Al hablar de las teorías, buscamos referencias históricas de las contribuciones de autores clásicos con la finalidad de dar un sustento a las teorías y a los procesos actuales. Es decir, nos referimos a la evolución del pensamiento, para este caso, del desarrollo regional.
Es un poco complicado definir con exactitud el punto exacto de la historia y el autor que inicio con los estudios sobre las regiones ya que los elementos que lo conforman como el capital humano, la producción, la rentabilidad y los espacios geográficos, solo por mencionar algunos, se investigaron de manera independiente hasta que con el paso del tiempo se fueron agregando en un solo proceso.
Una de las clasificaciones de las tendencias teóricas del desarrollo que ha servido de base para algunos estudios contemporáneos[30]es la realizada por el autor Palacios L. Juan José. Su aporte se destaca por ser claro y sencillo al identificar las escuelas que han desarrollado ideas propias del concepto región.
Así mismo, divide los aportes en dos grupos: el primero incluye todas las formulaciones que denomina convencionales, cuyo rasgo característico es el de hacer abstracción de toda consideración histórico social y así postular conceptos que se pretende sean universales.
El segundo, agrupa a aquellas elaboraciones cuyo punto de partida es precisamente el reconocimiento de la vigencia de un sistema social históricamente determinado, el cual da origen a toda concepción regional en la medida en que sostiene que la ocupación de un territorio está condicionada por el tipo de relaciones sociales prevalecientes entre los grupos humanos que se asientan en determinadas partes del continuo geográfico
Ana María Palacios, sus principales tendencias teóricas incluyen:
Teoría de la cultura: Palacios ha desarrollado una teoría de la cultura que se centra en la importancia de las prácticas culturales y simbólicas en la construcción de la identidad y la sociedad. Según Palacios, la cultura es una dimensión fundamental de la vida social y está presente en todas las esferas de la sociedad.
Teoría del poder: Palacios también ha trabajado en el área de la teoría del poder, analizando las formas en que el poder se distribuye y ejerce en las sociedades. En su enfoque, Palacios destaca la importancia de la relación entre el poder y la cultura, argumentando que la cultura puede ser utilizada tanto para legitimar como para resistir al poder.
Teoría de la globalización: Palacios ha contribuido a la teoría de la globalización, analizando los procesos de homogeneización cultural y la resistencia a estos procesos. En su enfoque, Palacios destaca la importancia de la diversidad cultural y la necesidad de proteger y promover la cultura local frente a las presiones de la globalización.
Teoría de género: Palacios ha desarrollado una teoría del género que se centra en la relación entre el género, la cultura y el poder. En su enfoque, Palacios destaca la importancia de la diversidad de género y la necesidad de superar las desigualdades y la discriminación de género en la sociedad.
En resumen, las tendencias teóricas de Ana María Palacios se centran en la importancia de la cultura, el poder, la globalización y el género en la construcción de la sociedad y la identidad. Sus enfoques son críticos y reflexivos, buscando comprender los procesos sociales de manera más profunda y compleja.
La Escuela Francesa de Desarrollo Regional se enfoca en el análisis de las transformaciones territoriales en términos de espacios abstractos. Esta corriente de pensamiento se caracteriza por su enfoque teórico y conceptual, y por su uso de herramientas matemáticas y modelos estadísticos para el análisis de los procesos de desarrollo regional.
En este sentido, la Escuela Francesa se enfoca en el estudio de los sistemas territoriales, entendidos como conjuntos complejos de actores, recursos y actividades que interactúan en un espacio geográfico determinado. Estos sistemas territoriales se analizan a través de una perspectiva interdisciplinaria que integra la geografía, la economía, la sociología y la ciencia política, entre otras disciplinas.
Uno de los principales aportes de la Escuela Francesa ha sido la identificación de los espacios abstractos, entendidos como los patrones de relaciones entre los actores y los recursos en un territorio determinado. Estos espacios abstractos pueden ser analizados a través de la utilización de técnicas de análisis espacial y modelos matemáticos, lo que permite identificar las dinámicas territoriales y las tendencias de desarrollo a largo plazo.
En este sentido, la Escuela Francesa ha desarrollado una serie de conceptos clave para la comprensión de los procesos de desarrollo regional, tales como la noción de sistemas de innovación, la teoría de los clusters, la dinámica de los polos de crecimiento y la importancia de las relaciones interregionales en la economía globalizada.
En resumen, la Escuela Francesa de Desarrollo Regional se enfoca en la comprensión de los procesos de transformación territorial a través del análisis de los espacios abstractos y el uso de herramientas matemáticas y modelos estadísticos. Su enfoque teórico y conceptual ha permitido la identificación de conceptos clave para la comprensión de los procesos de desarrollo regional en un mundo cada vez más globalizado y complejo.
Otro aspecto importante de la Escuela Francesa es su enfoque en la planificación territorial y el papel del Estado en la promoción del desarrollo regional. En este sentido, se destaca la importancia de la planificación estratégica y la implementación de políticas públicas coordinadas para el fomento de la competitividad territorial y la reducción de las disparidades regionales.
