícCabinet 

entendemos el arte como un ente transformador.


Álber Palomera

Rober Garay


marzo de 2013 en Urdaibai