zeruko Ataria  /  Portal de los Ángeles

CONCEPTO de la Pintura Mural en el suelo frente a la Iglesia de Meakaur MORGA

  Lo extraordinario se encuentra en las entrañas de lo cotidiano. Cuando surge la extrañeza  emerge la paradoja. El cielo no se refleja en un pozo con fondo, sino que el cielo está ahí, bajo nuestros pies. Debemos entender que el lugar en el que está representada la pintura bebe de la fuente próxima  de la espiritualidad que emana de los edificios religiosos del entorno.

  Es necesario mirar el suelo y empezar a intuir, que bajo el asfalto, habitan otras formas que desconocemos. En este espacio temporal nacen los ángeles  y a través de este portal emergen a la superficie para  hacerse presentes a quienes se asombran frente a una luz, ante una nube o ante una piedra.  En cualquier momento pueden emerger a la superficie y mostrarnos toda su belleza y guiarnos hacia una mirada expandida. Estamos demasiado acostumbrados al mundo cotidiano, de naturaleza visible que no siempre acertamos a descifrar.

  Para buscar la zona donde se encuentra “la boca del cielo” y representar en ese punto geográfico concreto el lugar dónde nacen los ángeles, hemos utilizado una maquinaria inventada y construida por LePatafisícCabinet: El Petrómetro Empíreo. Una máquina específica sofisticada y sensible para realizar esta búsqueda. La máquina trabaja escaneando espesores de terreno dónde la capa de tierra entre nuestro mundo y el segundo cielo es más delgada. Ésta búsqueda imaginaria es similar a la técnica empleada por los esquimales para descubrir en punto más débil de la placa de hielo donde practicar un agujero para pescar. El mecanismo está basado en tecnología punta esquimal inuit para encontrar el lugar propicio donde abrir la puerta, adaptándola al terreno sagrado de occidente.  

  Después de muchas búsquedas por toda Europa nuestros geosensores pusieron el foco en Urdaibai, encontrando el dato insólito de que en la zona de Meakaur de Morga las cifras codificadas indicaban un lugar de extrema delgadez empírea. Éste lugar de espesor más delgado entre los dos mundos nos obligó a construír gráficamente la Pintura Mural que nos abre la puerta al segundo cielo, el lugar dónde nacen los ángeles. Una realidad paralela que en este lugar se percibe con toda intensidad. El Portal de los Ángeles es ahora una hecho que podemos contemplar físicamente en Morga.

  La imagen encierra el secreto de lo indecible, pero se puede leer entre líneas de color y forma una presencia cercana a lo sagrado.  La función de este tipo de imágenes es recordar e instaurar la memoria visual, por medio de una experiencia provocada en forma de gráfico que promueve diferentes emociones siempre ligadas a experiencias personales. Pero lo importante de una pintura de estas características es el relato conceptual que se sitúa en los márgenes de la realidad para hacer soñar con otros mundos posibles que no alcanzamos a ver porque nuestra mirada necesita entrenamiento  y vislumbrar lo extraordinario en lo cotidiano.

  El efecto de realidad que supera, arroja una duda interior sobre el mismo principio de la evidencia. Ya no pertenece a la pintura sino a la Metafísica. Éste “trompe-l´oeil” traspasa la propia imagen pintada con una suerte de juego de realidad que toma una dimensión fantástica y diluye los límites entre pintura escultura y arquitectura.  Estaríamos hablando de una “Arquitectura del aire” de una fuga del tiempo de profunda presencia al conectar el cielo sobre nuestras cabezas con el cielo bajo nuestros pies, en un espejo que no es tal porque se debe y puede traspasar para entender que al otro lado está la respuesta que nosotros mismos conocemos y no nos daremos cuenta hasta que ensanchemos la mirada.

  Este Portal de los Ángeles / Zeruko Ataria es un lugar donde la contemplación pausada y sin prisa produce un efecto de presencia que el visitante se dará cuenta cuando utilice la técnica del ensanchamiento estético de la mirada que no es otra cosa que  el “esperar a que suceda”.  Esta técnica consiste en tener puesto el foco en un punto concreto de la pintura y dedicarle el tiempo que haga falta a que fluyan los pensamientos hasta que sucede algo que llama la atención, algo como un olor distinto, una brisa, un sonido… algo que acciona este Portal llevándonos al lugar de nuestra memoria donde no hubiéramos reparado si no estuviéramos en la presencia  de esta pintura,  que es el vehículo transmisor, el que ayuda a que suceda. Toda pintura transmite emociones, pero ésta concretamente por su contenido y el lugar en la que está ubicada, potencia la visión interior y funciona como un interruptor que se acciona con la presencia de la mirada que acude a preguntar al cielo que está bajo nuestros pies. Esta Pintura Mural en el suelo es un Maestro al que se acude para encontrar alguna respuesta, y cuando se permanece un tiempo frente a ella y sobre ella y se ajusta el foco en un punto de la pintura, el visitante se da cuenta que las respuestas acuden a su mente de manera espontánea  porque siempre han estado ahí, dentro de él. 

