1. Introducción y Justificación

INTRODUCCIÓN

El presente documento ha sido encargado por la Provincia Marista Compostela al equipo Aggiornamento1314 formado por Manuel García, Eva Matarranz, Jesús Martín, Mª Jesús Sanjurjo , Cristina Montero y Carmen González

Los miembros del equipo han trabajado apoyándose en los siguientes aspectos:

Formación:

• Proyectos de emprendimiento por la Fundación Trilema

• Profesores por el cambio y la innovación por FERE y colegios Montserrat

• Estrategias de comunicación por Raúl Álvarez

• Gestión del cambio por Margarita García

• Proyecto Pixépolis de editorial Luis Vives

• Estimulación temprana por Xoana Balado

• Congreso de “Escuela Creativa” de FERE nacional

• Escuela21 por Alfredo Hernando

• Marco de espiritualidad de Maristas Compostela por Roberto González

• Modelo T: Socio-Cognitivo-Humanista por el H. Carlos Seco

• Método Singapur por Andrés Cosme

• Aprendizaje Cooperativo por Francisco Zariquiey

Investigación:

• Visita a centros de referencia.

• Investigación a través de internet

• Lectura de documentos

Las ideas generadas en las primeras reuniones de trabajo quedan recogidas en un mapa mental que va ampliándose y modificándose a medida que avanzamos en la preparación del documento. (ver)

Además decidimos hacer público todo el proceso que nos ha llevado a la redacción de este documento en el blog http://aggiornamento1314.blogspot.com.es

http://aggiornamento1314.blogspot.com.es/p/mapa-mental.html

JUSTIFICACIÓN

El plan estratégico 2013-16 de la Provincia Marista Compostela recoge la iniciativa estratégica "Crear una comisión para el estudio, diseño, formación e implantación del Marco de Desarrollo Pedagógico" (IE.03.01.01), nace así el equipo de trabajo "Aggiornamento1314" que tiene como objetivo desarrollar dicha iniciativa.

Una de las razones fundamentales para promover la renovación metodológica tiene su origen en la nueva organización social que preside actualmente la vida comunitaria de todas las sociedades avanzadas y que se conoce como "sociedad del conocimiento". Adaptarse a las características (nuevos conocimientos, patrones culturales, avances tecnológicos, valores dominantes, etc...) que rigen este nuevo orden social implica un proceso de constante actualización para lo cual se exige a cada alumno una capacitación personal crítica que favorezca la interpretación de la información circulante y la generación del conocimiento propio que le permita aprender de forma continua. Cada vez parece más necesario que los alumnos tengan la formación adecuada que les permita no sólo beneficiarse de las oportunidades educativas que le ofrece la "nueva sociedad del conocimiento" sino también adaptarse a ella de forma creativa y gratificante.(*)

Además debemos hacer frente a dos realidades que cobran cada vez más importancia y que no podemos obviar si queremos seguir siendo centros de referencia en educación:

    • La presencia de un nuevo alumno nacido en la sociedad de la información y del conocimiento que demanda nuevas formas de aprender.
    • Los nuevos conocimientos sobre el aprendizaje que desde los avances en neurociencia aterrizan en el aula con nuevos instrumentos para un aprendizaje más efectivo.

Todo esto, como siempre, teniendo como referencia los objetivos educativos, caracterizados en la escuela Marista por la necesidad constante de actualización.

En este sentido tenemos muy presentes los valores tradicionales maristas: sencillez, espíritu de familia, pedagogía de la presencia, amor al trabajo, cariño a la Buena Madre, Educación no formal y atención al más necesitado. También los valores emergentes: comunicación, solidaridad, ecología y sed de espiritualidad, visión provincial, misión compartida, excelencia e inclusividad.

Para que esto sea posible el proceso formativo de una persona (alumnos, profesores, padres...) no puede quedar circunscrito a una determinada etapa o periodo ya que perdura a lo largo de toda su vida. De ahí que unos de los objetivos prioritarios del sistema educativo sea precisamente inculcar en los estudiantes que la máxima de toda formación es que el individuo asuma que la única forma de aprender es a través de una "búsqueda personal del conocimiento". Asumida esta perspectiva, los procesos formativos vinculados a un periodo o institución solamente aportan las bases o medios necesarios para que el individuo pueda iniciar su "búsqueda personal" que, como ya hemos dicho anteriormente, se extenderá a lo largo de su vida.

Este nuevo enfoque sobre el papel de la formación ante la nueva sociedad del conocimiento constituye una oportunidad para revisar nuestro planteamiento metodológico y se considera como una finalidad fundamental de todo proceso de enseñanza facilitar al alumnado "herramientas necesarias para que pueda llevar a cabo su búsqueda personal hacia el aprendizaje". Frente a una enseñanza preocupada por la transmisión de conocimientos de manera fragmentada y poco personalizada sobre un determinado tópico o contenido instructivo, se considera que es necesario centrar los esfuerzos en dotar a los alumnos de las herramientas y técnicas de trabajo que le permitan el acceso a la información que circula en la sociedad del conocimiento y utilizar los recursos disponibles para avanzar por sí mismo en su proceso formativo. De ahí que el dominio de la tecnología de la información (las TIC) constituye uno de los objetivos nucleares en la formación de los alumnos.

Esta concepción de la formación como un proceso de búsqueda personal conlleva asumir otro supuesto tan importante como el anterior del que tampoco podemos prescindir: la clave del proceso formativo de un alumno radica en que el proceso de aprendizaje se lleve a cabo fundamentalmente a través del estudio y trabajo autónomo del propio sujeto. Si el sujeto ante las exigencias que conlleva la sociedad del conocimiento se va a ver obligado a aprender por sí mismo a lo largo de su vida, parece lógico que deba aprender a realizar esta tarea cuanto antes. Ello conlleva que las metodologías de enseñanza a utilizar en todo el sistema educativo tengan en cuenta esta premisa.

A modo de resumen podríamos señalar que en la sociedad del conocimiento que vivimos necesitamos estar continuamente aprendiendo para comprender y dar respuesta a las nuevas situaciones que constantemente se nos plantean. Sólo si tenemos desarrollada la capacidad individual de autoaprendizaje podremos entender y adaptarnos a las exigencias de un mundo en constante cambio. El desarrollo de la "capacidad de autoaprendizaje", también conocida como aprender a aprender, debe constituir, por tanto, la finalidad última de todo proceso de aprendizaje. La metodología de enseñanza a utilizar deberá asumir este principio como criterio fundamental. Finalmente los programas de formación deberán centrarse en que el alumno adquiera un conjunto de competencias genéricas que le aporten los conocimientos y habilidades básicas para la vida social y unas competencias específicas que le permitan su integración en el futuro en un sector laboral específico.(*)

(*) Fuente: Cuadernos de Integración Europea #2 - Septiembre 2005 - páginas 16-27 http://www.cuadernosie.info

Finalmente también queremos destacar la importancia que tiene ser conscientes de la realidad que nos rodea, en la que encontramos cada vez más centros con propuestas innovadoras que dan respuesta a esta necesidad de cambio y nosotros no podemos ni queremos quedarnos atrás. Necesitamos no solo ser competitivos sino diferenciarnos para poder ofrecer un valor añadido que nos caracterice como escuela Marista.