De sol a sol

Parece que este país y esta tierra andaluza está condenada a reproducir el modelo de explotación secular de la clase trabajadora, especialmente de las jornaleras y jornaleros andaluces: el trabajo de sol a sol y los salarios de miseria.

Y digo esto porque el otro día tuve una conversación, con alguien que vino a mi casa a realizar un arreglo, en la que me comentó que ya no se “encuentran trabajadores ni para la construcción,... claro, con la paguita… No sé, cuando aquí siempre se ha trabajado de sol a sol”. Tocado y hundido.

Yo le argumenté que para mi el problema no es que no se encuentren trabajadores sino que les ofrecen poco salario, y le comenté una noticia que había leído recientemente en la que una empresa ofrecía un sueldo de 1.500 €, pago de alquiler y alguna ventaja más que no recordaba y que se habían visto desbordados por lo que tenían hasta ¡¡¡lista de espera!!!

Y es que el modelo de explotación laboral semiesclavista está tan arraigado en el imaginario colectivo que resulta que el problema no es la explotación abusiva de la mano de obra, sino que l@s trabajador@s ya no se quieran dejar explotar. Y ahí es donde está el quid de la cuestión. Se ha desarrollado un modelo de empleo muy conveniente para el empresariado donde se fomenta el paro y el trabajo precario (en tiempo y salario) para poder tener mano de obra abundante y barata que explotar y conseguir más beneficios, con lo que indirectamente se está fomentando la economía sumergida para completar los salarios de miseria. Y el problema, como dije antes, es que la gente piensa que el problema es que no se quiere trabajar y no que se ofrecen salarios y condiciones de trabajo miserables. Todo por la pasta.

Este modelo y este imaginario es muy difícil romperlo porque está muy arraigado, pero se dan pasos para ello. Por ejemplo, el salario mínimo y el ingreso mínimo vital son dos herramientas claves (sobre todo si se desburocratizara el segundo) para intentar evitar ese modelo de abuso laboral porque ofrecen unas condiciones vitales mínimas (muy mejorables en ambos casos) para no tener que someterse al esclavista de turno. Y eso es lo que no soportan los que siglo tras siglo se han beneficiado de una mano de obra abundante y barata, pagando salarios de miseria y consiguiendo grandes y escandalosos beneficios. Si un trabajador cobra el impuesto mínimo vital de 800€, por ejemplo, no va a aceptar una oferta de empleo que le pague menos y en condiciones abusivas, pero sí le ofrecen 1300€ y buenas condiciones, lo hará porque además le proporcionará más oportunidades laborales en un futuro.

Así que vamos a ir cambiando el modelo, laboral y mental, del trabajo a destajo, de sol a sol y con salarios de miseria hacia un modelo de condiciones de trabajo y de salario dignas que no obligue a trabajar de sol a sol y donde se destierre definitivamente esa idea que tanto interesa a algun@s para seguir ganando dinero a espuertas explotando a l@s demás. Si, como piensan algun@s, "siempre se ha trabajado de sol a sol", creo que ya es hora, en pleno siglo XXI, de acabar con ese sistema tan conveniente para el contratante y tan humillante para el contratado.

Adelantando por la izquierda.

Salud!!!