Presentación al alumnado

Estáis a punto de iniciar un "curso de literatura universal". ¿Qué os ha traído hasta aquí? ¿Qué os gustaría encontrar? Antes de iniciar una andadura compartida, estaría bien poner en común expectativas y deseos. 

Es muy probable que hasta ahora vuestra experiencia literaria en Secundaria haya oscilado entre dos polos: de un lado, el recorrido enciclopédico por las obras y autores más famosos de la historia de la literatura española; de otro, algunos títulos de la literatura infantil y juvenil más reciente. Comprobémoslo: decid en voz alta los nombres de autores y libros leídos o aludidos en los últimos cursos. 

Casi con toda seguridad, no serán los que os acompañen cuando dejéis atrás el instituto. ¿A qué mapas recurriréis entonces cuando queráis elegir qué libro leer en un futuro? Dicho con otras palabras, ¿hasta qué punto influye la literatura que estudiamos en el instituto en nuestros hábitos lectores más personales? ¿Qué o quiénes nos sirven de guía: amistades, familiares, recomendaciones leídas en la web, descubrimientos azarosos en una librería o en una biblioteca? 

Por cierto, ¿os consideráis muy lectores, poco lectores... o nada lectores? Os proponemos dedicar una sesión a dialogar acerca de vuestras preferencias lectoras, títulos favoritos, últimos libros leídos, etc. Nuestra realidad como lectores ha de ser sin duda el punto de partida para este camino conjunto que estamos a punto de empezar.

Y ahora un poco de autocrítica. En la escuela a menudo olvidamos que entre los clásicos nacionales y la literatura juvenil de más rabiosa actualidad hay un precisosísimo territorio por explorar: el de los clásicos de la literatura universal. Abrir el canon literario de la escuela -el corpus de libros "que debieran ser leídos"- nos permite trazar itinerarios de lectura mucho más vinculados al emplazamiento lector adolescente -a vuestros gustos, necesidades e inquietudes- y a los desafíos del mundo en que vivimos. Pero... ¿Qué es un clásico? ¿Quién lo decide y por qué? ¿Son "los clásicos" los mismos en todos los países? ¿Y en todas las épocas? Es decir, ¿se trata de un corpus cerrado e inmutable o es, por el contrario, algo abierto y cambiante? ¿Hay que estudiarlos cronológicamente o es preferible leerlos desordenadamente? 

Para reflexionar acerca de qué entendemos por clásico, así como para pensar después cómo construir itinerarios de lectura que nos ayuden a familiarizarnos con esa "biblioteca colectiva de la Humanidad" os ofrecemos una actividad inicial en tres tiempos: un coloquio, un juego y una propuesta. ¡En equipos, claro!

Coloquio: ¿Por qué leer a los clásicos?

1. Hablemos de los clásicos... 

¿Qué entendemos por "clásico"? ¿Si hablamos de "música clásica", qué nombres nos vienen a la cabeza? ¿Y a qué obras, a qué artistas nos referimos cuando hablamos de "arte clásico"? ¿Cuáles son los "clásicos de la literatura"? ¿Hay "clásicos" en Ciencia? 

Dos definiciones de "clásico" suelen convivir en el imaginario colectivo: por una parte, lo relativo a la Antigüedad griega y romana; por otra, aquello que se sigue percibiendo como vivo pese al paso de los siglos. Los clásicos de la literatura según esta segunda acepción son aquellos libros de los que todos sabemos algo aun sin haberlos leído (El Quijote, Los viajes de Gulliver, Los tres mosqueteros, Romeo y Julieta, Robinson Crusoe, Alicia en el País de las Maravillas...); los libros que han dado lugar a "yacimientos de metáforas" (vivir una odisea, un suceso kafkiano, un episodio surrealista, una escena dantesca; tener un talón de aquiles...); los libros, en fin, que se siguen leyendo muchos siglos después de la muerte de sus autores. 

2. ¿Qué han dicho...?

Veamos lo que acerca de los clásicos en literatura han dicho dos de los más célebres autores del siglo XX. Subrayad las tres frases que más se acerquen a lo que vosotros entendéis por clásico.

En el ensayo titulado Por qué leer a los clásicos, Italo Calvino (1923-1985) va dando algunas definiciones de lo que para él es un clásico, seguidas de una breve justificación. Transcribimos las definiciones:

I. Los clásicos son esos libros de los cuales se suele oír decir: «Estoy releyendo...» y nunca «Estoy leyendo ...».

II. Se llama clásicos a los libros que constituyen una riqueza para quien los ha leído y amado, pero que constituyen una riqueza no menor para quien se reserva la suerte de leerlos por primera vez en las mejores condiciones para saborearlos.

III. Los clásicos son libros que ejercen una influencia particular ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual.

IV. Toda relectura de un clásico es una lectura de descubrimiento como la primera.

V. Toda lectura de un clásico es en realidad una relectura.

VI. Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir.

VII. Los clásicos son esos libros que nos llegan trayendo impresa la huella de las lecturas que han precedido a la nuestra, y tras de sí la huella que han dejado en la cultura o en las culturas que han atravesado (o más sencillamente, en el lenguaje o en las costumbres).

VIII. Un clásico es una obra que suscita un incesante polvillo de discursos críticos, pero que la obra se sacude continuamente de encima.

IX. Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad.

X. Llámase clásico a un libro que se configura como equivalente del universo, a semejanza de los antiguos talismanes.

XI. Tu clásico es aquel que no puede serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación y quizás en contraste con él.

