Durante muchísimos años –siglos más bien– la función de la literatura en la escuela era contribuir a la formación de una conciencia nacional en la ciudadanía. De ahí que en España se estudiara Historia de la literatura española; en Francia, Historia de la literatura francesa; en Italia, Historia de la literatura italiana, etc. Aunque en los últimos tiempos los preámbulos de las leyes atribuyen otra función a la educación literaria – “hacer de los escolares lectores cultos y competentes, implicados en un proceso de formación lectora que continúe a lo largo de toda la vida y no se ciña solamente a los años de estudio académico” (LOMCE)– lo cierto es que los textos que conforman el canon literario de la escuela siguen siendo los mismos que hace doscientos años.

Por otra parte, nuestras sociedades son hoy plurales y mestizas, y nuestras identidades, múltiples y diversas. ¿Cuál es la identidad nacional de quien nació en un país y creció en otro, o la de aquellos cuyos padres nacieron en contextos geográficos y culturales diferentes de los suyos propios? ¿Qué hacemos con una tradición cultural que solo cuenta con referentes amorosos de carácter heterosexual? ¿Cómo se construye la sentimentalidad de quienes desbordan estos moldes? Y aún hay más. ¿Es nuestro color de piel un factor determinantes en la construcción de nuestra identidad? ¿En qué circunstancias? La literatura tiene mucho que ver también con la construcción social de los géneros, ¿no os parece? 

En este módulo nos acercamos a textos literarios que depositan en la identidad –a veces diversa, a veces conflictiva, a veces contradictoria– el peso de su historia.

Algunos de los fragmentos que vais a leer indagan en lo que de nosotros dice nuestro pasaporte; otros, en nuestras raíces familiares –su nacionalidad, su lengua, su religión–; otros, en la condición de hombres o mujeres, inmigrante o refugiado, blanco o negro... Muy probablemente al hilo de su lectura será inevitable que reflexionéis acerca de vuestra propia identidad, acerca de quiénes sois. 

La tarea que os proponemos es que a lo largo de las próximas semanas elaboréis un fotolibro en que vayáis dando cuenta, a través de imágenes, de vuestras filiaciones -de qué sois hijos: uno o varios países, una o varias lenguas, una o varias o ninguna religión, etc-, y cuáles son vuestras "afiliaciones" -aquellos rasgos de vuestra identidad libremente elegidos: ecologista o madridista o vegetariana o violinista o cinéfilo... Vaya, de aquellos rasgos que sentís que os definen-.

Os proponemos como ejemplo el fotolibro que Rubén H Bermúdez, fotógrafo madrileño, elaboró a propósito de su condición de joven negro. En Y tú, ¿por qué eres negro? reflexiona, sobre todo a partir de imágenes, en torno una triple pregunta: ¿Por qué soy negro? ¿Qué significa ser negro? ¿Cuál es la construcción que se ha hecho en Occidente de la negritud? En este enlace (minuto 13:47 en adelante) podéis acceder al magnífico reportaje que sobre Rubén H. Bermúdez emitió Televisión Española en enero de 2019 .

¿Qué pasos podéis seguir para elaborar vuestro fotolibro? 

• En primer lugar, seleccionad aquellos rasgos de vuestra identidad que mejor os definen. Podéis centraros, si así lo deseáis, en solo uno de ellos. El recorrido a lo largo de los textos que os proponemos os brindará claves para esta selección.

• En segundo lugar, buscad imágenes que ilustren esos rasgos de vuestra identidad que habéis querido destacar: pueden ser de vuestro álbum de fotos familiar, pero pueden proceder también de los medios de comunicación, la publicidad, el cine, etc.

• En tercer lugar, escribid unas tres o cuatro líneas para cada una de las imágenes elegidas, a fin de ilustrar el porqué de cada elección y qué vinculación tiene con vuestra identidad.

• Buscad –o cread– un cuaderno bonito y disponed las imágenes y las palabras en el formato que más os guste.

• ¡Compartidlo, por lo menos, con el resto del grupo!