Ordenando papeles ahora que terminamos el curso me encontré hace unos días con un folleto de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de Lebrija que se publicó en la primavera de 2004 y en el que tuve el honor de participar escribiendo su texto. Y como hoy, 14 de junio, es el Día de la Memoria Democrática quiero compartirlo para recordar el genocidio sistemático cometido contra la clase trabajadora y los demócratas en ese primer momento en Andalucía.
La represión ejercida por el bando sublevado y traidor durante el verano de 1936 fue implacable y rápida y “a pesar de que en Lebrija no hay voy incidentes graves, se produce el asesinato de 484 personas de izquierdas convirtiéndose en el segundo pueblo de la provincia de Sevilla con mayor número de víctimas detrás de Constantina. La represión se hace de una forma fría y sistemática con los objetivos de eliminar físicamente a todos los miembros más destacados y activos del movimiento obrero anarquista y republicano de Lebrija e implantar un régimen de terror para paralizar cualquier tipo de resistencia de los sectores populares. El odio y la crueldad en la represión fue terrible y se produjo de manera sistemática y fría con el objetivo de eliminar a los miembros más destacados de los movimientos de izquierda de Lebrija. La mayor parte de los asesinados en Lebrija pertenecen a la AGT”
Podemos seguir el relato de los hechos en este ENLACE que, como el texto entrecomillado anterior, pertenece a la obra Lebrija entre dos siglos: de la Revolución Gloriosa a la Democracia 1868-1979 de Manuel Pulido Matos. Y, de todas formas me gustaría, por no alargar esta entrada, destacar dos casos, el del Alcalde Antonio Calvo Ruiz y el de "Clara"
"En los primeros días de la sublevación militar y con la ocupación de Lebrija por las tropas de Queipo de Llano, el alcalde Antonio Calvo Ruiz intentó subir a Gibraltar por el río Guadalquivir pero fracasado el intento estuvo oculto en Lebrija en casa de su hermana Andrea en un cine de verano situada en el callejón de las Monjas. Como fruto de una intensa búsqueda y amenazas a sus familiares y amigos del pueblo, algunos falangistas lo detuvieron y después de varios días encarcelado en las dependencias de la Falange fue asesinado en la madrugada del 3 de septiembre de 1936 después de sufrir horribles mutilaciones de ambas orejas y dedos de las extremidades en la carretera comarcal de Lebrija a Sanlúcar de Barrameda. Según todos los testimonios consultados, las orejas arrancadas a Antonio Calvo fueron utilizados como elemento de diversión y burla por parte de sus asesinos".
"Uno de los casos más que más antes Un lado la conciencia de los lebrijano es el asesinato de María Luisa González Muñoz conocida popularmente como “Clara”. María Luisa fue acusada de ser simpatizante de los partidos marxistas y de ser una habitual asistente a los actos públicos de los partidos de izquierda. Cuando es detenida por los falangistas es madre de un niño pequeño, el cual permaneció con ella en el periodo que estuvo detenida en la cárcel municipal de la calle Peña. En los últimos días del mes de agosto, “Clara” es subida a un camión y conducida a Las Cabezas de San Juan y, después de ser violada en varias ocasiones, es asesinada con un tiro a bocajarro en el vientre. Su cuerpo sin vida permaneció varios días en la cuneta."
Acompaño estas referencias con varios vídeos elaborados para tratar el tema en clase y que puedes ver en este ENLACE y con las imágenes del folleto mencionado al principio.
La Memoria Histórica y Democrática no es levantar heridas, es cerrarlas. No es revancha o venganza, es Verdad, Justicia y Reparación. Y ni la verdad, ni la justicia, ni, lógicamente, la reparación, les interesa a los herederos ideológicos de los verdugos.