Primeras acciones de guerra

El Período de instrucción de la Cía de CC,s. de asalto, fue muy breve, pues el 8 de Marzo, tras una urgente petición del EME, partieron hacia Málaga por ferrocarril 11 CC,s. con sus plataformas, dos camiones y una camioneta. El personal que acompañaba a estos CC,s. era de 4 Cap.,s. (de los cuales tres eran profesores de la ECT), 8 Sgto,s. y 25 Sold,s. El día 12 embarcaron en el Vapor " Guillen Sorolla " , llegando el 13 al puerto de Melilla. Una vez allí, la Unidad fue enviada inmediatamente al Campamento de Dar-Drius.

    Las instalaciones donde esta Cía de CC,s. tuvo que acoplarse eran totalmente deficientes, solicitando reiteradamente su Jefe, el Cap. de la Cía. D. José de Alfaro, unas que se adecuaran mejor a los medios de que disponía. Con sus propias palabras: " barracones donde el material delicado se halle resguardado y no sufra las inclemencias de los temporales tan frecuentes ". Esta precaria situación por las difíciles condiciones atmosféricas y el mínimo mantenimiento al que se podían someter los CC,s. fue agravada por la total falta de medios y por permanecer el camión-taller en Segovia, siendo necesario enviar los vehículos a la Maestranza de Artillería de Melilla, desde Dar-Drius, para realizar cualquier reparación de importancia [Defensa].

    Pero como hemos dicho anteriormente, los FT-17 no fueron los primeros CC,.s que se enviaron a África, pues los primeros CC,.s en llegar y ser utilizados en la guerra de Marruecos fueron los SCNEIDER CA-1, pertenecientes a Artillería.

    Los proyectos iniciales de este carro se remontan al año 1915, quedando diseñado el primer prototipo en enero de 1916. Disponía de un blindaje de 10 mm, un peso de 13,5 Tm., velocidad de 6-8 km/h. y una potencia de fuego muy estimable, basada en su cañón de 75 mm. y dos ametralladoras laterales. La construcción de este carro comenzó en este mismo enero.

 

Batería de Carros de Asalto al completo.

    Su motor Schneider de gasolina con 55 HP. movía con dificultad el CC a una velocidad similar a la de un hombre a pie. Su diseño estaba basado en su pasado como tractor de artillería: Techo completamente plano, nada de curvas, formas cuadrangulares y sin torretas giratorias.

    Como citamos anteriormente, por Real Decreto de 16 de septiembre de 1921 se aprobó la adquisición de 6 Schneider CA-1, 6 tractores Latil, seis remolques porta-carros y 6.000 disparos para su cañón de 75 mm, ascendiendo esta compra a un valor de 1.367.303 FF.

    Estos llegaron a Melilla el 6 de marzo de 1.922, (una semana antes que los CC,s. Renault), a bordo del vapor "Guillén Sorolla". Su desembarque estaba previsto que se realizara antes, pero no fue posible a causa de no existir en el puerto melillense ninguna grúa capaz de desembarcarlos.

    Esta Sc. de CC,s. de asalto de Artillería, después transformada en Bía., la mandaba el Cap. art. D. Carlos Ruiz de Toledo, y los JC,s. eran los Tenientes Goicoechea Valdés (CC nº1), Vidal Cuadras (CC nº2), Reig Escalante (CC nº3), Roldán Guerrero (CC nº4), Manuel León (CC nº5) y Rexach Pargas (CC nº6). Además en cada CC. iba un S/Oficial 2º Jefe, un cabo, un tirador, un conductor y 2 sirvientes de ametralladoras.

    La Bía. de CC,s. se trasladó a su primera base en el campamento de Batel, situado en Monte Arruit y Dar-Drius, llegando a dicha posición el 12 de Marzo. Dos días después, comenzaron a desembarcar los once CC,s. de asalto de Infantería RENAULT FT-17, que viajaron abordo del mismo vapor.

