Si yo afirmara que he visto lo que voy a referir, no faltaría, sin duda, persona que dijese que eso no era verdad; y tendría razón, que no lo vi, pero lo creo, porque me lo contó una señora anciana, refiriéndose a personas a quienes daba mucho crédito y que decían haberlo oído de quien llevaba amistad con un testigo fidedigno, y sobre tales bases de certidumbre bien puede darse fe a la siguiente narración:
En la parte sur de la República Mexicana, y en las vertientes de la Sierra Madre, que van a perderse en las aguas del Pacífico, hay un pueblecito como son en lo general todos aquellos: casitas blancas cubiertas de encendidas tejas o de brillantes hojas de palmera, que se refugian de los ardientes rayos del sol tropical a la fresca sombra que le prestan enhiestos cocoteros, copudos tamarindos y crujientes platanares y gigantescos cedros. El agua en pequeños arroyuelos cruza retozando por todas las callejuelas, y ocultándose a veces entre macizos de flores y de verdura.
De las líneas 6 a 12, el autor describe un pueblo pequeño.
Lea y haga un dibujo del pueblecito.
En un mapa de México, localiza las Sierras Madres. ¿Qué países tienen frontera con México? ¿Cuántos estados tienen México? ¿Qué estados tienen sus costas en el Golfo de México?
En ese pueblo había una escuela, y debe haberla todavía; pero entonces la gobernaba don Lucas Forcida, personaje muy bien querido por todos los vecinos. Jamás faltaba a las horas de costumbre al cumplimiento de su pesada obligación. ¡Qué vocaciones de mártires necesitan los maestros de escuela de los pueblos!
En esa escuela, siguiendo tradicionales costumbres y uso general en aquellos tiempos, el estudio para los muchachos era una especie de orfeón, y en diferentes tonos, pero siempre con desesperante monotonía, en coro se estudiaban y en coro se cantaban lo mismo las letras y las sílabas que la doctrina cristiana o la tabla de multiplicar.
Don Lucas soportaba con heroica resignación aquella ópera diaria, y había veces que los chicos, entusiasmados, gritaban a cual más y mejor; y era de ver entonces la estupidez amoldando las facciones de la simpática y honrada cara de don Lucas.
Revise las líneas 13-24, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas.
Circule los cognados.
Conteste las siguientes preguntas:
¿Por qué las personas del pueblo aman a Lucas Forcida?
¿Qué métodos tradicionales usa don Lucas en su salón de clases?
¿Cómo se siente don Lucas durante la clase?
From line 1 to 24 make a list of verbs in simple tenses (present, preterit, imperfect, future and conditional) and the verbs you do not recognize.
En un mapa de México diga que estados tienen sus costas en el Océano Pacífico. ¿Qué estados mexicanos tienen sus costas en el caribe? ¿Qué estados están en la frontera con los Estados Unidos?
Revise las líneas 25-46, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas. Circule los cognados.
Daban las cinco de la tarde; los chicos salían escapados de la escuela, tirando pedradas, coleando perros y dando gritos y silbidos, pero ya fuera de las aguas jurisdiccionales de don Lucas, que los miraba alejarse, como diría un novelista, trémulo de satisfacción.
Entonces don Lucas se pertenecía a sí mismo; sacaba a la calle una gran butaca de mimbre; un criadito le traía una taza de chocolate acompañada de una gran torta de pan, y don Lucas, disfrutando del fresco de la tarde y recibiendo en su calva frente el vientecillo perfumado que llegaba de los bosques, como para consolar a los vecinos de las fatigas del día, comenzaba a despachar su modesta merienda, partiéndola cariñosamente con su loro.
Porque don Lucas tenía un loro que era, como se dice hoy, su debilidad, y que estaba siempre en una percha a la puerta de la es-cuela a respetable altura para escapar de los muchachos, y al abrigo del sol por un pequeño cobertizo de hojas de palma. Aquel loro y don Lucas se entendían perfectamente. Raras veces mezclaba sus palabras más o menos bien aprendidas, con los cantos de los chicos, ni aumentaba la algazara con los gri-tos estridentes y desentonados que había aprendido en el hogar materno.
Pero cuando la escuela quedaba desierta y don Lucas salía a tomar su chocolate, entonces aquellos dos amigos daban expansión libre a todos sus afectos. El loro recorría la percha de arriba abajo, diciendo cuanto sabía y cuanto no sabía; restregaba con satisfacción su pico en ella, y se colgaba de las patas, cabeza abajo, para recibir la sopa de pan con chocolate que con paternal cariño le llevaba don Lucas. Y esto pasaba todas las tardes.
From line 26 to 46 make a list of verbs in simple tenses and the verbs you do not recognize.
Conteste las siguientes preguntas:
¿Qué hacían los estudiantes después de escuela?
¿Qué hacía el maestro después de escuela?
¿Cómo se sentía don Lucas?
Compare student’s behavior in the classroom and outside the classroom.
Revise las líneas 47- 60, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas. Circule los cognados.
