Número 13

EDITORIAL

Comenzó el fin de la pandemia

Con la aplicación de las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2, el pasado 24 de diciembre, comenzó el fin de la pandemia. Se inició un proceso que durará una buena parte de este nuevo año. Hacia el final del año 2020 se habían aplicado en México alrededor de 25,000 vacunas, todas destinadas al personal de salud de los servicios para COVID del sistema público de salud.

Este fin de año ha sido especialmente difícil para todo México, con un aumento muy importante en el número de nuevas infecciones. Particularmente, en la Ciudad de México se han registrado alrededor de 3,000 casos nuevos por día, propiciando que las autoridades capitalinas decretaran una cuarentena más estricta y hayan tenido que aumentar el número de camas hospitalarias con respiradores e incorporado personal de salud de otras partes del país y de Cuba.

El final de la epidemia será lento y todavía seguirá causando muchas infecciones y defunciones durante el 2021. En la medida en que vayan aumentando el número de personas inmunizadas combinadas la prevalencia poblacional de 25% de infección por SARS-CoV-2 identificada por la ENSANUT 2020—, nos iremos acercando a la ahora famosa “inmunidad de rebaño” necesaria para interrumpir la transmi- sión, que según estimaciones, se logrará cuando la cobertura de inmunidad en la población sea superior al 80%. Algunos países han estimado que podrían conseguir- la en abril de 2021; sin embargo, la estimación oficial en México la ubica en el pri- mer trimestre del 2022.

Para avanzar en el control de la epidemia, vamos a necesitar que se mantengan todas las medidas preventivas que conocemos: uso de cubrebocas, sana distancia física, limpieza de manos y aumento de la ventilación en espacios cerrados. Además, debe incrementarse significativamente el uso de pruebas diagnósticas tempranas que permitan el eficaz aislamiento de los infectados. Esto será difícil porque hemos visto que estas medidas se han desgastado. Preocupa que muchas personas hayan conti- nuado haciendo salidas innecesarias y mantenido reuniones familiares de fin de año. No ayuda que las más altas figuras políticas en México sigan sin usar cubrebocas en todas sus apariciones. Las infecciones seguirán aumentando como muestra el modelo del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), con un crecimiento constante de las defunciones, cuando menos hasta finales de enero.

Como hemos mostrado en el número pasado de este Boletín, México mantiene la más alta tasa de letalidad del mundo; y si tomamos en cuenta el exceso de muertes que reporta la Secretaría de Salud y diferentes investigadores, también tenemos una de las tasas de mortalidad por COVID-19 más elevadas del mundo. Las personas que estudiamos la salud pública seguiremos durante mucho tiempo revisando que nos ha llevado a esta situación.

Costará trabajo mantener el optimismo por el comienzo de la vacunación, en contraste con el crecimiento de casos y de defunciones. Nos ayudará que sigamos viendo en las redes sociales las fotos del personal de salud conmovido al recibir la vacuna. Para el personal de salud ya vacunado, la protección que la ciencia les otorga los pondrá en una situación paradójica: para ellas y ellos la epidemia ya terminó, para los demás, seguirá por todo el resto del año y probablemente más allá.

Carlos Magis Rodríguez

Editor

COVID-19 No.13 - 00 Boletín completo v2.pdf