 

 El 15 de marzo se considera la fecha del bautismo de fuego de los CC,s. de asalto españoles. En ese día los Scheneider CA-1 de Artillería entraron por primera vez en combate, colaborando en la toma de Kandussi y de Sbuch-Sba junto con el Bon. de Infantería de Albuera. La operación no fue del todo positiva, ya que tres carros sufrieron averías que les impidieron entrar en combate (CC nº 3, 5 y 6), realizando eficazmente su tarea el resto de la Unidad.

    En el "Diario del Rif", se narra esta primera acción por parte de los CC,s. españoles y se dice que estos causaron el espanto entre los rifeños, que proferían gritos tales como: "spanoiles, así no jaser la guerra, estar trampa, al tiempo que les arrojaban piedras ".

    Posteriormente, sobre el 17 de marzo, ya habían llegado los 11 CC,s. Renault a la que sería su base en Dar Druis. Dos días después volvieron a realizar una nueva acción en Anwar, pero esta vez cooperaron los CC,s. de Artillería junto con la Cía. de CC,s. de Infantería  [Defensa].

   

bautismo de fuego

El 15 de marzo se considera la fecha del bautismo de fuego de los CC,s. de asalto españoles. 

Carro num 11 avanzando junto a las fuerzas de la Legión

A pesar de los aceptables resultados tácticos obtenidos por los Schneider, presentaban cantidad de problemas mecánicos, por lo que en Agosto de 1925, el Ministro de la Guerra comunicó al General Jefe del Ejército de África que se gestionaría la adquisición de CC,s. del tipo Vickers para ser entregados junto con los CC,s. de fabricación nacional que se pensaban construir por Trubia, proyecto que una vez más, jamás llegó a ver la luz.

    En el año 1929 se repatría la Batería de carros Schneider a la Península, quedando 2 CC,s. en el Parque de Artillería de Madrid, para ser reparados de averías importantes que presentaban; pasando los otros cuatro a prestar sus servicios en la Escuela de Automovilismo Pesado de Artillería. Posteriormente la Bía. de CC,s. se disolvió y sus CC,s. no se volvieron a ver hasta 1936.

    Aclarado el tema de cuales fueron los primeros CC,s. en llegar y entrar en acción en África, podemos continuar con las vicisitudes de la Cía. de CC,s. de asalto de Infantería.

    No transcurrieron ni dos meses desde la llegada de los CC,s. a España, cuando se ordenó su preparación para entrar en combate en las acciones previstas contra la cábila de Beni Said. El mismo día de la llegada a Melilla (13 de marzo), el Comandante General en una nota manuscrita, pide al Capitán un informe para saber si la Cía. está en condiciones de entrar en combate al día siguiente.

    En este informe el Cap. Valero redacta entre otros los siguientes puntos:

            º Organización:

· Dos Sc. de 5 CC,s. cada una

· 1 CC de mando

· Los correspondientes camiones plataforma para transporte por carretera.

· 2 camiones tanques de gasolina

· 1 camioneta de útiles

             º Armamento:

· Todos menos el de Mando, con AM Hotchkis.

            º Novedades:

· CC,s. nº 6 y 10 averiados en la operación de embarque.

· Un camión tanque de gasolina averiado en el embarque en Málaga.

            º Personal:

· 2 Co,s. por CC

· Tripulación: 1 Co. y 1 Sgto. ametrallador JC

· De los 40 conductores que debería tener en total la Cía. sólo se habían incorporado 22, con los que se podrían cubrir los servicios de la Cía.

· Los Sgto,s. se incorporaron a la U. el mismo día de embarcar en Madrid, careciendo totalmente de instrucción como JC.

    Era totalmente evidente que la Unidad no estaba preparada para entrar en combate por varias razones clarísimas: La inexistente instrucción mínima necesaria, táctica y técnica, de los componentes de la Cía., (de hecho veremos que las ametralladoras se montaron el día anterior a la acción y eran totalmente desconocidas por las tripulaciones), y el nulo apoyo logístico necesario para que una Unidad de este tipo entrara en acción. Aún así, se da la orden de entrar en combate el 18 de Marzo de 1922, siendo este día el de bautismo de fuego de la Cía. de CC,s. de asalto.

