2.6.MODELO DE CAMBIO:
2.6.1. MODELO DE CAMBIO METODOLÓGICO (*)
Comprende seis fases, que no necesariamente se siguen en el orden anotado, que conforman un ciclo que se reinicia para continuar en espiral en ciclos subsecuentes de mejora permanente. En cada una de las fases se pueden formar bucles, lo mismo puede ocurrir con los conjuntos de fases.
FASE 0:
Por la importancia que reviste para el proceso, se comienza con la decisión de cambio, que se apoya en tres puntos:
• Los objetivos que se persiguen.
• Los doce criterios que caracterizan un cambio metodológico.
• La relación efectiva de estos criterios con el cambio real mediante la definición de indicadores auténticos.
Esta decisión de innovar requiere, de los responsables del cambio, que sean capaces de visualizar con claridad lo que ocurrirá durante y, sobre todo, después del proceso de cambio que propiciará la innovación. Así, definiendo los objetivos y viendo la innovación a través de los criterios, se identifican aquellos aspectos que se pueden convertir en indicadores auténticos para verificar que la innovación realmente haya producido el cambio que se buscaba y haya acarreado las mejoras que se habían anticipado como consecuencia de la innovación.
Dentro del modelo teórico se incluyen a modo de ejemplo algunas preguntas básicas y acciones fundamentales que comprendería la lista de verificación de cada fase, pero será la red responsable de cada innovación la que formule las preguntas y defina las acciones pertinentes a su innovación:
2.6.2. FASES DEL MODELO DE CAMBIO METODOLÓGICO
FASE 1: Comprender el proceso de innovación
Una vez tomada la decisión de innovar, la primera fase se concentra en la comprensión del proceso de cambio, es decir, del proceso que llevará a convertir el cambio metodológico en la nueva normalidad.
Ya se cuenta con una definición del cambio metodológico así que, en esta primera fase, se requiere de información y datos sobre la situación actual. Además de la información sobre el contexto, se requiere también de información sobre las necesidades de formación que se han detectado, particularmente en el equipo responsable, para hacer un plan y cubrirlas oportunamente.
Las preguntas básicas
Las acciones fundamentales
FASE 2: Analizar la información
Una vez que se ha logrado una primera comprensión de lo que representa el cambio, es necesario dedicar mucha atención a los datos disponibles sobre todos los aspectos que van a concurrir en él.
Del análisis de esta información, que puede requerir la participación de especialistas, surgirán las fortalezas y debilidades de la situación, vistas ahora a través de los datos y del análisis que se realiza sobre ellos.
En esta fase se tiene la oportunidad de profundizar en el conocimiento de la realidad gracias a las relaciones que revele el análisis de la información.
FASE 3: Establecer prioridades
A partir del análisis de los datos se obtiene una nueva visión de la situación, una redefinición de los problemas que conlleva el cambio metodológico. Esta redefinición da lugar a una configuración en la que hay que identificar los aspectos prioritarios, ponderados según las posibilidades de solución que revelen los datos.
FASE 4: Visualizar la situación
La profundización conseguida en las fases anteriores arroja una descripción más precisa de la situación que resultará del proceso de innovación.
La definición de los indicadores y de los instrumentos que servirán para medirlos, junto con el establecimiento de prioridades, permiten establecer metas parciales, con plazos, que conducirán a lograr el objetivo.
FASE 5: Gestión del cambio
Una innovación ha tenido éxito cuando se convierte en la nueva normalidad de la institución, cuando las personas han interiorizado un patrón nuevo. No hay, sin embargo, innovaciones irreversibles, por lo que hay que administrar el cambio cuando ha producido una mejora verificable.
En esta fase hay que establecer cómo se conseguirá que la innovación se realice, definiendo la forma en que se realizará la motivación para el cambio, los pasos a seguir para la implantación, las previsiones de formación, el seguimiento que asegure un cambio sostenible y la implicación de personas, tiempos, espacios...etc.
