Juan Gelman

Lamento por los pies de Carmichael O’Shaughnessy

carmicahel o’shaughnessy mi dios

con el camino en la mano era un planeta

girando y girando en la mañana cerrada

como cubierto de lirios y de trigos

 

¡ah carmichael!

qué grandes fierros le crecían en los pies

cuando se andaba al gallo primo cantor

y al segundo callado

 

a carmichael se le caían pedazos

de rabia pura de la cara

que iba dejando como árboles

que crecieron como árboles al costado del camino

 

no pájaros no vientos no señoras

les movían las ramas sino

años de mal amor y desgracia

años en que el amor viene mal

 

o mal y triste y destrozado como

la margarita que besó el león

a la solombra del atardecer

donde carmichael lloró un poco

 

por abajo por arriba por la ventanita

que nadie abre iba carmichael

con el camino en la mano como

paquete del dolor

 

hasta que un día los pies se le pusieron verdes

áhi carmichael paró

ya rojo ya mitad ya parecido

y dulce fue su desventaja

 

toda la sombra que cae de carmichael o’shaughnessy

pega en el suelo y se va al sol

pero antes canta como dos pechos de mujer

o sea canta canta


Juan Gelman en Los poemas de Sydney West (Traducciones III )[1968-1969]