    General Berenguer que comienzan las operaciones el día 18 a la 06’00 h. Cooperaron en esta acción la Cía de CC,s. de asalto con 7 CC,s. , la Bía. de Artillería con 4 Schneider CA-1 y la Sc. de Ingenieros con 5 camiones protegidos Nash-Quad y Benz.

    En las operaciones realizadas ese día se ocupó los aduares de Anvar oriental y Yebel Imelahem. Las Unidades blindadas citadas anteriormente, actuaron en cooperación con Unidades de la Legión que desplegaron detrás de los CC,s.

    En un primer salto hacia Tuguntz, la columna alcanzó y ocupó las casas de Ambar, donde recibieron un intenso fuego desde su flanco izquierdo. Los CC,s. se habían adelantado unos 800 m. a las U,s. de la Legión, razón por la cual fueron rodeados por los moros quienes, aparentemente sin inmutarse por la aparición de estos nuevos medios de combate, los atacaron arrojándoles piedras y buscaron los ángulos muertos de las ametralladoras para introducir sus gumías por las mirillas.

    Las ametralladoras de varios CC,s. sufrieron interrupciones debido al empleo de munición defectuosa y a que acababan de ser instaladas el día anterior, lo que motivo el repliegue de la U. hacia donde se habían quedado las fuerzas de la Legión. Durante el citado movimiento estalló de nuevo el combate de forma violenta, viéndose obligadas algunas tripulaciones ( o guarniciones como se llamaban entonces ), a dejar en el campo de batalla los CC,s. ante la imposibilidad de responder al acoso enemigo o poner de nuevo en marcha los CC,s. que se habían parado.

    El resultado de esta primera acción de los CC,s. se podría prever de antemano: resultaron heridos los Sgto,s. Pertiña y Amarillo, así como un conductor. Y en cuanto a las pérdidas materiales cabe reseñar la avería de tres CC,s. de los cuales dos quedaron en la zona del combate siendo destruidos por los moros cuatro días después.

    Esta desafortunada acción fue objeto de una posterior investigación por parte del EME, llegando este a las conclusiones que de antemano se podían prever y determinando que la causa principal del fiasco fue la falta de cooperación entre fusileros y CC,s. junto con el excesivo adelantamiento de estos últimos. A lo anterior debemos sumar los fallos sufridos por las ametralladoras. Realmente, carristas y legionarios no habían tenido ocasión material de instruirse en común por falta de tiempo y de circunstancias ligadas a otros factores de diversos signos lo que, inevitablemente, produjo la citada descoordinación.

    A pesar de este inicio poco sobresaliente, no imputable al material , que tenemos que recordar que era uno de los carros punteros en su época en el mundo, sino a la precipitación en emplear a esta Unidad recién creada sin que estuviera preparada; el reparo surgido por esta acción a utilizar los CC,s. fue dejado a un lado, participando estos en protecciones de columnas, operaciones de castigo, coberturas de retiradas, cooperación con Caballería e Infantería y misiones menos ortodoxas como remolque de vehículos, estafeta de correos y observatorio.

    En referencia a esta primera acción en combate de la Cía. de CC,s. de Infantería, es interesante analizar un fragmento del libro "Diario de una Bandera", en el que el entonces Comandante de la Legión D. Francisco Franco, describe de primera mano esta actuación de los CC,s. y sus posteriores conclusiones. Fragmento que a continuación se transcribe:

    Se establece, el día 17 de Marzo de 1922, en Itihuen el campamento provisional de la columna. En este día llegan los CC,s. de asalto de Infantería, que han de tomar parte en la acción. Los oficiales cenan en nuestro campamento; el Teniente Coronel ofrece todos los elementos de la Legión a sus compañeros de la Escuela de Tiro, y después de un apretón de manos, deseándoles un buen éxito, se retiran todos en busca del descanso.

