LA ESTACIÓN DE LOS RAMOS-ALQUERÍAS


Todo núcleo poblacional tiene elementos alrededor en los que se desarrolla la vida social, económica y política de la localidad. Son edificios o instalaciones en torno a los cuales los vecinos se reunen a compartir lo cotidiano y a intentar buscar solución a los problemas que les preocupan y, a menudo, son construcciones que gozan de valor patrimonial, ya sea artístico o histórico.

En la mayoría de los casos, son los edificios de los ayuntamientos, las iglesias parroquiales, los centros culturales y los parques los que aglutinan y propician este tipo de encuentros.

En la pedanía murciana de Los Ramos hubo, durante todo el siglo XX, una infraestructura alrededor de la cual giró la vida de los vecinos. La estación del ferrocarril, que tuvo papel relevante en el trazado ferroviario, por ser el nudo en el que se cruzaban las líneas que procedían de Madrid y de la zona levantina, constituyó un importante motor económico de Los Ramos y alrededores al favorecer la exportación de los productos hortofrutícolas, proporcionando trabajo a muchas familias y facilitando la conexión con otras poblaciones. Sus instalaciones fueron utilizadas, además, por muchos jóvenes para dejarse ver y para compartir los ratos de ocio.

El transporte aéreo, la mejora de las carreteras y los nuevos trenes, más rápidos y eficaces, que exigen nuevos trazados, favorecieron que, tras más de cien años de actividad, la estación fuera cerrada, al igual que otras muchas, y el espacio donde descansaban los raíles fuera convertido en una vía verde que, a día de hoy, es frecuentemente utilizada para pasear y hacer ejercicio.

El edificio principal de la estación se encuentra actualmente en un patente estado de abandono; las hierbas crecen a su alrededor y los grafitis dibujan la sensación de dejadez.

En el taller Costumbres e Historia de Los Ramos, perteneciente al programa de talleres municipales del Ayuntamiento de Murcia, hemos indagado en su trayectoria y recuperado los recuerdos de los vecinos, que se entrelazan con la actividad ferroviaria. 

El edificio, que se enmarca dentro del considerado patrimonio industrial, puede ser recuperado y destinado a dar a conocer tanto el patrimonio inmaterial que supone su vinculación con la vida de la vecindad, como su función en el entramado de las líneas de ferrocarril que impulsaron la mejora económica del país, en un momento en el que las vías de hierro eran la autopista de la comunicación; cuando los caminos y carreteras todavía no constituían un medio óptimo de conexión entre poblaciones.