Además, la Escuela Francesa ha contribuido a la comprensión de la importancia de la cultura y las instituciones en los procesos de desarrollo regional. En particular, se destaca la importancia de las redes sociales y las prácticas culturales como factores clave en la conformación de los espacios abstractos y la generación de dinámicas territoriales.
Finalmente, es importante destacar que la Escuela Francesa de Desarrollo Regional ha sido una corriente de pensamiento muy influyente en la academia y en la formulación de políticas públicas en Europa y en otros países del mundo. Su enfoque teórico y metodológico ha permitido una comprensión más profunda y rigurosa de los procesos de desarrollo regional, y ha proporcionado herramientas útiles para la planificación y la implementación de políticas públicas en este ámbito.
Los autores que destacan en esta escuela son François Perroux (1903-1987) y Jacques Boudeville (1919-1975), ambos economistas y de origen francés.
Formularon conceptos de espacios abstractos, en primer lugar porque Perroux no contemplaba la división física del territorio sino que su enfoque era meramente funcional y en segundo lugar, Boundeville intentó darle un contenido geográfico a las nociones abstractas planteadas por su precesor pero de manera ambigua y carente de claridad.
La teoría de los polos de desarrollo fue propuesta por el economista francés François Perroux en la década de 1950. Según esta teoría, el crecimiento económico no se distribuye de manera homogénea en un territorio, sino que se concentra en ciertas regiones que actúan como centros de desarrollo.
Estos centros, conocidos como "polos de desarrollo", son áreas que presentan una mayor capacidad para generar riqueza y empleo debido a la presencia de empresas, industrias, infraestructuras y servicios avanzados. Estos polos atraen la inversión y el capital humano, lo que a su vez contribuye al crecimiento económico y la prosperidad de la región en la que se encuentran.
La teoría de los polos de desarrollo sostiene que, para promover el crecimiento económico de un territorio, es necesario identificar y fomentar el desarrollo de estos polos. De esta forma, se generará un efecto multiplicador que se extenderá a las regiones cercanas, creando una red de zonas de desarrollo interconectadas y equilibradas.
Sin embargo, esta teoría también ha sido objeto de críticas, ya que puede conducir a una mayor concentración de riqueza y poder en ciertas áreas, lo que puede exacerbar las desigualdades territoriales y sociales. Por lo tanto, es importante que las políticas de desarrollo regional tengan en cuenta estos riesgos y trabajen para garantizar un crecimiento económico equilibrado y sostenible.
En general, la teoría de los polos de desarrollo ha sido utilizada como marco teórico para diseñar políticas de desarrollo regional en muchos países. Por ejemplo, en algunos casos se han creado zonas económicas especiales o clusters de empresas en ciertas regiones con el objetivo de impulsar el desarrollo económico local. También se han llevado a cabo inversiones en infraestructuras de transporte y comunicaciones para mejorar la conectividad de las regiones menos desarrolladas con los polos de desarrollo.
Sin embargo, la aplicación de esta teoría no es sencilla, ya que cada territorio tiene sus propias particularidades y necesidades específicas. Por lo tanto, es importante realizar un análisis detallado de la situación regional antes de diseñar políticas de desarrollo regional basadas en la teoría de los polos de desarrollo.
En resumen, la teoría de los polos de desarrollo propuesta por François Perroux sostiene que el crecimiento económico se concentra en ciertas regiones que actúan como centros de desarrollo. Identificar y fomentar el desarrollo de estos polos puede generar un efecto multiplicador que contribuya al crecimiento económico y la prosperidad de la región. Sin embargo, es importante tener en cuenta los riesgos de una mayor concentración de riqueza y poder en ciertas áreas y trabajar para garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible en todo el territorio.
Uno de los principales aportes de Perroux fue su teoría de los polos de desarrollo que descubrió cuando buscaba una explicación sobre la forma en que el crecimiento económico se desvía de la concepción del crecimiento con equilibrio. Define un polo de desarrollo como una agregación de industrias propulsoras, generadoras de efectos de difusión en alguna región más grande, con repercusiones positivas sobre el ingreso y el empleo. El polo implica un efecto concentrador de la actividad económica para después propagarla a regiones de menos desarrollo.[31]
Esta teoría acepta que el desarrollo debe ser desequilibrado: la actividad productiva se concentrara dentro de áreas geográficas delimitadas en las cuales coincidirán factores diversos y se tendrán efectos multiplicadores.
Perroux respecto al concepto de espacio económico determinó que este podía concebirse de tres maneras:
Definido por un plan
Un campo de fuerzas o de las influencias.
Un agregado homogéneo.
Palacios no profundiza, pero al respecto podemos suponer que el plan se refiere a las estrategias para administrar los recursos disponibles de una sociedad en un momento determinado mediante proyectos de índole social enfocados a elevar el nivel de vida. El campo de fuerzas o de influencias debe de referirse a los factores que existen en un determinado lugar, en este caso el polo de desarrollo, y las actividades que ahí se realicen. Por último, el agregado homogéneo, se refiere al conjunto de unidades a las cuales el autor las denomina motrices, que son las industrias que propician el desarrollo.