    Al amanecer del día 18 sale La Legión, precedida de los carros, en vanguardia de la columna; los moros hostilizan débilmente, y los carros de asalto avanzan por la barrancada anterior al aduar de Ambar. Siguen los legionarios a ocupar los aduares, y después de breve detención, descienden los carros por el profundo barranco que separa Ambar de la Loma Alta, conocida más tarde con el triste nombre de la "loma de los ataques". Las guerrillas de la Legión ascienden las cortadas laderas y toman posiciones pasado el barranco.

Distintivo de permanencia en Unidades de Carros, declarado oficial en 1926

    El barranco ha sido largo y penoso; el enemigo hostiliza vivamente, y la columna aún viene retrasada. 

¿Dónde esta Tuguntz? ¿Se ha de seguir el avance?

 El combate se sostiene duro y los Beni-Said y Beni-Ulisek se extreman en el ataque.

    La columna, al borde de la meseta inmediata a los aduares de Ambar, sostiene fuego en su flanco izquierdo con el enemigo. Después de un gran rato llega la orden de dar por terminado el primer salto hacia Tuguntz y que se fortifiquen las casas de Ambar.

    Los tanques, que se adelantaron unos ochocientos metros delante de nuestras guerrillas, desaparecen durante un rato de su vista; cuando reaparecen, los moros les rodean arrojándoles piedras; furiosos, tratan de luchar con el nuevo elemento de combate; buscan el ángulo muerto de sus ametralladoras, pero inútilmente, muchos caen acribillados por sus fuegos.

    Un carro regresa a las guerrillas la ametralladora se encuentra interrumpida. No es extraño, el día anterior fueron desempacadas y colocadas en los carros, y el personal, que debiera estar muy práctico en su conocimiento, no parece estarlo. El apuntador llega levemente herido; un moro metió por la mirilla una gumia, hiriéndole ligeramente.

    Los moros, escarmentados de su primer ataque contra los tanques, esperan ocultos en las barrancadas el momento del repliegue.

    Las guerrillas siguen durante el día en fuego con el enemigo, y terminada la fortificación de las posiciones, el grueso de la columna se repliega a Itihuen, mientras la vanguardia ha de retirarse sobre la posición de Ambar. El Teniente Compaired, de la 13ª Compañía, ha sido herido.

    Los carros de asalto, que hace unos momentos se encontraban a la altura de las guerrillas, se han de replegar a retaguardia de las mismas, evitando que el enemigo se eche encima, mientras las tropas cruzan las profundas barrancadas.

Empezado el repliegue, el enemigo, muy numeroso, ataca por todas partes y el combate se entabla duro; en estos momentos, cuando las últimas unidades de legionarios han cruzado el barranco, ven a las guarniciones abandonar los tanques y correr cuesta abajo por la loma. Los legionarios recogen al Capitán de los tanques y un soldado herido y entran en la posición. El enemigo ataca duramente y se encuentra en algunos puntos cerca de las alambradas; los defensores les hacen nutridas descargas, que les causan muchas bajas.

    En estos momentos, al bravo Comandante Fontanes, que manda la Segunda Bandera durante toda la campaña, le traen herido con un balazo en el vientre; a su lado viene su ayudante, el Teniente Lizcano, también herido, mientras a lo lejos los moros se agrupan rodeando los tanques. Las sombras de la noche impiden ver a distancia y las posiciones rechazan el ataque.

    LA OPERACIÓN de Ambar y la pérdida de los carros de asalto suscitan en la opinión diversos comentarios; los tanques han fracasado, se oye decir, los tanques no sirven para Marruecos, no son apropiados para este terreno. Suposiciones todas hechas sin más conocimiento que relatos poco verídicos que se hicieron de su actuación.

    Los CARROS DE ASALTO Y TANQUES SON DE GRAN APLICACIÓN EN ESTA GUERRA; veremos si el tiempo me da la razón.

