El barrio de la Estación, de Los Ramos, forma una entidad separada de la población de Los Ramos por la vía del tren. Está situado frente a la estación, entre la huerta y las vías del ferrocarril. 

Antes de que Los Ramos fuese pedanía, este barrio perteneció a Alquerías, en lo político, y a la parroquia de Torreagüera, en lo religioso.

Era un barrio donde la mayoría de las familias estaban vinculadas al ámbito ferroviario. Tenía muchos pequeños comercios (en los años setenta del siglo XX había ocho tiendas de comestibles, dos panaderías, una pescadería tres tiendas de ropa, mercería y regalos y siete u ocho bares.

Cuando, por la noche, los trenes estaban de maniobras y situados en las vías muertas, las máquinas quedaban en funcionamiento, lo que producía un ruido que los vecinos del barrio tenían asumido y que no les impedía dormir; al fin y al cabo, desde muy pequeños estaban familiarizados con los silbidos del tren. 

Para los niños, la estación era uno de los lugares preferidos de juego, colándose entre los vagones que estaban parados y subiéndo a la máquina para que el maquinista les enseñara su funcionamiento; también se quedaban embelesados viendo echar el carbón.

El jefe de estación, al que se recuerda con cariño, tenía mucha amistad con los vecinos del barrio; incluso les ofrecía el agua almacenada en el aljibe de la estación, que la llevaban desde el Taibilla.

  Hasta los años sesenta del pasado siglo no hubo protección entre las viviendas del barrio y las vías. Sin embargo, a partir de ese momento, en el que empezaron a utilizarse las máquinas que utilizaban el diésel como combustible y que, por tanto, eran mucho más rápidas, se construyó un muro con barandilla para evitar accidentes, aunque nunca hubo ninguno en el que se vieran implicados los niños.

Muchas familias de este barrio tienen o han tenido algún ferroviario en casa, y la estación ha formado parte de sus vidas, tejiendo los silbidos de los trenes con el quehacer diario y abriendo una pequeña ventana al mundo desde este pequeño rincón de Los Ramos.