Esta apreciación del espacio económico no contemplaba un área geográfica como una región específica, inclusive parece que no era la intensión, solamente indica las relaciones entre los actores (empresa, industrias) dentro del espacio en el que interactúan. Los sucesores de sus teorías fueron quienes aplicaron sus ideas al plano geográfico.
El geógrafo francés Pierre George Boudeville (1910-1986) fue uno de los principales exponentes de la geografía regional en Francia. Boudeville destacó la importancia de las regiones como unidades de análisis geográfico y propuso una clasificación de las mismas basada en criterios económicos, sociales y culturales.
Según Boudeville, las regiones se pueden clasificar en cuatro categorías:
Regiones de recursos: Son aquellas regiones que se caracterizan por su riqueza en recursos naturales, como la minería, la agricultura o la pesca. En estas regiones, la explotación de los recursos naturales es el principal motor económico.
Regiones de producción: Estas regiones se centran en la producción de bienes y servicios, como la industria manufacturera, el turismo o los servicios avanzados. En estas regiones, la creación de empleo y el desarrollo de una economía basada en el conocimiento son fundamentales para el crecimiento económico.
Regiones de circulación: Son aquellas regiones que se caracterizan por su posición estratégica en las redes de transporte y comunicaciones. Estas regiones tienen un papel importante en el intercambio de bienes y personas, y pueden ser clave para el desarrollo del comercio internacional.
Regiones de localización: Estas regiones se caracterizan por su atractivo social y cultural, como la presencia de ciudades históricas o paisajes naturales únicos. En estas regiones, el turismo y la cultura pueden ser motores económicos importantes.
Cabe destacar que estas categorías no son exclusivas y que muchas regiones pueden combinar elementos de varias categorías. Además, Boudeville subrayó la importancia de considerar la interacción entre las regiones y su papel en la construcción de sistemas regionales y territoriales más amplios.
En este sentido, Boudeville propuso que las regiones no deben considerarse de forma aislada, sino que deben analizarse en relación con otras regiones cercanas y con el territorio más amplio en el que se ubican. De esta manera, se puede entender mejor cómo se interconectan las distintas regiones y cómo se relacionan con el contexto socioeconómico más amplio.
Además, Boudeville subrayó la importancia de los factores culturales en la definición de las regiones. Según él, la cultura es un elemento fundamental en la construcción de la identidad regional y puede ser un factor clave para el desarrollo económico y social de una región.
En resumen, Boudeville propuso una clasificación de las regiones basada en criterios económicos, sociales y culturales, y destacó la importancia de considerar la interacción entre las regiones y su papel en la construcción de sistemas regionales y territoriales más amplios. También subrayó la importancia de los factores culturales en la definición de las regiones y su relación con el desarrollo económico y social.
La perspectiva de Boudeville ha sido muy influyente en la geografía regional y ha sido adoptada por muchos otros geógrafos y planificadores regionales. Su enfoque holístico y multidisciplinario ha permitido una comprensión más completa de la dinámica regional y ha sido utilizado para diseñar políticas y estrategias de desarrollo regional más efectivas.
Sin embargo, algunos críticos han señalado que la clasificación de Boudeville puede ser demasiado simplista y que no tiene en cuenta la complejidad y la diversidad de las regiones en todo el mundo. Además, algunos argumentan que la clasificación de Boudeville puede ser sesgada hacia una perspectiva europea y occidental de la geografía regional.
A pesar de estas críticas, la perspectiva de Boudeville sigue siendo relevante en la actualidad y ha sido utilizada como punto de partida para el análisis de las regiones en todo el mundo. Su enfoque multidisciplinario y su énfasis en la importancia de la cultura y la identidad regional han sido especialmente influyentes en el diseño de políticas y estrategias de desarrollo regional que buscan fomentar la sostenibilidad y la inclusión social.
Fue Boudeville quien, posteriormente, en el curso de susesfuerzos trato de aterrizar las nociones abstractas de perrouxal plano geográfico, tanto de espacios como de polos de crecimiento y formuló tres tipos genéricos de región que corresponden respectivamente a los espacios perrouxianos:
Región homogénea: unidad territorial definida mediante un factor único de diferenciación, ya sea social, físico, climatológico o político. La diferenciación o dispersión de sus elementos en su interior, será menor que la que se dé entre las diferentes regiones que se definan.
Región polarizada: denominada también nodal, hace referencia a unidades territoriales definidas a partir de la interdependencia funcional y de la densidad de flujos entre sus elementos sin que puedan establecerse para la misma límites de precios. Su característica es la interacción entre grupos centrales y áreas satélites. El sistema se organiza en torno a un polo central con el cual todos sus elementos se relacionan más intensamente que otros ubicados fuera del ámbito nodal.
En la práctica se refiere a la relación centro-periferia y tiene aplicación a escala nacional.
Región plan o programa es aquella que se define en función de criterios y objetivos específicos de política económica para alcanzar el máximo de eficiencia en la implementación de programas y estrategias. Su determinación es, por lo tanto, totalmente arbitraria pues generalmente se busca coherencia administrativa o congruencia entre el área a considerar y la estructura institucional disponible para llevar a cabo los planes.
A diferencia de las concepciones de Perroux, se puede apreciar que la percepción de Boundeville respecto a los espacios toma en cuenta la geografía o secciones territoriales diferenciadas por características particulares que corresponden a fines específicos.
