Durante el siglo XX el tren fue un medio de transporte muy utilizado por los vecinos de Los Ramos y de otras poblaciones próximas, sobre todo durante los años en los que se carecía de vehículo propio, no se contaba con servicio regular de autobuses ni existía una gran flota de camiones.

En el andén se sucedían todo tipo de viajeros, con diferentes destinos y diferentes motivaciones, que conformaban un mundo particular.

Utilizaron el tren las familias en viajes de visita, a médicos, de ocio o de compras; los estudiantes, para acudir a sus clases en institutos, academias y universidad; los militares, que iban o volvían de Cartagena y de Rabasa (Alicante), donde cumplían su instrucción. 

También muchos comerciantes hacían en tren sus viajes de negocios o se valían de él para enviar sus mercancías a otras localidades.

A final de verano eran muchos los vecinos que, con el sueño de obtener un ingreso extra que les permitiera llevar una vida mejor, montaban en el que los llevaba a la vendimia francesa.

Era también un medio utilizado por familias y grupos escolares para pequeñas excursiones y para ir a la playa a pasar el día.

Artistas. políticos y personajes célebres que usaban este transporte hacían trasbordo en la estación de Los Ramos, tomando un respiro en la cantina de la estación y entablando conversación con la gente del lugar.

Por supuesto, era usado por los propios trabajadores de las compañías ferroviarias para acudir a sus lugares de trabajo, sin descontar que cada ferroviario disponía de un billete denominado kilómetrico, que le permitía, a él y a su familia, utilizar el tren de forma gratuita.

Los vecinos utilizaban los andenes como lugar de paseo donde encontrar a amigos y conocidos y donde pasar las tardes del domingo charlando y viendo pasar los trenes.