El establecimiento Compañía de María Seminario, donde realizo la práctica actualmente, es parte de una red de establecimientos que pertenecen a la Orden de Compañía de María fundada por Juana de Lestonnac en Francia en el año 1607, movida por la necesidad de garantizar educación para la mujer y que adopte un rol en el cambio social. Se abre así la primera escuela en Burdeos, Francia, siendo el inicio de las muchas que se fundarán en el mundo. En Chile se fundó en 1868 el primer centro educativo que sigue esta línea, siendo Compañía de María Seminario unos de los colegios con más antigüedad en la capital.
Aunque el colegio se encuentra en plena Avenida Seminario y a unos metros de Avenida Providencia, es decir, a unas cuadras de Plaza Italia, lugar de encuentro para manifestaciones o protestas, ellos se mantienen alejados de ellas, y sus horarios siempre funcionan con normalidad a pesar de cualquier incidente cercano. En los alrededores se pueden ver residencias privadas como edificios de una altura similar al establecimiento, y aunque afuera transite transporte público y alto flujo de vehículos, no parece haber ruido que interceda en las clases.
En mi primer día de práctica, no logré descifrar el nivel socio-cultural del establecimiento o los estudiantes, por lo que busqué en su página virtual para poder tener una noción de ello. Donde señalan que el arancel anual tiene un valor de $4.070.000 y la matrícula bordea los $480.000 para estudiantes nuevos. Mi interrogante surgió al enterarme de que contaban con una sala de artes, fuera del aula tradicional. Algo que le brinda a los niños la oportunidad de trabajar mucho más cómodamente la asignatura.
Al conversar con las profesoras, me indican que los niños suelen provenir de familias con padres profesionales, teniendo un nivel socio-económico alto. Ellas me comentan que si bien no parece ser un colegio que destaque académicamente, los apoderados lo eligen por la trayectoria que respalda su compromiso con los alumnos. Con ello me refiero, a que el personal docente de este colegio, mantienen una relación cercana con los apoderados y niños. Los profesores citan constantemente a los padres, para conocer las realidades y entorno de cada estudiante, y deduzco que es por esto, que los niños parecen ser tan cercanos a sus profesores, ya que se involucran en gran medida, en conocer las rutinas hogareñas de ellos. Lo que coincide con la descripción de su página: "Dado que todas y todos los actores de la comunidad educativa tienen responsabilidad frente a la buena convivencia, es necesario plantear la participación que les compete en la construcción de un ambiente escolar que propicie el aprendizaje de calidad tanto a los estudiantes, educadores y familias". Los apoderados están involucrados en el espacio de estudio de sus hijos relacionándose no solo con los profesores sino con el resto del personal escolar, varios son ex alumnos, incluidos los docentes.
En consecuencia, me parece que es por ello que aprecié y confirmé hablando con las docentes, que el ambiente y la convivencia suele ser tranquila, "un vaso de leche" escuché decir a una colega, algo que también creían, podía diferir de un colegio en un sector vulnerable. Lo más complejo podía ser enfrentarse al desorden. Mi apreciación fue que los niños incluso en niveles mayores, mantenían aún una actitud de niños, lo que es acorde a su edad, claro está, pero algo que es poco común en otros contextos escolares donde los niños se encuentran más expuestos o desprotegidos. Algo que caracteriza el lugar, es que no hay manifestaciones de parte de los estudiantes o paralizaciones en el establecimiento.
En Compañía de María tienen una postura católica, algo muy presente en las horas de escolaridad para los niños. Inician en las mañanas con una oración donde todos los alumnos se van turnando en parejas para realizarlas diariamente. Además están constantemente en retiros donde suben el Cerro San Cristóbal visitando la virgen que allí se encuentra, y tienen reuniones en la sala de Pastoral del colegio donde mantienen "encuentros con Cristo". El ramo comúnmente conocido como Religión, aquí se nombra "Identidad y valores" que se implementa desde séptimo básico.
Una característica que destaco y me interesó, es que el establecimiento cuenta con bastante intervención artística en las paredes, por lo que transitando por cualquier pasillo es fácil vislumbrarlo. Esto me hace deducir que los niños participan activamente en la asignatura.
En la página virtual de la Agencia de Calidad de la Educación accedí a los resultados de la prueba Simce de 4to básico donde aparece por cierto que el GSE (grupo socio-económico) es alto. En este grupo de GSE, el colegio mantiene resultados similares a los de su grupo, destacando por unos 5 puntos aproximadamente sobre la media en las pruebas de Matemáticas y Lenguaje. Respecto a las pruebas DIA, se rindieron durante mi estancia en el colegio, pero la profesora desconoce los resultados, aunque menciona que en años anteriores no han sido publicados ya que se les informa que no hay quorum suficiente para evaluar al curso que es bastante reducido para la cantidad que suelen tener los cursos normalmente.
Según pude averiguar y percibir, los estudiantes no reciben una ayuda o red de apoyo como algún convenio de subvención escolar. Por ejemplo, cuentan con un casino en la escuela donde el almuerzo que consumen debe ser previamente pagado por los padres adquiriendo una cuponera para ello, de un valor de $96.000, o en su defecto pueden comprar un almuerzo individual de $4.800. También lo noté en los talleres extraprogramáticos que se imparten como: fútbol, atletismo, básquetbol, coro, manualidades, voleibol que son de inscripción gratuita, pero existen talleres que deben pagarse de forma aparte y ellos son: ajedrez, cerámica, artes circenses, arte textil, ballet, cómic, fotografía, taekwondo, entre otros. Es decir, en su mayoría los talleres pagados están ligados al mundo artístico. Lo único que me parece no significa un costro extra, es el seguro escolar obligatorio donde los estudiantes en caso de accidentes, son derivados a la Clínica Santa María.
Refiriéndome al equipo de artes visuales en el colegio, este se conforma por dos docentes, quienes además deben encargarse de la asignatura de Tecnología. Una de ellas, Pía, se dedica al segundo ciclo, es decir de quinto a octavo básico, mientras que la docente Macarena se dedica al tercer ciclo que es de primero medio a cuarto medio. Ambas comparten una oficina junto a dos profesores de música. Hace dos años no contaban con un lugar propio y no podían estar en la sala de profesores por falta de espacio, por lo que en sus recesos solo permanecían en las aulas de arte. Por lo que la oficina otorgada es bastante pequeña y solo hay espacio para cuatro personas. Las profesoras de arte deben realizar la misma actividad en sus clases, por lo que se comparten las planificaciones y el material didáctico para verificar que coincidan en el mismo objeto y evaluación.
Siguiendo esta línea, algo que llamó mi atención es que no se trabaja por unidad, sino que sólo se guían por O.A. los que acomodan según convengan, no hay un orden específico para enseñarlos. Por ejemplo, en el primer semestre no se enseñan la primera y segunda unidad, porque de hecho, tampoco trabajan con la idea de un 'término de semestre'. Se creía que finalizar un semestre y en ocasiones hacer pruebas coeficiente dos, era de mucha presión para los jóvenes, por lo que las vacaciones de invierno solo se toman como un receso para luego continuar los contenidos pausados.
El establecimiento tiene un horario que parte a las 7:50 y finaliza a las 15:50, donde posteriormente solo permanecen los niños que postulan a talleres extracurriculares, que tienen cupos limitados, o los talleres pagados.
Referencias.
-Agencia de Calidad de la Educación. (s.f). https://www.agenciaeducacion.cl/
-Cia de María Seminario. (s.f) https://ciademariaseminario.cl/