    Prescindiendo de las características de los carros de asalto de Infantería, aquí empleados, superados por otros carros de asalto en servicio de los Ejércitos extranjeros, las causas de su poca eficacia en los primeros combates, y de su pérdida, han sido muy diversas.

    El armamento del carro de asalto consiste en una sencilla ametralladora; es necesario mejorarlo y dotarlo de una doble ametralladora, como llevan en otros Ejércitos, medio único de asegurar la continuidad de su acción y evitar que la menor interrupción deje sin armamento al carro.

    La ametralladora Hochkiss, no obstante sus excelentes condiciones balísticas, necesita una cartuchería seleccionada que disminuya las interrupciones, tan frecuentes en nuestras unidades de ametralladoras, por las municiones tan diversas que se emplean.

    El personal de estos carros ha de ser competentísimo y su instrucción perfecta, además de estar escogido entre personal entrenado en la campaña.

    Los tanques, en esta clase de guerra, han de operar prestándose mutuo apoyo, y en los periodos de instrucción han de practicar sus ejercicios en combinación con aquellas tropas con las que han de sostener enlace en el combate.

    La falta de gasolina, causa a que se atribuyó la pérdida de los tanques, es, como se ve, tan pequeña e indica al mismo tiempo tal falta de preparación en el personal, que no por ello han de sentenciarse esas unidades al fracaso.

    Los enemigos de los tanques son: La artillería, los fusiles y las ametralladoras contratanques; si nuestro enemigo no dispone de estos medios de acción, evidentemente su empleo no ha de tener contratiempo y causará a los harqueños hondo quebranto, evitando al mismo tiempo las bajas propias.

    No quiero decir con esto que el carro de asalto vaya a solucionar la campaña, pero sí que ha de ser un poderoso elemento para nuestra acción militar, y su empleo en mayor número encajará dentro de las aspiraciones de la Nación de reducir los electivos que en Africa combaten. La construcción de un tanque ligero, con más de un tirador, especial para Marruecos, aumentaría la eficacia y radio de acción de esta arma.

    Las unidades de tanques tienen un valor que hoy parece desconocerse, y no hay que olvidar que lo más caro en esta guerra no es el material, sino los hombres.

 

EL CHENILLETTE SAINT-CHAMOND.

Chenillette Saint-Chamond

Además de los 18 Renault y los 6 Schneider adquiridos a Francia, se compraron 7 CC,s. Saint-Chamond, que sobre el papel constituían un avance interesante por su novedoso tren de rodaje denominado Chenillette. La totalidad de los vehículos fabricados en Francia, que rondaban los siete carros, fueron adquiridos por Finlandia y España. Tenía la posibilidad de desplazarse tanto sobre ruedas como sobre cadenas, con lo que teóricamente podían prescindir de los camiones portacarros para sus traslados por carretera a la zona de acción. Pero la puesta en práctica de este nuevo tren de rodaje resultó ser un fracaso total .

    Llegaron los 7 CC,s. a la Maestranza de Artillería de Melilla, el 5 de agosto de 1923 y el 15 del mes siguiente les fueron entregados para su evaluación a la Cía. de CC,s. de asalto. Se les asignó los números del 20 al 27. Estos números podían ser los de una nueva Cía. o únicamente sus números de serie.

 

  Se trasladaron al campamento de Dar Drius en dos jornadas, teniendo que pernoctar en Tistutín a unos 75 km,s. de su punto de partida. En este corto recorrido inicial el CC nº 23 que utilizaba al igual que los otros las ruedas para realizar el viaje, sufrió una avería que inutilizó completamente la dirección, siendo devuelto a Melilla donde se propuso por el Jefe de la Cía. que fuese destinado para canibalizar en beneficio del resto de vehículos.

    Al llegar a su destino y ser probados durante unos días, sólo quedaron operativos dos CC,s. pues un tercero sufrió averías de importancia y el resto leves averías. En un informe que le fue solicitado por la Comandancia General de Melilla, el Capitán de la Cía. estimó improcedente su empleo, no considerando a este material dotado de las características apropiadas y de una calidad muy deficiente.