Las aportaciones de esta corriente del pensamiento al estudio del concepto región se deben al Economista Von Thünen, (1780-1850) y los geógrafos Walter Christaller (1893-1969) y August Lösch (1906-1945).
Uno de los principales y más importantes aportes de esta escuela es la Teoría del Lugar Central que tuvo por objeto descubrir las leyes y mecanismos que regían el orden territorial de los fenómenos económicos.
Walter Christaller y August Lösch son dos geógrafos alemanes que desarrollaron la teoría del lugar central a principios del siglo XX. Esta teoría se centra en la relación entre la distribución espacial de los asentamientos humanos y los patrones de comercio.
Según la teoría del lugar central, los asentamientos humanos se organizan en una jerarquía, con ciudades grandes en la cima y pueblos y aldeas más pequeñas en la base. Cada uno de estos asentamientos es un "lugar central" que proporciona servicios y bienes a las comunidades circundantes.
Christaller y Lösch desarrollaron modelos matemáticos para explicar la forma en que los lugares centrales interactúan entre sí y cómo se distribuyen los servicios y los bienes. Estos modelos se basan en la idea de que las personas eligen el lugar central más cercano para obtener los bienes y servicios que necesitan.
El modelo de Christaller se centra en la idea de que los lugares centrales se organizan en una jerarquía hexagonal. Cada lugar central proporciona servicios y bienes a las comunidades circundantes en un área conocida como "hinterland". Los lugares centrales más grandes tienen hinterlands más grandes y proporcionan servicios y bienes más especializados.
El modelo de Lösch, por otro lado, se centra en la idea de que los lugares centrales se organizan en una jerarquía concéntrica. Cada lugar central proporciona servicios y bienes a las comunidades circundantes en un área conocida como "área de influencia". Los lugares centrales más grandes tienen áreas de influencia más grandes y proporcionan servicios y bienes más especializados.
En resumen, la teoría del lugar central de Christaller y Lösch es una teoría que explica cómo se organizan los asentamientos humanos en una jerarquía y cómo se distribuyen los servicios y los bienes. Estos modelos han sido utilizados por geógrafos y planificadores urbanos para analizar la distribución espacial de los asentamientos humanos y para diseñar políticas y estrategias de desarrollo regional y urbano.
Esta teoría se distingue porque considera factores geográficos como lo son la distribución de las actividades productivas sobre el territorio y los procesos económicos relacionándolos con la distancia para definir la región económica.
Determina a la región como una unidad económica independiente y autosuficiente integrada por la agregación de las áreas de mercado de los distintos productos. Estas áreas tendrán una forma hexagonal para cada producto, por ser ésta la que le permite minimizar la distancia total entre puntos de consumo y producción y maximizar el número de demandantes del producto por unidad de superficie. Esto, bajo el supuesto de una superficie isotrópica (territorio hipotético, homogéneo, sin variaciones) y una distribución uniforme de recursos y población.
Christaller postuló la teoría sobre la distribución y jerarquización de los lugares centrales en un espacio isotrópico. Según esta teoría, un lugar central sería aquel que pudiese ofrecer servicios de determinadas clases. Cada empresa de servicios tendrá un umbral de demanda mínimo, necesario para poder instalarse. El umbral de demanda es, pues, la población más pequeña a la que se debe prestar un servicio para alcanzar un punto de equilibrio entre gastos e ingresos. Cada servicio, y cada producto, tendrán un umbral diferente, dependiendo de su precio. Para calcular este umbral hay que tener en cuenta el precio del producto y el coste del transporte. La distancia máxima, o costo del desplazamiento, a la que se desplaza un cliente para obtener el producto se le llama alcance físico del mercado.[32]
Por su parte Lösch trata de identificar las regiones del mundo real y entender su naturaleza y estructura esencial en su modelo de economía espacial, bajo la condición de aceptar supuestos restrictivos. Ésta es lo que Lösch llamó la región económica ideal. Su intención, por lo tanto, fue proponer un nuevo concepto que superará esas limitaciones y permitirá concebir un orden espacial de cosas más natural y duradero.
Thünen construyó un Modelo de uso del suelo agrícola muy útil, basado en los precios de la tierra, la calidad de la misma y los costos de transporte, para explicar la división del trabajo entre los centros urbanos y las áreas rurales dedicadas a la agricultura. Este modelo explica que hay diferencias en las rentas respecto a la ubicación del mercado, en pocas palabras afirma que la renta varía en función de la distancia. Las aportaciones de este autor sirvieron como premisas para la elaboración de la Teoría del Lugar Central.
Johann Heinrich von Thünen fue un economista y agricultor alemán del siglo XIX que desarrolló la teoría de la localización. Esta teoría se centra en la forma en que los costos de transporte influyen en la ubicación de las actividades económicas, particularmente la agricultura.
Según la teoría de la localización de Von Thünen, los agricultores elegirán la ubicación de sus tierras de cultivo en función de los costos de transporte y la demanda del mercado. Los costos de transporte incluyen no solo el transporte de los productos agrícolas al mercado, sino también el transporte de los insumos necesarios para la producción agrícola, como semillas y fertilizantes.
