Hay que tener claro que las TIC nos dan acceso a la información, esta gran cantidad de información implica el desarrollo de procesos cognitivos que permitan al estudiante identificar, clasificar y priorizar el valor académico de las consultas, así como llegar a una construcción personal de la respuesta. Un ambiente de aprendizaje es el resultado de establecer secuencias didácticas que ofrecen un ordenamiento de acciones a realizar, no necesariamente en forma única. Se basan en lo que Brousseau (2007) denominó teoría de las situaciones didácticas, que parten de situaciones de interacción. La interacción es concebida como una actividad de intercambio entre el pensamiento del alumno y el conocimiento, entre docentes y estudiantes a través de diversos intercambios, entre cada actor de la educación y un recurso interno o externo al sujeto. Los recursos internos se refieren a la serie de conocimientos, habilidades y experiencias que ya posee el individuo, mientras que los externos guardan relación con las formas de acceso a informaciones desde la palabra del otro (docente, alumno, profesionista), lo que se puede obtener a través de lecturas, de imágenes, de videos, etcétera. Establecer un ambiente de aprendizaje se ha convertido en el centro de la tarea docente en la actualidad, lo cual implica construir secuencias didácticas, fundadas en las actividades significativas que puede realizar un estudiante. Así, lo significativo y el aprendizaje se constituyen en el eje de trabajo para poder establecer las secuencias didácticas.
El siguiente gráfico expresa de forma integrada los elementos de un nuevo modelo educativo:
Curtis Johnson afirma que las TIC propician el avance y el cambio en la educación actual, utiliza la palabra aprendizaje disruptivo para hacer referencia a aquel aprendizaje que es adquirido mediante internet y e-learning; este último se refiere a procesos de enseñanza-aprendizaje que se llevan a cabo a través de Internet, con el uso de una plataforma educativa, caracterizados por una separación física entre educadores y estudiantes, pero con el predominio de una comunicación tanto sincrónica como asíncrona, a través de la cual se lleva a cabo una interacción didáctica continuada, teniendo en cuenta las características más destacadas dentro de una formación flexible, contenidos actualizados y comunicación constante entre los participantes.
En este contexto se requiere docentes con nuevas capacidades para guiar las prácticas y para combinar las prácticas de antaño con unas nuevas, que configuren ejercicios didácticos en los que la educación, la pedagogía, la sociedad y sobre todo, los estudiantes, sigan creciendo como seres humanos. Se necesita provocar una ruptura educativa con respecto al estado actual. Pero esta ruptura no significa destruir, sino una disrupción educativa para crear.
Bibliografía:
-Coll, C. (2008). Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades. Boletín de la Institución Libre de Enseñanza.