La artista conceptual María Teresa Cano nació en Medellín, Colombia, en 1960. Estudió arte en la Universidad de Antioquia, sede Medellín, graduándose en 1989. Atrajo la atención del público y la crítica con su obra Yo servida a la mesa. una comida, 1981), para la que preparó una comida utilizando un molde con sus rasgos faciales. Mientras caminaba modestamente entre los visitantes del museo que reían nerviosamente, se acercó a la mesa del banquete y comenzó a comer los platos moldeados de atún, gelatina y pastel que se parecían mucho a su rostro. Cano fue así sujeto y objeto de su propia obra. Después de Yo servida a la mesa, el cuerpo o la ausencia de él se convirtió en un tropo recurrente en su obra. Por ejemplo, el vago recuerdo de un cuerpo es evidente en la huella sepia que deja una plancha candente sobre lino blanco en Calor de hogar (Warmth of home, 1984) o en las huellas dejadas sobre un suelo empolvado en Distancias ( Distancias, 1990). Una versión más lúdica de su trabajo corporal, así como del uso de la comida en su práctica, surge con su performance Un sueño para niños (1982). Cano hizo realidad el sueño de todo niño cuando llenó la galería de algodón de azúcar e invitó a los niños del barrio a disfrutar del regalo.Su trabajo bidimensional de principios y mediados de la década de 2000 exploró avatares e iconografía de animales. Imágenes de lobos, ovejas, hormigas y ouroboroses (serpientes que se muerden la cola) aparecieron en la obra de Cano debido a su rico simbolismo, mitología y conexión con el arte, la literatura y lo onírico. En otros trabajos de principios de la década de 2000, continuó investigando el papel que puede jugar el arte fuera de la tradicional galería de cubos blancos. Con la ayuda de estudiantes y profesores de arte, Cano realizó una manifestación titulada Cada paso cuenta (Cada paso cuenta, 2000), que centró la atención en una comunidad de personas con discapacidades del desarrollo en Medellín. Del mismo modo, con Mi vida es privada, pública mi educación (My life is private, public is my education, 2002), el artista buscaba crear un nuevo modelo de activismo político y artístico. En 1981 Cano obtuvo el primer premio en el Primer Salón Arturo y Rebecca Rabinovich por Yo servida a la mesa, que reestrenó en 2009 para la inauguración del Museo de Arte Moderno de Medellín. En 1992 recibió otro premio en la 3ra Bienal de Arte Efímero, otorgada en el Museo Jesús Soto en Ciudad Bolívar, Venezuela. Cano vive y trabaja en Medellín.