Von Thünen utilizó un modelo simplificado para ilustrar esta teoría. En este modelo, una ciudad se encuentra en el centro de una región circular y las tierras de cultivo se encuentran en anillos concéntricos alrededor de la ciudad. Los productos agrícolas se transportan desde los anillos exteriores al mercado en la ciudad.
Según el modelo de Von Thünen, los agricultores cultivarán productos diferentes en los anillos exteriores en función de los costos de transporte. Por ejemplo, los cultivos perecederos y de alto valor, como las frutas y las hortalizas, se cultivarán en los anillos más cercanos a la ciudad, donde los costos de transporte son más bajos. Los cultivos menos perecederos y de menor valor, como los cereales, se cultivarán en los anillos más lejanos, donde los costos de transporte son más altos.
En resumen, la teoría de la localización de Von Thünen es una teoría que explica cómo los costos de transporte influyen en la ubicación de las actividades económicas, especialmente la agricultura. Esta teoría ha sido utilizada por economistas y planificadores para analizar la distribución espacial de las actividades económicas y para diseñar políticas y estrategias de desarrollo regional.
Además, la teoría de la localización de Von Thünen también tiene implicaciones para otros sectores económicos, como la industria y el comercio. Por ejemplo, los costos de transporte también influyen en la ubicación de las fábricas y las empresas, ya que los productos terminados deben ser transportados al mercado.
La teoría de la localización de Von Thünen ha sido muy influyente en la planificación del uso del suelo y el desarrollo rural. Por ejemplo, los planificadores pueden utilizar esta teoría para decidir dónde ubicar nuevas áreas de cultivo, fábricas, centros comerciales y otras actividades económicas.
Sin embargo, también se han señalado algunas limitaciones de esta teoría. Por ejemplo, el modelo de Von Thünen supone que todas las tierras de cultivo son homogéneas y que los costos de transporte son los únicos factores que influyen en la ubicación de las actividades económicas. En la realidad, otros factores, como la calidad del suelo, el clima y los factores políticos y sociales, también pueden influir en las decisiones de ubicación.
A pesar de estas limitaciones, la teoría de la localización de Von Thünen sigue siendo un marco útil para entender cómo se distribuyen las actividades económicas y cómo se pueden planificar y desarrollar las regiones rurales y urbanas.
La teoría de la base económica, también conocida como teoría de la región productiva, es una teoría económica que se utiliza para explicar la dinámica de desarrollo regional. Esta teoría sostiene que cada región tiene una "base económica" que está formada por un conjunto de industrias que producen bienes y servicios que se exportan fuera de la región.
Según la teoría de la base económica, la prosperidad de una región depende de su capacidad para producir y exportar bienes y servicios que sean demandados en otros lugares. Las regiones que tienen una base económica diversificada y dinámica son más resistentes a las crisis económicas y tienen mayores oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Por otro lado, las regiones que dependen de una única industria o actividad económica pueden ser vulnerables a las fluctuaciones económicas y pueden sufrir dificultades cuando la demanda de su producto se reduce.
La teoría de la base económica se utiliza a menudo en la planificación y el desarrollo regional para identificar las industrias clave de una región y para diseñar políticas que fomenten su crecimiento y desarrollo. Por ejemplo, si una región tiene una base económica fuerte en la producción de alimentos, se pueden diseñar políticas para apoyar la innovación y la diversificación en este sector, así como para promover el comercio y la exportación de alimentos.
En resumen, la teoría de la base económica es una teoría económica que explica la importancia de la producción y exportación de bienes y servicios para el desarrollo regional. Esta teoría se utiliza a menudo en la planificación y el desarrollo regional para identificar las fortalezas y debilidades de una región y para diseñar políticas que fomenten su crecimiento y desarrollo sostenible.
La teoría de la base económica también es útil para comprender cómo las regiones interactúan entre sí en una economía globalizada. Por ejemplo, algunas regiones pueden ser más especializadas en la producción de bienes y servicios de alta tecnología, mientras que otras pueden ser más especializadas en la producción de materias primas. La interdependencia entre estas regiones puede crear oportunidades para la cooperación y el comercio, pero también puede generar vulnerabilidades y riesgos si una región se ve afectada por una crisis económica o un desastre natural.
Además, la teoría de la base económica también es relevante para la discusión sobre el desarrollo sostenible. Si una región depende en gran medida de una industria que tiene impactos ambientales negativos, como la minería o la producción intensiva de cultivos, entonces puede ser difícil lograr un desarrollo sostenible en esa región. En este caso, se pueden buscar alternativas y diversificar la base económica para fomentar la producción y exportación de bienes y servicios más sostenibles.
En general, la teoría de la base económica es una herramienta útil para comprender cómo se desarrollan las regiones y cómo se pueden diseñar políticas y estrategias para fomentar un desarrollo económico sostenible y equitativo. Esta teoría destaca la importancia de la diversificación y la innovación en la producción de bienes y servicios, así como la necesidad de considerar las interdependencias entre las regiones y los impactos ambientales de las actividades económicas.
