Juan Gelman

Huelga en la construcción

Ni el vino fuerte de los mediodías

tomado al viento.

Ni la escalera, el sol, el aire.

Sobre el andamio está de pie el silencio.

Los hombres se miraron despacito

del corazón al hueso.

Se tocaron la muerte más abajo.

Decidieron.

Tal vez María llore estos asuntos.

Llorará para adentro.

Se ha de secar la cara con la noche.

El hombre no sabrá, una pena de menos.

El hombre mirará sus manos quietas,

dirá tengo o no tengo.

Crecerá de cojones para arriba,

puro de nuevo.

Puro esta vez que hay vino en el hermano,

pedacitos de pan en los ojos de Pedro.

En virtud de esta cosa

suele volverle el niño desde el pecho.

En virtud de esta cosa

el silencio de pie sobre el andamio

se sacaba el sombrero.


Juan Gelman en El juego en que andamos Buenos Aires [1957-1958]