EDUCAR.
Tengo la suerte de trabajar como profesor de educación secundaria. Ser docente es una profesión tan apasionante como difícil. Trabajar con personas, trabajar acompañando y ayudando a los adolescentes a forjar su propia personalidad, conlleva buenos y malos ratos y requiere, sobre todo, paciencia para esperar el tiempo y momento de cada uno. El contacto diario con adolescentes me ha enseñado a afrontar cada nuevo día y los retos que trae asociados con positividad: tienen, tenemos, toda una vida por delante.
INNOVAR.
La innovación metodológica es una constante en mi actividad docente. No podemos estar en las aulas igual que cuando yo era alumno, ni igual que cuando yo empecé hace más de 30 años. Ni siquiera estaría a gusto en una de mis clases de hace cinco años. Innovación metodológica apoyada, cuando es necesario, en la innovación tecnológica. Hago uso de las TIC cuando ayudan a colaborar, crear y compartir conocimiento, y hago uso de la tecnología PLG (papel – lápiz – goma de borrar) cuando es más adecuada para adquirir determinado concepto o procedimiento.
APRENDER JUNTOS.
Disfruto aprendiendo con mi alumnado, realizando con ellos y ellas la búsqueda de respuestas a preguntas nuevas. Son mis cómplices necesarios.
También aprendo con otros docentes presentes en Twitter, tiching o Procomún. Aprender juntos es un componente esencial de mi labor como docente. Además de ser un proceso estimulante y enriquecedor, es imprescindible para producir conocimientos relevantes.
COMPARTIR.
“Lo que no se comparte se pierde.” Comparto lo que aprendo y los materiales que utilizo a través de esta web y de las redes sociales, en congresos y jornadas de innovación educativa, en artículos de revistas y capítulos de libros y en el Máster en profesorado de la Universidad de Zaragoza.