Esta teoría surge para entender las causas que determinan el progreso o el estancamiento de las regiones. Su discusión ha tenido gran relevancia en los estudios neoclásicos del crecimiento económico regional en los cuales se han destacado los siguientes elementos para su estudio:
Diferenciación del territorio en función de la cantidad de sus recursos naturales.
División territorial del trabajo.
Especialización.
Estos son los rasgos de una región que no es autosuficiente que depende del intercambio comercial entre regiones para poder satisfacer las demandas no cubiertas por la falta de recursos para satisfacerlas.
El principio de la causación circular acumulativa es una teoría del economista sueco Gunnar Myrdal, que explica cómo las desigualdades económicas y sociales se mantienen y se refuerzan a lo largo del tiempo. Según Myrdal, estas desigualdades no se deben simplemente a diferencias iniciales en la riqueza o en la dotación de recursos, sino que se perpetúan por medio de una retroalimentación positiva entre las fuerzas económicas, políticas y sociales.
En otras palabras, el principio de la causación circular acumulativa sostiene que las desigualdades económicas y sociales se mantienen y se refuerzan a través de un proceso en el que los recursos, la tecnología, las instituciones y las normas sociales interactúan entre sí para crear una dinámica de crecimiento o de declive. Si una región o un grupo social tiene un cierto grado de riqueza y recursos, esto les permite invertir en educación, salud y tecnología, lo que a su vez les permite producir más y generar más riqueza. Por el contrario, si una región o un grupo social no tienen acceso a recursos y oportunidades, se quedan rezagados y se enfrentan a una dinámica de declive y marginación.
La teoría de Myrdal es importante porque destaca la importancia de las fuerzas endógenas que dan forma a la economía y la sociedad. Según Myrdal, las desigualdades no se deben simplemente a factores externos, como la geografía o la dotación de recursos, sino a factores internos, como las instituciones y las normas sociales. Esta teoría también destaca la importancia de la intervención pública para romper la dinámica de la causación circular acumulativa y promover la igualdad y el desarrollo sostenible.
En resumen, el principio de la causación circular acumulativa de Gunnar Myrdal es una teoría que explica cómo las desigualdades económicas y sociales se mantienen y se refuerzan a lo largo del tiempo. Esta teoría destaca la importancia de las fuerzas endógenas que dan forma a la economía y la sociedad, así como la necesidad de la intervención pública para promover el desarrollo sostenible y la igualdad.
Myrdal también argumentó que la desigualdad y la marginación no son simplemente un problema moral, sino que también tienen consecuencias económicas y políticas negativas. Según él, las desigualdades económicas y sociales pueden generar conflictos y tensiones sociales, debilitar la cohesión y la estabilidad social, y obstaculizar el desarrollo económico y la innovación.
Para Myrdal, la intervención pública es esencial para romper la dinámica de la causación circular acumulativa y promover la igualdad y el desarrollo sostenible. Esto puede implicar la inversión en infraestructura y servicios básicos, como la educación y la salud, para reducir las desigualdades de acceso y oportunidades. También puede implicar la regulación y la redistribución de los recursos y la riqueza para promover una distribución más justa de los beneficios económicos y reducir la concentración del poder económico y político.
En resumen, la teoría de la causación circular acumulativa de Gunnar Myrdal destaca la importancia de las fuerzas internas y endógenas que dan forma a la economía y la sociedad, y argumenta que las desigualdades económicas y sociales pueden generar conflictos y tensiones sociales, debilitar la cohesión y la estabilidad social, y obstaculizar el desarrollo económico y la innovación. Para Myrdal, la intervención pública es esencial para promover la igualdad y el desarrollo sostenible y romper la dinámica de la causación circular acumulativa
Gunnar Myrdal (1898-1987) economista de origen sueco, observó que el crecimiento de una región dependerá de su capacidad productiva en general y de sus posibilidades de exportación en particular.
Este principio supone que si la producción de una región se limitara a abastecer exclusivamente las demandas locales, el crecimiento económico seria lento, presentándose una situación de estancamiento al caer en un círculo vicioso de su producción y comercialización. La solución planteada para este problema es crear excedente en la producción para ser exportados, esto se logra gracias a la especialización de las actividades económicas mediante la inversión y la organización de dichas actividades, con un enfoque particular a aquellas que representan una ventaja competitiva para la región. Como resultado se obtendrán ingresos procedentes de otras regiones que permitirán financiar importaciones para abastecer las demandas no cubiertas de la población, el desarrollo de la industria local y de aquellas complementarias, los servicios, competitividad de los productos, mejorar precios reduciendo los costos. La región se comportará como un todo homogéneo y coherente cuya identidad estará determinada por sus actividades económicas para la exportación; es decir por su base económica. Este es el proceso de causación circular acumulativa.
La Escuela Argentina de geografía es un grupo de geógrafos y pensadores argentinos que desarrollaron una teoría de la región integral en las décadas de 1940 y 1950. Esta escuela se centró en el análisis de la región como una unidad económica, social y cultural, y argumentó que la región debía ser comprendida en su totalidad, en lugar de fragmentarse en sus componentes económicos, sociales o culturales.
