Para esta indagación, comprenderé la primera clase que impartí en este curso, la que abarcaba el O.A.2. el que se enfoca en las formas abiertas y formas cerradas. Fue también mi primera clase en esta práctica profesional. Mantenía algunas inquietudes, porque había presenciado las clases anteriores, y pude notar que es un curso al que le resulta lejana la asignatura de artes visuales, e incluso la consideran sin importancia, manifestándolo con comentarios del tipo: "¿profe, y esto para qué me sirve en el futuro? a mí no me gusta el arte". Por lo demás es un curso, que como he registrado, tiene la reputación de ser el más inquieto en segundo ciclo y uno de los más conflictivos en lo que respecta a la convivencia. Algo que no había presenciado directamente.
Preparé un Ppt explicativo haciendo un breve repaso en contenidos que noté no manejaban del todo, considerando que en la actividad les pedí que utilizaran los tonos fríos y cálidos, debía rememorar los colores complementarios. Al preguntar si sabían cuáles eran, muchos no sabían y algunos parecían adivinarlos. Les especifiqué cuáles eran los colores primarios, secundarios y cómo estos daban origen a los colores complementarios. Luego procedí a mostrarles los tipos de formas, para ello procuré utilizar imágenes con símbolos que fueran fácilmente reconocidos por ellos o capturaran su atención. Ya que en el O.A.1. habían trabajado con el impresionismo y post-impresionismo, ejemplifiqué a través de pinturas de este estilo, las formas abiertas y formas cerradas, pero la respuesta de a cuál calificación pertenecía la pintura, era revelada solo después de que varios de ellos participaran e intentaran descifrarlo. Hice una presentación concisa teniendo en cuenta que la concentración del curso tiene un tiempo límite, y con instrucciones claras y breves ya que suelen preguntar reiteradamente en qué consiste la actividad, aunque esta haya sido recientemente explicada. He notado que no leen la actividad, solo parecen comprenderla cuando uno les responde personalmente, tal vez así les resulta más significativo y lo memorizan mejor. Debí explicar la actividad en varias ocasiones, ya que no terminaba de explicar, y los niños se levantaban de sus puestos a preguntarme lo mismo que yo hablaba en ese momento. Pensé que tal vez podía ser que no atendí algún error en mi forma de explicar, aunque me bastó un par de clases para ver que también les sucedía con la profesora. Puede ser debido al carácter ansioso y distraído que tienen como curso. Al momento de ejemplificar la actividad con un dibujo que realicé en la pizarra, parecieron entender, y ahí recién vi como la actividad estaba siendo iniciada.
Algo que me impresionó es que es un curso extremadamente bullicioso que no parece inmutarse ante los retos de sus profesores, por lo que solo podía apelar a su comprensión. Les expliqué que era mi primera clase en mi práctica profesional, por lo que era muy significativo para mí y sería un episodio que recordaría siempre, y ese paso lo estaba dando en ese curso, por lo que para concretar la clase, necesitaba también de la cooperación de todos, porque la clase se construye en colectivo. También les dije que entendía que la asignatura podía no ser del gusto de todos, pero que intentáramos que fuese agradable, que no lo vieran como una tarea aburrida, sino como un rato en el que podían jugar, pintar, y además hacer un dibujo de la elección de ellos. Y por último, que les permitía conversar en un tono bajo y en silencio, pero solo después de que yo terminara de explicar la materia. Pareció que implícitamente aceptaron este acuerdo, porque se mantuvieron en un silencio inusual durante todo el tiempo que di la clase. El ruido sólo comenzó cuando empecé a explicar la actividad, pero comprendí que es porque tenían dudas al respecto.
El desarrollo de la clase fue un tanto caótico, no pude lograr un silencio absoluto ni que todos se mantuvieran sentados en sus puestos, pero por otra parte, era una clase común con ellos en cuanto a su comportamiento. Hasta hoy creo que es el curso que ha logrado tener más afinidad y afectos hacia mí. Siempre se muestran cariñosos y me saludan efusivamente incluso fuera de clases. Esto me hace sentir que he logrado conectar con ellos de alguna manera, pero también deduzco que es porque el trato del resto de los profesores hacia ellos es mucho más duro y con un temple castigador por el comportamiento que tienen.
El ambiente hostil lo he visto traducido en los comentarios que escucho mientras transito por las filas, algunos de las niñas se refieren de mala forma entre ellas comentando incluso que se 'odian', o en ocasiones cuando algún compañero necesita un material y le sugiero que le pida prestado al compañero más cercano, suelen negarse la mayoría de las veces acompañando esa negativa con una expresión desafiante o de enojo. Sé que hay reiterados problemas de convivencia, ya que lo escucho entre profesores y es un tema de discusión constante el cómo reorganizar los puestos ya que algunas alumnas 'no deben' estar cerca de otras. Al menos en el tiempo de duración de la clase, estos conflictos nunca escalan más allá de los rumores que crean entre ellos, pero sé que la existencia de esos comentarios no crea un ambiente propicio en el curso. Como practicante dudo de si debo intervenir en estos temas, ya que mi clase de por sí es bastante limitada, pero en otro escenario, con más tiempo, me habría gustado hacer una actividad que aluda a la resolución de estos conflictos.
Este es un curso que requiere mucho trabajo y atención, pero los profesores ya demuestran una postura resignada ante algún cambio.