FASE 6: Evaluación
Una innovación sólo merece tal nombre cuando produce cambios en todos los niveles de la organización, desde los más visibles hasta los supuestos básicos, los que están en la base de las acciones y decisiones cotidianas. La evaluación acompaña al proceso de innovación de manera permanente.
Pero sólo se pueden registrar como datos aquellos aspectos para los que existe un instrumento. No se puede mejorar lo que no se mide. Por esto es fundamental el seguimiento de los indicadores, para percatarse de las tendencias y ver si evolucionan en el sentido previsto, no necesariamente de manera lineal con el tiempo. La variedad de los indicadores (de resultados, de procesos, de estrategia) permite dar un seguimiento más matizado del proceso.
2.6.3. FIGURAS DEL CAMBIO
El proceso de cambio puede ser considerado simultáneamente desde varios puntos de vista. Entre ellos se encuentra considerar las figuras del cambio, es decir, el conjunto de personas e instituciones relacionadas por el papel que desempeñan en la innovación: promotores, participantes, asesores, observadores. Todos ellos desempeñan papeles complementarios pero no excluyentes:
Los promotores cuentan con un conocimiento acerca de la innovación específica y están dispuestos a participar en los procesos de formación y actualización que se presenten en el proceso de innovación.
Los promotores también están dispuestos a contribuir a la formación y el fortalecimiento de una cultura del cambio en su medio.
Los asesores expertos en los procesos de innovación educativa son particularmente importantes pero también se requieren asesores en todos los aspectos que necesiten de conocimiento especializado, como pueden ser algunas cuestiones tecnológicas, disciplinarias, organizacionales, etcétera.
La observación es un proceso sistemático que se centra en los aspectos sustantivos del cambio.
Es preciso definir los objetos de la observación y las condiciones en que ocurrirá.
Red responsable del cambio metodológico
2.6.4. LA CULTURA DEL CAMBIO
La formación y el desarrollo de una cultura de cambio requieren de una reflexión sistemática sobre:
En las instituciones que carecen de una tradición en la innovación educativa es preciso lograr que toda la comunidad se integre en diversas redes responsables de proyectos de innovación para que viva la experiencia de reflexión, acción y evaluación de su quehacer que implican los cambios.
No se puede ignorar que la cultura del cambio no es un fin en sí misma y que cada institución tiene que identificar los valores éticos y sociales que sostienen su propia cultura de cambio.
Una cultura de cambio alienta a las personas a trabajar en innovaciones, sin esperar que todas éstas provengan de la institución en la que se trabaja, porque todos están acostumbrados a sugerir mejoras y modificaciones continuas y replanteamientos institucionales. Se crea un ambiente en el interior de las instituciones en el que todas las personas se sienten parte activa de las innovaciones.
En la sociedad del conocimiento las necesidades de aprendizaje son permanentes y se reconoce la importancia del aprendizaje autónomo. Se vive en un proceso de formación continua a consecuencia de los desequilibrios constantes que acarrean los cambios en las instituciones educativas. Entre los individuos se presentan reacciones variadas. Algunos incorporan la necesidad permanente de aprendizaje en sus esquemas de funcionamiento, pero otros se muestran reacios, pues necesitan aprender a enfrentar la incertidumbre que se genera.
Las innovaciones en una institución educativa constituyen un sistema óptimo de formación permanente.
Así pues, no sólo es importante impulsar el desarrollo de innovaciones, también lo es la creación de una cultura de la innovación que permita arraigar en la comunidad esa dinámica que impulse a la institución a una mejora permanente, a no esperar que los cambios la alcancen y avasallen, sino a estar preparados y ser de los primeros en impulsar y aprovechar tales cambios.
(*) Fuente: P. Ortega; M. Ramírez; J. Torres; A. López; C. Yacapantly; L. Suárez; B. Ruiz. Modelo de Innovación Educativa. Un marco para la formación y el desarrollo de una cultura de la innovación.