EL EDIFICIO

Los edificios de las estaciones ferroviarias estaban clasificados según su importancia y el volumen de tráfico ferroviario que debían absorber. El edificio principal de la estación de Los Ramos-Alquerías pertenecía al grupo denominado de primera categoría, al igual que el de Alcantarilla, que es el que figura en el dibujo del encabezado.

La construcción, de 20 metros de longitud, presenta en fachada nueve arcos con un hueco en cada uno de ellos de 1,43 metros, a través de los que se accedía a las diferentes dependencias. Por cada uno de los arcos se accedía a una dependencia, salvo en el caso de los tres centrales, por el lado de la población, que daban acceso al vestíbulo y,  por el lado de las vías,  dos de ellos permitían la salida del equipaje facturado y otros dos el acceso a la sala de espera de los que viajaban en 2ª y 3ª clase.

En planta se divide, en horizontal, en dos crujías, es decir en dos volúmenes diferenciados, y en vertical, en tres cuerpos: el central destinado a vestíbulo y recepción, venta de billetes, facturación de equipajes y acceso a los andenes, y los laterales, que albergaban las dependencias destinadas al trabajo de los jefes de estación, la oficina del telégrafo, las salas de espera para viajeros de 1ª clase y de 2ª y 3ª clase y otras dependencias necesarias para los propios trabajadores de RENFE.

En el ámbito de la estación de Los Ramos-Alquerías había, además, una edificación destinada a cantina, de 7,50 metros de largo por 4,00 metros de fondo, que servía para atender a los viajeros, y otra destinada a aseos públicos, de 6,60 metros de largo por 3,00 metros de fondo. 

Había también dos pabellones de viviendas, cuatro de ellas estaban ocupadas por factores de circulación y factores, que eran los empleados que se ocupaban de la recepción, expedición y entrega de los equipajes y mercancías, aunque actualmente esas viviendas se encuentran alquiladas a personas no vinculadas al ámbito ferroviario, y otras cuatro estaban ocupadas, al principio, por personal de Vías y Obras y mozos de agujas; posteriormente fueron modificadas y transformadas en comedor y vestuario para los agentes, cochera y almacén para vehículos de Vías y Obras y materiales, así como para instalaciones de seguridad, para cambios, señales, etc. 

A finales de los años ochenta del siglo XX, el edificio de la estación fue modificado, tanto en el interior como en el exterior, y fue cuando desapareció la vivienda del jefe de estación para construir en su lugar unas oficinas, algunas ocupadas por la compañia Transfesa, vestíbulo y taquillas y, al otro lado, oficinas de circulación y de enclavamientos (los enclavamientos son los dispositivos que aseguran las fijeza de los mecanismos de las agujas y las señales).

Dentro del término municipal de Los Ramos, hubo cuatro casillas, que eran construcciones destinadas a vivienda de los guardas de paso a nivel, las cuales, antes de constituirse Los Ramos en pedanía, habían pertenecido a Zeneta, a Alquerías y a Torreagüera. Una, la número 33, estaba entre las estaciones Los Ramos-Alquerías y Zeneta y la ocupaba el capataz Juan Garrido Gómez; había otra entre Los Ramos y Torreagüera, a la entrada al pueblo, cuyo paso a nivel prestaba servicio al camino de las Palmeras y al camino de San Pedro y estaba ocupada por el guardabarreras Juan Marín y su familia. Otra se encontraba en las agujas de salida de la estación de Los Ramos-Alquerías, cuyo paso a nivel daba servicio a la antigua carretera de San Pedro a Murcia; la ocupaban Juan Miñarro y su familia. Por último, una cuarta se encontraba entre la carretera de San Javier y la de Zeneta, cuyo paso a nivel prestaba servicio para el tránsito de vehículos y personas para Zeneta y el camino de Casablanca.