Transcurrieron así varios años, y don Lucas llegó a tener tal confianza en su querido Perico, como le llamaban los muchachos, que ni le cortaba las alas ni cuidaba de ponerle calza.
Una mañana, serían como las diez, uno de los chicos que casualmente estaba fuera de la escuela, gritó espantado: “Señor maestro, que se vuela Perico”. Oír esto y lanzarse en precipitado tumulto a la puerta maestro y discípulos, fue todo uno; y, en efecto, a lo lejos, como un grano de esmalte verde herido por los rayos del sol, se veía al ingrato esforzando su vuelo para ganar cuanto antes refugio en el cercano bosque.
Como toda persecución era imposible, porque ni aun teniendo la filiación del prófugo podría habérsele distinguido entre la multitud de loros que pueblan aquellos bosques, don Lucas, lanzando de lo hondo de su pecho un “sea por Dios”, volvió a ocupar su asiento, y las tareas escolares continuaron como si no acabara de pasar aquel terrible acontecimiento.
From line 47 to 60 make a list of verbs in simple tenses and the verbs you do not recognize.
Conteste las siguientes preguntas:
¿Por qué Perico pudo volar al bosque?
¿Cuál fue la reacción del maestro cuando un estudiante le dijo que Loro se fue?
Don Lucas just loses his best friend. How does he feel?
Draw a picture of don Lucas in his house right after his friend flew.
Pretend that Don Lucas has a diary: What did he write?
En un mapa de México, identifica la selva chiapaneca. ¿En qué estados hay desierto?
Revise las líneas 61-68, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas. Circule los cognados.
Transcurrieron varios meses, y don Lucas, que había echado al olvido la ingratitud de Perico, tuvo necesidad de emprender un viaje a uno de los pueblos circunvecinos, aprovechando unas vacaciones.
Muy de madrugada ensilló su caballo, tomó un ligero desayuno y salió del pueblo, despidiéndose muy cortésmente de los pocos vecinos que por las calles encontraba.
En aquel país, pueblos cercanos son aquellos que sólo están separados por una distancia de doce o catorce leguas, y don Lucas necesitaba caminar la mayor parte del día.
Conteste las siguientes preguntas:
¿Por qué don Lucas fue a un pueblo?
¿Cuánto tiempo pasó desde que perico escapó?
¿Olvidó don Lucas a Perico?
¿Cómo se preparó para el viaje don Lucas?
Describe cómo era el clima durante el viaje del maestro.
¿Cuántas personas había en la calle del pueblo cuando don Lucas empezó su viaje?
Adivina: ¿Qué pasará en la historia? En una hoja de papel escribe un breve párrafo.
Revise las líneas 69-75, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas. Circule los cognados.
Eran las dos de la tarde; el sol derramaba torrentes de fuego; ni el viento más ligero agitaba los penachos de las palmas que se dibujaban sobre un cielo azul con la inmovilidad de un árbol de hierro. Los pájaros enmudecían ocultos entre el follaje, y sólo las cigarras cantaban tenazmente en medio de aquel terrible silencio a la mitad del día.
El caballo de don Lucas avanzaba haciendo sonar el acompasado golpeo de sus pisa-das con la monotonía del volante de un reloj.
Haga una lista de los verbos que aparecen de las líneas 61 a 75. Diga en qué tiempo están.
Conteste las siguientes preguntas.
Describa cómo era el clima mientras don Lucas viajaba.
¿Cómo caminaba el caballo de don Lucas?
Revise las líneas 76-81, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas. Circule los cognados.
Repentinamente don Lucas creyó oír a lo lejos el canto de los niños de la escuela cuando estudiaban las letras y las sílabas.
Al principio aquello le pareció una alucinación producida por el calor, como esas músicas y esas campanadas que en el primer instante creen oír los que sufren un vértigo; pero, a medida que avanzaba, aquellos cantos iban siendo más claros y más perceptibles; aquello era una escuela en medio del bosque desierto.
Conteste las siguientes preguntas:
¿Qué oyó don Lucas?
¿Qué pensó don Lucas que le estaba pasando?
¿Qué había en medio del bosque?
Revise las líneas 82-88, subraye las palaras que usted no conoce y defínalas. Circule los cognados.
Detúvose asombrado y temeroso, cuando de los árboles cercanos se desprendió, to-mando vuelo, una bandada de loros que iban cantando acompasadamente ba, be, bi, bo, bu; la, le, li, lo, lu; y tras ellos, volando majestuosamente un loro que, al pasar cerca del espantado maestro, volvió la cabeza diciéndole alegremente: “Don Lucas, ya tengo escuela”.
Desde esa época los loros de aquella comarca, adelantándose a su siglo, han visto disiparse las sombras del oscurantismo y la ignorancia.
Haz una lista de los verbos que aparecen de las líneas 76 a 88. Di en qué tiempo están.
Conteste las siguientes preguntas:
¿Qué apareció en el bosque?
¿Qué cantaban?
¿Quién iba tras ellos?
¿Qué le dijo uno de ellos a don Lucas?
¿Qué desapareció en aquella región donde vivía don Lucas?