Hugo Mujica
Sin oírnos
El sol declina
y la noche se anuncia
serenando las voces;
queda llegar hasta un silencio
jamás nombrado,
no para decirlo,
para escuchar sin oírnos
para acoger el olvido.
El sol declina
y la noche se anuncia
serenando las voces;
queda llegar hasta un silencio
jamás nombrado,
no para decirlo,
para escuchar sin oírnos
para acoger el olvido.