I niciamos un nuevo curso evocando la figura maternal de María, madre de Dios y madre nuestra. Jesús nos la dio desde su cruz. En aquel discípulo “que tanto quería”, bien podemos reconocernos cada uno y cada una de nosotros, asimilando la milenaria costumbre cristiana de recibirla como madre nuestra del Cielo. También cada pueblo y cada grupo humano ha sabido apropiarse y destacar una característica de la Virgen María. En Valencia la veneramos bajo el entrañable título de Madre de los Desamparados. En este año, celebramos el centenario de su coronación (mayo 1923 - 2023), que es un modo solemne de expresarle en grado máximo nuestra devoción, afecto y cariño. Los orígenes de esta advocación se remontan a 1409, en Valencia, un año antes de que San Vicente Ferrer fundara nuestro Colegio. ¿Sé qué circunstancias relacionan ambos hechos?

La ternura es un sentimiento entrañable de cariño, afecto, amabilidad, delicadeza, suavidad. Muy propio de la maternidad, evoca la responsabilidad de cuidado y protección sobre el bebé indefenso y vulnerable. En la Biblia, el profeta Oseas expresa así la ternura de Dios con su Pueblo: “Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; .... ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer” (Os 11, 1-4). El Papa Francisco en distintas ocasiones ha hablado de la revolución de la ternura, la revolución que el Hijo de Dios ha iniciado con su encarnación, nacido de una mujer, y a la que nos invita ante el sufrimiento humano: la guerra, la enfermedad, el desempleo, el fracaso, la soledad, la desesperación. Acercar a las personas al corazón de Cristo que nos acoge a todos y, en este sentido, acompañar, dejarse interpelar, ofrecer y proponer el perdón y la misericordia de Dios siendo instrumentos de paz y de reconciliación, de sanación y de crecimiento. María en el Evangelio nos es ejemplo de esto: en la visitación (llevando a Jesús, Buena Noticia), en Caná (mira, no tienen vino... haced lo que él diga), escuchando y cumpliendo la palabra de Dios, (el que escucha y cumple la voluntad de mi Padre, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre), perseverando en la oración (Pentecostés). ¿Cuándo he experimentado el cuidado, la cercanía? ¿Qué momentos de “ternura” reconozco en mi historia personal?

Como comunidad educativa nuestra razón de ser es el acompañamiento en el crecimiento y desarrollo personal integral. No se trata sólo de transmitir o adquirir unos conocimientos, unas competencias, que, por otra parte, no podemos descartar. Pero no podemos aspirar solamente a eso. Las personas siempre somos más y podemos más; pero tampoco nos agobiemos por los ritmos y los tiempos, cada cual requiere el suyo. No obstante, todos necesitamos abrirnos desde la confianza, cada cual en sí mismo, en los demás, en Dios. No crecemos aisladamente, sino en familia, en grupo: amigos, clase, trabajo. Necesitamos unos de otros. Necesitamos de la confianza de los demás para crecer, necesitamos confiar en los demás para crecer, dejarnos acompañar. Y con la confianza, la paciencia, la esperanza, para no desalentarnos en las dificultades. También María es modelo de crecimiento y de confianza en su apertura a la voluntad de Dios (hágase en mí, haced lo que él diga...), con esperanza ante las dificultades y los miedos (ante los prejuicios, ante las carencias, ante la muerte, junto a la cruz...), siempre con deseo y ánimo de servicio generoso, entregado (la pequeñez de su esclava...). ¿Qué detalles de “ternura” he ofrecido? ¿Qué “ternura” estoy dispuesto a ofrecer desde ahora?

Que, con María, proclamemos la grandeza del Señor, para gozar cada día de sus consuelos.

2.1.- Mientras visualizan el vídeo los alumnos responden previamente a las preguntas que le formulan al experto.

2.2.- Al finalizar el vídeo realizamos un comentario conjunto

3.1.- Visualizamos fragmentos de películas relacionadas con la vida de María, Madre de Jesús.

3.2.- Seleccionamos un conjunto de textos bíblicos relacionados con la vida de María. Formamos grupos cooperativos y asignamos a cada grupo un texto. Los textos son los siguientes:

 1.-Anunciación. Como María, también cada uno recibimos una llamada y una misión a nivel personal y particular. Sería bueno invitar a los alumnos a escuchar y a escucharse para descubrir lo que Dios desea de cada uno y en esta línea identificar a esos ángeles (mensajeros) que cada día se hacen presentes en nuestras vidas de diferentes formas.

 2.- Visitación. Como María, todos tenemos retos, experiencias para compartir, personas a las que acompañar, amigos, familiares a los que.....Esta acción de salir hacia el otro, como a María nos reporta una alegría y enriquecimiento mutuo inesperado y sorprendente.

 3.- La libertad interior y los apegos (“Mi Madre y mis hermanos son los que cumplen la voluntad de Dios”). Jesús nos recuerda que lo prioritario es ser fieles a esa misión de Dios en nosotros, lo que equivale a ser nosotros mismos. María es el prototipo de persona que supera ese afán de posesión y entiende que lo prioritario es contribuir a ese Plan de Dios que su Hijo debe ejecutar y llevar a buen término.

4.- Las Bodas de Caná. Este texto nos revela la confianza de María en Jesús, se trata de creer en las propias posibilidades y en las capacidades del otro. Y esa confianza opera milagros, la transformación del agua en vino es una invitación a la renovación a transformar nuestras vidas en unas vidas que irradien alegría, plenitud y autenticidad.

5.- María al pie de la Cruz. Como María, los niños deben aprender a gestionar los obstáculos y las adversidades. No se trata de huir en los momentos críticos sino abrirnos y abrazar todo tipo de experiencias para aprender, crecer interiormente y evolucionar espiritualmente. Por eso en esta escena, María es un claro referente de fidelidad al amor ante el dolor y el sinsentido humano.

6.- María en Pentecostés. Como María, debemos gozar de los momentos de luz y de forma discreta contribuir a que lo bueno, lo noble, lo justo se manifieste. María es canal y vía del Espíritu, todos debemos como María ser vehículos de luz, brillar, irradiar y manifestar el amor de Dios latente en nosotros.

Aquí podemos usar tres versiones según la edad, el grado de madurez del alumnado o la motivación. 

Opción A. Les podemos dar los textos ya escritos

Opción B. Les podemos dar las citas bíblicas y que ellos se ejerciten en la búsqueda de los textos en la Biblia.

Opción C. Les damos solo el título o tema y ellos deben buscarlo todo.

3.3.- El trabajo a realizar por cada uno de los grupos consiste en:

        A.- Narrar todo el grupo de forma creativa al resto de compañeros lo que el texto bíblico nos cuenta.

B.- Realizar una actualización del texto asignado tratando de llevarlo a nuestra vida hoy. De nuevo cada grupo realiza una actuación original y actual del texto correspondiente. Puede ser una canción, un dibujo que se puede explicar, un diálogo, una entrevista, un spot publicitario….

3.4.- Reflexión conjunta y metacognición de todo lo aprendido. Cada alumno escribe o redacta en un cuaderno que será el diario de tutoría durante el resto del curso.

4.1.- Visualizamos el vídeo todos juntos. 

4.2.- Cada uno elige una de las frases y al finalizar formamos parejas y compartimos la frase con nuestro compañero-a. 

4.3.- Cada pareja comparte y se ayuda mutuamente para encontrar alguna experiencia o vivencia personal relacionada con cada una de las frases seleccionadas. ¿Qué personas te recuerda la frase?¿Algún momento o experiencia?

4.4.- Cada uno escribe en su diario la frase y la experiencia vinculada a dicha frase.