Según la Escuela Argentina, la región integral se compone de tres elementos interrelacionados: la base física, la economía y la sociedad. La base física se refiere a las características geográficas y naturales de la región, como el clima, la topografía, los recursos naturales, la vegetación y la fauna. La economía se refiere a las actividades productivas que se llevan a cabo en la región, como la agricultura, la industria, el comercio y el turismo. La sociedad se refiere a la población de la región y a sus aspectos culturales, como el lenguaje, la religión, las costumbres y las tradiciones.
La Escuela Argentina argumentó que estos tres elementos interactúan entre sí para crear una unidad cohesiva y dinámica, y que la región debe ser estudiada en su totalidad, en lugar de analizarla en sus componentes separados. Esta perspectiva integral permitió a los geógrafos argentinos identificar las complejas interacciones y relaciones entre la base física, la economía y la sociedad en la región, y destacar la importancia de la historia y la cultura en la comprensión de la región.
La teoría de la región integral de la Escuela Argentina tuvo un impacto significativo en la geografía y la planificación regional en América Latina. Esta perspectiva integral influyó en el diseño y la implementación de políticas públicas y proyectos de desarrollo regional, y destacó la importancia de considerar la complejidad y la interconexión de los aspectos económicos, sociales y culturales en la planificación regional.
En resumen, la Escuela Argentina de geografía desarrolló una teoría de la región integral que se centró en la comprensión de la región como una unidad económica, social y cultural. Esta perspectiva integral permitió a los geógrafos argentinos identificar las complejas interacciones y relaciones entre la base física, la economía y la sociedad en la región, y destacar la importancia de la historia y la cultura en la comprensión de la región. La teoría de la región integral tuvo un impacto significativo en la geografía y la planificación regional en América Latina
Esta escuela se encuentra representada por el economista Alejandro Rofman (1932) quien reconoce que cada sociedad organiza su espacio e imprime una forma específica de configuración. Considera que esta organización se deriva de la formación social como algo históricamente determinado, establece que cualquier sistema subnacional compartirá los rasgos esenciales característicos del sistema nacional. De esta manera las regiones se diferenciaran por sus variantes.
La relación que se establezca entre la formación social regional y la nacional, surge como aspecto esencial de toda la argumentación, ya que la manera en que se articulen, dependerá del grado de autonomía de la primera respecto de la segunda y, en el sentido contrario, la intensidad con que influirán regionalmente los fenómenos y cambios que se desarrollen a nivel nacional e internacional.
La teoría de la región espacial, desarrollada por el economista argentino Raúl Prebisch y el geógrafo argentino José Luis Coraggio en las décadas de 1970 y 1980, se enfoca en el análisis de la región como una unidad espacial y temporal en la que se desarrollan procesos económicos, sociales, culturales y políticos.
Según la teoría de la región espacial, la región no es simplemente una unidad geográfica, sino que es una entidad social construida a través de la interacción de actores y procesos en un espacio determinado. La región se define por sus características espaciales, como la densidad de población, la accesibilidad, la infraestructura y la conectividad, así como por los procesos económicos, sociales y políticos que se desarrollan en ella.
La teoría de la región espacial se enfoca en el análisis de las desigualdades regionales y la búsqueda de soluciones para reducir la brecha entre las regiones más desarrolladas y las menos desarrolladas. Coraggio argumenta que la desigualdad regional es el resultado de una combinación de factores históricos, económicos, políticos y culturales, y que para reducir la brecha entre las regiones es necesario abordar estos factores de manera integral.
En este sentido, la teoría de la región espacial propone un enfoque de desarrollo territorial que considera la región como una unidad integral y que busca abordar las desigualdades regionales a través de políticas públicas y estrategias de desarrollo que se adapten a las características y necesidades específicas de cada región. Este enfoque implica una mayor participación de los actores locales en el diseño y la implementación de políticas y proyectos de desarrollo regional, y una mayor atención a la sostenibilidad ambiental y la equidad social en la planificación regional.
En resumen, la teoría de la región espacial desarrollada por Coraggio y Prebisch se enfoca en el análisis de la región como una unidad espacial y temporal en la que se desarrollan procesos económicos, sociales, culturales y políticos. Esta teoría propone un enfoque de desarrollo territorial que considera la región como una unidad integral y busca abordar las desigualdades regionales a través de políticas públicas y estrategias de desarrollo que se adapten a las características y necesidades específicas de cada región.
La teoría de la región espacial también se enfoca en el análisis de las dinámicas de desarrollo y crecimiento económico de las regiones. Coraggio argumenta que el crecimiento económico de las regiones no es un proceso lineal y uniforme, sino que está influenciado por una serie de factores, como la estructura productiva, la inversión en infraestructura, la educación y la capacitación de la fuerza laboral, y las políticas públicas.
Según Coraggio, el desarrollo de las regiones debe ser sostenible y equitativo, y debe estar orientado hacia la creación de empleo, la reducción de la pobreza y la promoción de la inclusión social. Para lograr estos objetivos, es necesario que las políticas de desarrollo regional se enfoquen en fortalecer las capacidades productivas y de innovación de las regiones, promover la integración económica y social de las regiones más pobres y marginadas, y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.
