“La función de la educación es enseñar a pensar intensa y críticamente. Formar inteligencia y carácter – esa es la meta de la verdadera educación”. - Martin Luther King, Jr.
El proceso de enseñanza-aprendizaje es uno único y particular, tanto para los estudiantes como para los docentes. Es por ello que cada salón de clase recobra vida por el estilo y personalidad del maestro y sus estudiantes. Este proceso de aprendizaje se vuelve único por la filosofía de vida del maestro, en unión a su filosofía educativa. ¿Qué significa esto? El docente tiene que tomar en consideración los aspectos sociales, las virtudes éticas, el proceso de enseñanza, y su rol en dicho proceso, entre otros aspectos de gran impacto e influencia.
La sociedad tiene un rol significativo en el ámbito escolar y en el crecimiento y desarrollo de cada integrante que la componen, como los estudiantes, familiares, y docentes. Siendo el aula un representante micro de la sociedad, los valores y enseñanza que promueva el maestro representa lo que éste quiere que se refleje en la sociedad. Por ende, recae en el maestro sembrar los valores.
Al igual que Platón, parto de la premisa de que todos los seres humanos nacemos con capacidades distintas. Con esto, cada maestro tiene el deber de desarrollar las potencialidades de cada estudiante y a su vez establecer un respeto por la diversidad entre los pares. De esta forma, estos estudiantes seguirán con esta línea de pensamiento durante su desarrollo personal y profesional; y con éxito lo seguirán suscitando como un valor esencial dentro de la sociedad. De esto cumplirse, siempre tendrá peso las diferencias intrínsecas que existen entre los individuos, alcanzando la igualdad de oportunidades de desarrollo.
Considero que la educación debe tener un papel protagónico en la sociedad. Por ende, toda educación debe de ser pública, gratuita y de excelencia, así como lo pensaba Aristóteles. Sin embargo, deberían haber escuelas o currículos centrados en los talentos, habilidades e intereses de los estudiantes. De esta forma, los estudiantes se disfrutan más el proceso de aprendizaje. Esto no quiere decir que se eliminarán los conceptos o materias básicas de estudio, sino consiste en buscar diferentes maneras de integrar las materias a los intereses de los estudiantes. Así, ellos lograrán encontrarle la pertinencia y el gusto por ellas.
A mi entender, uno de los mejores métodos educativos es el que plantea Paulo Freire; quien concibe al conocimiento como un elemento que no se transmite, si no como uno que está constantemente construyendo. “El acto educativo no consiste en una transmisión de conocimientos, es el goce de la construcción de un mundo común” (Juan Manuel Fernández Moreno). La manera en que Freire concibe la metodología quedan expresadas las principales variables que sirven de como guía al proceso educativo como acto político (social) y de conocimiento. Estas son la capacidad creativa y transformadora del hombre; la capacidad de asombro, que cualquier persona tiene, sin importar la posición que ocupe en la estructura social; y la naturaleza social del acto de conocimiento. Por ende, un método humanizador con una educación reflexiva que involucra constantemente al docente y al estudiante, donde ambos aprenden del uno al otro y entre sí.
Teniendo todo esto establecido, un aspecto sumamente importante para mí es el desarrollo e integración de las bellas artes. "Toda la vida del ser humano se desarrolla mediante la interacción con otros. Para analizar y explicar estas pautas de interacción y sus comportamientos se ha elaborado el concepto teórico de cultura" (Susana Emanuel, 2001). “En síntesis, en la creación de necesidades estéticas, -o lo que es lo mismo, la formación de la sensibilidad-, intervienen sociedad, el individuo y la cultura; esta última a través del sistema estético en el que crece y nace la persona” (Juan Acha, 1988). En otras palabras, el arte es el reflejo de la cultura y la sociedad en la que vivimos. La cultura posee una serie de características: es aprendida, es inculcada y es adaptativa. El arte es una forma de manifestación de la cultura; nace, se desarrolla, es parte constitutiva y llega a ser elemento representativo por excelencia de un contexto cultural. Debemos considerar a cada estudiante como un artista, que le dará forma todo lo que aprende, a sus emociones, y a sus creencias. Siendo las artes una de las Inteligencias Múltiples que desarrolla Howard Gardner, debemos promover e incitar a los estudiantes a desarrollarlas.
Mi pasión por las artes me hace fiel creyente en que esta sirve como vía de comunicación de ideas, emociones, como representativo único, genuino, y extraordinario de cada estudiante. Como deber de los maestros, nos toca explorar con nuestros estudiantes sus habilidades, las cuáles serán sus herramientas para su formación personal y para transformar la sociedad. En relación a mi campo de estudio, Educación Especial con énfasis en Problemas Específicos del Aprendizaje, es esencial desarrollar las habilidades y potencialidades de cada uno de los niños. De esta forma, se propone trabajar las áreas de necesidad y a su vez fortaleciendo sus talentos. Respecto a la diversidad, cabe destacar que esta población se destaca por las diferentes excepcionalidades conocidas. Sin embargo, si en el salón de clase no se inculca respeto hacia la diversidad humana, esto no se verá reflejado en el comportamiento de la sociedad. Por consiguiente, esto ocasionará el rechazo y exclusión a esta población única y especial para mí. Si todos los docentes se proponen a darle prioridad a la integración de valores, en especial el respeto por la diversidad, este grupo de personas no sufriría la marginación y discriminación. Debemos demostrar la sensibilidad, para que ellos vean y practiquen la sensibilización.