INFINIDAD DE TRENES
Los tipos de máquinas y vagones que pasaron por la estación de Los Ramos-Alquerías fueron muy diversos. En muchos casos eran conocidos por la finalidad con la que viajaban, en otros se les denominaba por la marca y en otros por el tipo de combustible que utilizaban para propulsarse.
Desde los primeros trenes, llamados popularmente de carbonilla, porque en los vagones se introducían a través de las ventanillas abiertas las partículas de la combustión del carbón, hasta los últimos trenes más modernos y confortables, toda una diversidad de máquinas transitaron por la estación de Los Ramos-Alquerías.
Sus silbidos se distinguían entre sí y servían de reloj para los vecinos de la zona pues, según la hora, sonaba uno u otro.
Aquí recordamos algunos de ellos:
El Aguador: Transportaba agua del Taibilla. Ante él se formaban largas colas de mujeres y niños con calderos y garrafas para recoger el agua que se utilizaría más tarde para beber o cocinar.
El Catalán: Conectaba Barcelona con Granada. También era conocido como El Granadino.
El Correo: Era el tren que hacía el trayecto nocturno Murcia-Madrid parando en todas las estaciones y apeaderos para dejar o recoger las sacas con la correspondencia de cartas, paquetes y tarjetas postales. Iba escoltado por la Guardia Civil. Durante décadas fue el tren más utilizado por aquellos con una economía ajustada, entre los que se encontraban estudiantes y mozos de remplazo.
Las numerosas paradas (31 hasta Madrid), algunas destinadas para recargar de agua al tren, llamadas aguadas, y algunas con parada y fonda, y la reducida velocidad de las primeras locomotoras hacían que no fuera una travesía cómoda. Realizó su último viaje el 14 de febrero de 1995, cuando ya era un tren con poco uso.
En Los Ramos, la figura de Lorenzo, el cartero, se sigue recordando. Acudía puntualmente al tren a recoger el correo para repartirlo entre los vecinos de la localidad. A la estación de Los Ramos-Alquerías llegaba el correo no solo destinado a Los Ramos, sino también a Alquerías, Cabezo de la Plata y Zeneta.
El Economato: Llegaba a primeros de mes y estaba destinado a surtir a las familias de los ferroviarios de todo lo necesario para la alimentación y la limpieza a un precio económico.
El Ferrobús: Era un tren rápido, aunque más pequeño, menos confortable y más económico que el TALGO.
El Lavaculos o El Playero: Se llamaba así, popularmente, al tren que viajaba hacia Torre Pacheco y Los Alcázares y llegaba al Mar Menor, permitiendo a familias enteras disfrutar de un día de asueto a la orilla del mar.
Mercancías: se engloban en este término aquellos trenes encargados de trasladar productos pesados con destino a otras poblaciones y países. Antes del uso del fuel como energía de transporte, una gran máquina negra tiraba del tren y, enganchada a ella, una vagoneta contenía el carbón que iba consumiendo en el trayecto.
Trasladaban tango vigas, traviesas de madera, o vehículos, como animales vivos (corderos, caballos, bueyes y cabras e, incluso, pescado fresco). La máquina tiraba de una hilera de vagonetas abiertas, plataformas de ocho ruedas y vagones adecuados para el transporte de esas mercancías.
Dentro de esta denominación se englobaban:
Tren mineral, que trasladaba material de construcción, piedra y carbón, entre otros.
El Frutero: En el que se cargaban los productos recogidos en la huerta de la zona, que una vez organizados en las cajas para su transporte, eran entregados en lonjas, mercados y plazas de abastos de otros lugares.
Transfesa: Eran los trenes destinados, desde 1951, al transporte internacional de cítiricos con destino al centro y norte de Europa. En Los Ramos enganchaban al convoy vagones repletos de productos manipulados en los almacenes cercanos.
Tren cisterna, conocido también como El Petrolero: Iban y volvían de Escombreras, en Cartagena, hasta Madrid con carga de gas y otros productos de la refinería en largos convoys, lo que hacía frecuente que, a su paso, los conductores y vecinos se impacientaran esperando la apertura de las barreras del paso a nivel.
Militares: Tanto los que transportaban tanques, armas, vehículos y material militar, que eran un auténtico espectáculo para los vecinos cuando se detenían a maniobrar o a dejar paso a otros trenes, como los que trasladaban a los militares que iban o volvían de maniobras.
El Pájaro Azul: Hacía el trayecto Cartagena-Madrid. Era también un tren correo. Se le llamaba así por el color de sus vagones.
El Rápido: Hacía el mismo trayecto que el Pájaro Azul pero en otro horario.
El Vendimiador: Se destinaba al traslado de los españoles que iban a Francia a trabajar en la recogida de la uva.
El Tren de Lourdes o Tren de la Esperanza: Llevaba al santuario de Lourdes, en Francia, a los enfermos que veían en el destino una posible curación a su dolencia. Iban acompañados por familiares, médicos y enfermeras. En el andén se quedaba un revuelo de pañuelos blancos que rezaba por que esa cura fuera una realidad.