  Este Portal es como una “Lupa Temporal” es el obturador con el diafragma en máxima nitidez y profundidad de campo. Funciona como un punto de mirada focal, como el objetivo de la cámara donde se aclaran las dudas, es una pintura clarificadora, que despeja la mente y elimina lo superfluo de la cotidianidad. Al visitar esta pintura mural  por sus características físicas y metafísicas de apertura del cielo en el suelo invirtiendo la realidad tangible para potenciar la experiencia hacia el interior, el visitante debe  recorrer el portal pintado, situarse alrededor o sobre la pintura para enfocar su mirada y encontrar las respuestas. A esto también ayuda el entorno de Meakaur con la Iglesia principal de frente y  la capilla detrás. Al llegar al entorno se siente un clima de sacralidad que lo hace especial, y esta pintura mural contribuye a generar en el espacio un lugar de peregrinaje para ver “El Portal de los Ángeles” y vislumbrar más allá de lo visible algo que Aristóteles ya atribuyo al arte al entender que tras la apariencia de las cosas hay algo más que sabemos que existe y no logramos ni siquiera percibir. Pero esta Pintura Mural obra el Milagro en el visitante haciendo que su mirada se agrande y su percepción se expanda.

  La cita de Aristóteles sobre este tema dice así: “La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia”. De éste modo, la visita curiosa a los lugares insólitos se convierte en una búsqueda de las huellas del hecho extraordinario donde las pinturas se tornan mágicas.

  Un universo donde la paradoja se vuelve extrañeza si logramos adentrarnos en su esencia y discurrir alrededor. Emprender esa marcha insólita que proponemos es despertar en nosotros mismos la curiosidad cuando nos sacan sin quererlo del entorno cotidiano y  nos ponemos en contacto con otro mundo prodigioso inexplicable pero posible. Las leyendas se hacen presentes en éste espacio de apertura al interior. 

  Llegar al paraje en vehículo o andando después de adentrarnos en un espacio con un aura especial es una experiencia reconfortante en sí misma. El lugar, dotado de fuerzas sagradas presentes en su camino, nos conduce a buscar la sorpresa escondida. Cualquier orificio que nos permita asomarnos a nuestra propia condición de seres que forman parte del misterio insondable del universo, es una prueba de que somos algo más que lo físico. Este lugar se convierte en un espacio mágico dónde suceden elementos insólitos, un espacio que reconcilia el territorio en un centro de espiritualidad presente en su alrededor.

  Lo que hace este gráfico es potenciar ese grado de interés sagrado con algunas claves secretas. Tan sólo basta asomarse para emocionarse ante la sorpresa de dar con el lugar dónde nacen los Ángeles.

  Cuándo se descubre el punto empíreo y se reconoce el sitio se produce el efecto y el placer de desvelar un enigma. Intentaremos abrir de par en par las puertas de nuestra conciencia intentando desvelar las claves éste itinerario que busca y completa un nuevo Registro de Espacios Naturales Dotados de Magia.

   Un escenario que pone el foco en lo que no se ve y lo que apenas puede explicarse. Lo esencial es invisible a los ojos. Lo que no se ve a simple vista es lo importante por que "en lo que no se ve se gesta lo que vemos."

  Una realidad diferente en la que los acontecimientos han roto su relación de casualidad y discurren por los resquicios de la memoria.

 El Portal se activa mientras paseamos a su alrededor y trabaja los elementos de nuestra cotidianidad inmediata para reconfigurarlos y convertirlos en presencias que resultan extrañas y nada ajenas. 

  Lo importante son los asuntos, la relación con el lugar, con la memoria interior, con los espacios y con lo que somos. Ésta línea de pensamiento muy cercano a la mística y la magia, funciona como lo harían los elementos de la escenografía del lugar de nuestros sueños.

  Para finalizar con esta breve reflexión sobre el Concepto de ésta Pintura Mural, nos interesa recordar lo que LA PIEDRA es aquí el elemento primigenio y vital. Está muy presente en esta pintura, arropa y da cuerpo a la obra, construye y envuelve el Portal de los Ángeles:

La piedra 

El distraído tropezó con ella 

El violento la utilizo como proyectil 

El emprendedor construyó con ella 

El campesino cansado la utilizo como asiento

Para los niños es un juguete 

David la utilizo con Goliat 

Miguel Ángel hizo una escultura 

Chillida encontró el aire en su profundidad interior

En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra si no en el hombre 

No existe piedra en el camino que no se pueda aprovechar para crear y crecer.

La pintura Mural “El Portal de los Ángeles” (Zeruko Ataria) está construida con el mismo tipo de piedra que tiene el Pórtico de la Iglesia de San Martín de Meakaur. Las piedras pintadas reproducen la misma textura y composición de la piedra de la Iglesia, y son el punto de partida que ha generado la idea de abrir un pozo, puerta y finalmente Portal en el suelo frente a la Iglesia. Invitar al cielo a posarse en el suelo para poder tocarlo con las manos es una ensoñación que no debemos pasar por alto, ya que en este punto, aquí y solo aquí, situándose en el centro del Portal, se puede estar literalmente flotando en el cielo, en el lugar donde nacen y viven los ángeles. Estamos en el lugar perfecto para soñar que otra existencia es posible más allá de la apariencia de lo cotidiano.

2019_____LePatafisicCabinet

Rober Garay & Alber Palomera