En resumen, la teoría de la región espacial desarrollada por Coraggio y Prebisch propone un enfoque integral de desarrollo territorial que considera la región como una unidad espacial y temporal en la que se desarrollan procesos económicos, sociales, culturales y políticos. Esta teoría se enfoca en el análisis de las desigualdades regionales y en la búsqueda de soluciones para reducir la brecha entre las regiones más desarrolladas y las menos desarrolladas. Además, propone un enfoque de desarrollo sostenible y equitativo que promueve la inclusión social y la creación de empleo en las regiones.
José Luis Coraggio (1938), economista argentino, redefine el concepto de región al relacionarlo con la realidad social y material a la cual considera que se desarrolla en un ámbito o área de homogeneidad territorial (el escenario) en donde surge una relación de acoplamiento de los aspectos, sociales, materiales y geográficos e inclusive de los procesos naturales. A lo anterior lo denominó complejo social-natural y la región viene a ser el espacio en donde se lleva a cabo.
Este autor realiza una distinción entre región y regionalización, a las cuales las subdivide en objetiva y subjetiva. La primera trata a la inscripción de un proceso en un territorio, la segunda es la búsqueda de identificar regiones con base a parámetros de la variable de estudio.
Para el análisis de las problemáticas regionales incluye los ámbitos de acumulación mercantil y los ámbitos de explotación. Asimismo, señala la organización territorial de la reproducción de la fuerza de trabajo, la regionalización de la reproducción del capital social, y la regionalización de los procesos políticos e ideológicos de dominación.
La teoría de la región histórica se enfoca en la comprensión del papel que juegan los factores históricos y culturales en el desarrollo de las regiones. Según esta teoría, las regiones no son simplemente unidades geográficas, sino que son el resultado de una serie de procesos históricos, culturales y políticos que han moldeado su identidad y características únicas.
Esta teoría considera que la historia de una región es crucial para entender su estructura productiva, su cultura y su dinámica de desarrollo. La región histórica se enfoca en analizar la evolución de las relaciones sociales, políticas y económicas de una región en el tiempo, y cómo estas han influido en su desarrollo.
Por ejemplo, en América Latina, la teoría de la región histórica ha sido utilizada para analizar cómo el legado colonial y las estructuras políticas y económicas que surgieron durante el período colonial han influido en el desarrollo de las regiones en la actualidad. También se ha utilizado para analizar el papel de los movimientos sociales y políticos en la conformación de la identidad regional y en la lucha por la justicia social y económica en las regiones más pobres y marginadas.
En resumen, la teoría de la región histórica destaca la importancia de la historia y la cultura en la comprensión del desarrollo de las regiones. Esta teoría se enfoca en analizar cómo los procesos históricos y culturales han moldeado la identidad y las características únicas de las regiones, y cómo estos procesos influyen en su dinámica de desarrollo y en la búsqueda de soluciones para reducir las desigualdades regionales.
Además, la teoría de la región histórica también ha sido utilizada para analizar la influencia de las migraciones, las fronteras y los procesos de urbanización en la configuración de las regiones. Por ejemplo, en Europa, esta teoría se ha utilizado para analizar cómo las migraciones han influido en la conformación de regiones culturalmente diversas, y cómo esto ha impactado en su desarrollo económico y social.
En cuanto a las políticas públicas, la teoría de la región histórica propone un enfoque que reconoce la importancia de la historia y la cultura en el diseño e implementación de políticas de desarrollo regional. Esto implica el reconocimiento de la diversidad cultural y la identidad regional, y la implementación de políticas que respeten y fomenten estas características.
En resumen, la teoría de la región histórica enfatiza la importancia de la historia y la cultura en la comprensión del desarrollo de las regiones, y cómo estos factores influyen en su dinámica de desarrollo y en la implementación de políticas públicas. Esta teoría se enfoca en analizar la evolución de las relaciones sociales, políticas y económicas de una región en el tiempo, y cómo estos procesos históricos y culturales han moldeado su identidad y características únicas.
Esta última clasificación de Palacios es representada por historiadores mexicanos que buscan explicar la organización territorial y la estructura regional de CUALQUIER PAIS a través del examen de los procesos históricos subyacentes que conformaron a las regiones actuales. Uno de los más destacados fue Luis González (1925-2003) historiador mexicano originario de Michoacán que se destacó por manifestar que era necesario que se elaborara un tratado de teoría y práctica para la historia regional. Del resultado de sus esfuerzos es que se le ha considerado el fundador de la microhistoria en México.[33] En sus estudios relaciona los sucesos históricos, sociales y la historia regional en un mismo proceso de transformación de las regiones.
En general, los estos estudios que realizaron los mexicanos se basaron en el análisis a las fuerzas económicas, sociales y políticas que determinaron la forma y el carácter de las regiones a través del tiempo, bajo la acción de los esquemas de dominación que sucedieron en sus distintos momentos históricos. Es decir, hacen énfasis en la formación histórica de las regiones, dejando de lado de lado las típicas consideraciones geográficas propias de cada región en un momento presente. Por el contrario, determinan que el proceso histórico de cada región es reflejo y consecuencia de los procesos generales que afectaron a la historia del país. En pocas palabras, las características, procesos, relaciones, desarrollo y demás procesos inherentes a la región son el resultado del proceso histórico,