Hugo Mujica - Orillas

Afuera ladra un perro


a una sombra, a su eco

o a la luna

para hacer menos cruel la distancia.


Siempre es para huir que cerramos

una puerta,

es desierto la desnudez que no es promesa


la lejanía

de estar cerca sin tocarse

               como bordes de la misma herida.


Adentro no cabe adentro,

no son mis ojos

los que pueden mirarme a los ojos,

son siempre los labios de otro

                                 los que me anuncian mi nombre.