XII. Un clásico es un libro que está antes que otros clásicos; pero quien haya leído primero los otros y después lee aquél, reconoce en seguida su lugar en la genealogía.

XIII. Es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo.

XIV. Es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone.

Concluye el texto, cuya lectura íntegra os recomendamos, con estas líneas:

"La única razón que se puede aducir es que leer los clásicos es mejor que no leer los clásicos.

Y si alguien objeta que no vale la pena tanto esfuerzo, citaré a Cioran (que no es un clásico, al menos de momento, sino un pensador contemporáneo que sólo ahora se empieza a traducir en Italia): «Mientras le preparaban la cicuta, Sócrates aprendía un aria para flauta. "¿De qué te va a servir?", le preguntaron. "Para saberla antes de morir"»".

El escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) es el autor de la segunda reflexión:

Clásico no es un libro (lo repito) que necesariamente posee tales o cuales méritos; es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad.

Un juego: Inicios célebres

1. Hagamos un juego para ver cómo de familiarizados estáis con la literatura clásica. ¿Seríais capaces de enlazar estos famosísimos comienzos con la obra a que pertenecen y sus respectivos autores? 

INICIOS

1. 

"Llamadme Ismael.” 

2. 

"Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto."

3

“Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su manera.”

4. 

"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo."


5. 

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.


6. 

"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: "Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias". Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer."

7. 

“Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves —se cumplía la voluntad de Zeus—desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.”

8. 

"Es una verdad universalmente aceptada que un soltero con posibles ha de buscar esposa"


9. 

“Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de la infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás gilipolleces estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada.”

10. 

“¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? 

11. 

"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

12. 

"Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos, era el siglo de la locura, era el siglo de la razón, era la edad de la fe, era la edad de la incredulidad, era la época de la luz, era la época de las tinieblas, era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperación, lo teníamos todo, no teníamos nada, íbamos directos al Cielo, íbamos de cabeza al Infierno: era, en una palabra, un siglo tan diferente del nuestro que, en opinión de autoridades muy respetables, solo se puede hablar de él en superlativo, tanto para bien como para mal". 

OBRAS

A
E
I
B
F
J
C
G
K
D
H
L

AUTORES

Albert Camus
Frank Kafka
Vladimir Nabokov
Miguel de Cervantes
Gabriel García Márquez
Edgar Allan Poe
Charles Dickens 
Homero
Lev Tolstói
Jane Austen
Herman Melville
J.D. Salinger

Una propuesta: Desplazar el centro

1. Investigad la nacionalidad de los autores -y la autora- del juego precedente. ¿A qué ámbito geográfico y cultural pertenecen? ¿Y los del panel que rellenasteis tras el coloquio inicial?

2. Coged un libro de texto de Lengua y Literatura de 3º o 4º de ESO o de bachillerato. Las obras y autores que ahí aparecen ¿a qué ámbito geográfico y cultural pertenecen? ¿Hay autores europeos, asiáticos, africanos, americanos? ¿Cuál es la proporción entre hombres y mujeres?

3. ¿Podrían las cosas ser de otra manera? Argumentad vuestras respuestas. Veamos luego lo que dice al respecto el escritor keniano Ngũgĩ wa Thiong’o.

"A partir de todo lo expuesto llegamos al tema que subyace en los ensayos aquí reunidos y que da título al libro: la necesidad de desplazar el centro. Cuando hablo de desplazar el centro lo hago en, al menos, dos sentidos posibles. Uno es la necesidad de desplazar el centro del lugar que se ha asumido como tal, Occidente, a una multiplicidad de esferas en todas las culturas del mundo. [...].  El segundo sentido al que me refiero al hablar de "desplazar el centro" es aún más importante, [...]. En la actualidad, dentro de cada nación, el centro se encuentra localizado en el estrato social dominante, una minoría burguesa y masculina. [...]. Es necesario desplazar el centro de las minorías de clase establecidas en el interior de cada nación a los centros verdaderamente creativos entre las clases trabajadoras, en condiciones de igualdad racial, religiosa y de género." Ngũgĩ wa Thiong’o

Por nuestra parte, y en la línea de Ngũgĩ wa Thiong’o, pretendemos abrir el currículo de la asignatura, hasta ahora centrado exclusivamente en la literatura occidental, a otras voces y otros entornos culturales, y dar cabida al fin también a la literatura escrita por mujeres. Nuestra aproximación a la literatura universal prescinde además del criterio cronológico, aunque no a la voluntad de insertar los textos en su contexto histórico, cultural y artístico.

El criterio que hemos seguido a la hora de presentar los fragmentos seleccionados es de carácter temático: hemos buscado obras que reflexionan en torno a un mismo problema o que recurren a unos mismos cauces expresivos. Y de la misma manera que desde hace miles de años el ser humano ha tenido que trazar vínculos entre unas estrellas y otras para poder "leer el firmamento", así nos hemos inclinado por diseñar un puñado de constelaciones literarias que pudierais "ver" con nitidez desde vuestro propio horizonte lector. El título de cada una de las constelaciones ‒Encerradas: Mujeres y literatura; Frente al poder; El arte del relato; Identidades plurales, diversas y mestizas; etc.‒ hace referencia al hilo conductor escogido en cada caso. Confiamos en poder daros a conocer un buen puñado de títulos de interés en ese afán de combinar el fomento de vuestro hábito lector y vuestra educación literaria. Tiempo habrá para que el día de mañana tracéis vuestros propios itinerarios en este infinito firmamento de clásicos. Nuestro deseo es que podáis seguir siendo lectores autónomos, cultos y comprometidos más allá de los años de la escolarización obligatoria.