Juan Gelman

Seguro

El poema da vueltas alrededor del cuarto.

Obtuso y persistente, dice.

Mira palabras, pero

no se deja mirar por ellas. Así

no irá a ningún lado. ¿Qué lluvia

acostada en un perro encontrará?

Ninguna. Se

sentirá más solo que un perro. El día

vendrá y él respirará aliviado

calentándose al sol. La

ciudad volverá a la locura

en un pecho más. Nadie

debe sufrir en septiembre, dice, y

la noche espera.


Juan Gelman enValer la pena, Ciudad de México [1996-2000]