INFINIDAD DE TRENES

Los tipos de máquinas y vagones que pasaron por la estación de Los Ramos-Alquerías fueron muy diversos. En muchos casos eran conocidos por la finalidad con la que viajaban, en otros se les denominaba por la marca y en otros por el tipo de combustible que utilizaban para propulsarse.

Desde los primeros trenes, llamados popularmente de carbonilla, porque en los vagones se introducían a través de las ventanillas abiertas las partículas de la combustión del carbón, hasta los últimos trenes más modernos y confortables, toda una diversidad de máquinas transitaron por la estación de Los Ramos-Alquerías. 

Sus silbidos se distinguían entre sí y servían de reloj para los vecinos de la zona pues, según la hora, sonaba uno u otro.

Aquí recordamos algunos de ellos:

Las numerosas paradas (31 hasta Madrid), algunas destinadas para recargar de agua al tren, llamadas aguadas, y algunas con parada y fonda, y la reducida velocidad de las primeras locomotoras hacían que no fuera una travesía cómoda. Realizó su último viaje el 14 de febrero de 1995, cuando ya era un tren con poco uso. 

En Los Ramos, la figura de Lorenzo, el cartero, se sigue recordando. Acudía puntualmente al tren a recoger el correo para repartirlo entre los vecinos de la localidad. A la estación de Los Ramos-Alquerías llegaba el correo no solo destinado a Los Ramos, sino también a Alquerías, Cabezo de la Plata y Zeneta.

Trasladaban tango vigas, traviesas de madera, o vehículos, como animales vivos (corderos, caballos, bueyes y cabras e, incluso, pescado fresco). La máquina tiraba de una hilera de vagonetas abiertas, plataformas de ocho ruedas y vagones adecuados para el transporte de esas mercancías.

Dentro de esta denominación se englobaban: