La historia de la fabricación de ARMIN STROM comenzó con la de su fundador. Armin Strom nació en las pintorescas colinas de Emmental en 1938.
Dejó la panadería de su padre para aprender el oficio de relojero. Durante su juventud, esta profesión le permitió vender sus relojes en centros turísticos conocidos como St. Moritz, donde sus servicios fueron apreciados por una clientela muy exigente. Sin embargo, en 1967 una oportunidad no soñada fue para cambiar su destino: pudo comprar una tienda en la ciudad medieval de Berthoud. Esta tienda, con un gran taller, era el lugar ideal para establecer un negocio donde pudiera dedicarse a lo que se había convertido en una pasión cada vez más consumidora para el maestro relojero: trabajar en relojes para mejorarlos y agregar más funciones.
Al principio, llevado a cabo durante su tiempo libre, los resultados de esta línea de trabajo pronto se exhibieron en la ventana, atrayendo clientes. Armin Strom comenzó entonces a establecerse como un nombre que era sinónimo de atención al detalle. Fue una firma que dio pleno significado a la expresión "la paciencia de un orfebre". Esto fue seguido por un gran reconocimiento: ensambladores de todo el mundo y las marcas más grandes hicieron pedidos con el hombre que a estas alturas era conocido como el "maestro de la esqueletización".
Este éxito personal le dio a Armin Strom la oportunidad de superar un nuevo desafío: compartir y transmitir su arte para mantenerlo vivo. Para hacerlo, estableció una asociación con Willy Michel, un industrial y amante de la relojería, fundando la empresa ARMIN STRONG AG en 2006. Al la cabeza de esta nueva entidad estaba el hijo de Willy, Serge Michel, junto con el fabricante Claude Greisler. Su visión moderna de la relojería, combinada con los valores inquebrantables del fundador de la marca, llevó a un nuevo desarrollo gracias al cual ARMIN STROM AG ahora ofrece una versión completamente nueva de la esqueletización.
Unas veinte personas trabajan en las instalaciones de la fabricación de alta tecnología, que se inauguró en Bienne en 2009. La producción se centra exclusivamente en ediciones limitadas, reunidas en colecciones presentadas anualmente en Baselworld y vendidas en todo el mundo. Armin Strom se retiró en 2011, a la edad de 74 años. Ha transmitido con éxito su pasión, determinación e integridad a la próxima generación, y estas cualidades se encuentran en el diseño de todos y cada uno de los relojes ARMIN STROM.