      Más en concreto el Capitán Alfaro criticó en un documento de fecha 18 septiembre 1923 los siguientes aspectos:

a) Desproporción entre el peso del vehículo y la potencia del motor, lo que daba al CC una velocidad mínima que resulta aún menor sobre cadenas.

b) Elevada temperatura en el interior del vehículo, donde se llegaban a alcanzar los 100 grados.

c) Dificultad y lentitud para maniobrar tanto en los giros como en el cambio de ruedas a cadenas. Especialmente difícil resulta este cambio que ha de realizarse desde el exterior y que duraba alrededor de treinta minutos de trabajo.

d) Escaso blindaje y de poca calidad, con el inconveniente añadido de que tiene que ser desatornillado para poder acceder al motor.

e) Sólo hay una ametralladora en la parte frontal y situada de tal forma que apenas tiene ángulo lateral de desplazamiento. Por su colocación, las vainas expulsadas caen sobre la cara del conductor. Por todo esto, la capacidad ofensiva del CC es muy escasa, siendo difícil el disparo desde el vehículo por carecer de mirillas o aspilleras laterales y traseras y por tenerse que efectuar las punterías mediante virajes del CC.

    Este compendio de despropósitos hizo que los CC,.s fueran devueltos, no se sabe muy bien si a Francia o al desguace.

EL DESEMBARCO DE ALHUCEMAS.

    Después de estas primeras actuaciones de los Carros del Ejército español, la Cía. de CC,s. intervino en diferentes misiones, como hemos mencionado anteriormente, cuya importancia no fue excesivamente significativa. Entre las más importantes estarían:

Ficha Técnica Chenillette

Peso: 3 Tm

Longitud: 3.6 m

Blindaje: 5mm-16 mm

Motor: Mathis 4 cil. 15 HP

Autonomía: 7 h.

Velocidad: 20 km (ruedas) y 7 (cadenas).

Depósito: 20 l.

Tripulación: 2

Armamento: 1 AM. Hotchkiss de 7 mm.

Munición: 3.000 cart.

Radio acción: 50 km.

- Ocupación de Tizzi-Azza el 5 de junio de 1923, donde se le concedió al Sgto. D. Mariano García Esteban la Laureada de S. Fernando. Avanzando en vanguardia de la columna del Cor. Ruiz del Portal, al Mando del CC nº9, en operaciones contra la cábila de Beni Said. Destacó por su ejemplo y heroico comportamiento, pues al alcanzar el objetivo detuvo el CC para causar mayor quebranto al enemigo, siendo entonces herido por un proyectil disparado a través de la mirilla. Como consecuencias de ese disparo perdió el ojo derecho y sufrió daños en el izquierdo pese a lo cual todavía continuó haciendo fuego hasta consumir la munición.

- Ocupación de Iberloken (1926). Donde la Cía de CC,s. fue merecedora de una Citación Especial.

 

    Pasamos así al 8 de septiembre de 1.925, donde se produjo el desembarco de Alhucemas. Esta acción es digna de mención por ser el primer desembarco anfibio de CC,s. de la historia.

   

Sargento D. Mariano García Esteban

Imposición de la Laureada

Con el fin de obtener un triunfo decisivo sobre las cábilas, se organizó un desembarco articulando las fuerzas participantes en una serie de columnas, siendo la del General Saro (Columna de Ceuta), donde fueron encuadrados los Carros de combate.

    La Cía. había recibido 6 CC,s. nuevos con los que reponer las bajas habidas en el transcurso de las operaciones realizadas hasta la fecha, se traslado a Ceuta donde embarcarían en las lanchas K nº1,5,11y 15.

    Estas barcazas, adquiridas en Inglaterra, habían sido reforzadas para llevar tres CC,s. cada una en el puente, siendo después remolcadas por sendos buques.

    La facilidad con que tuvo lugar el embarque de los CC,s. puso de manifiesto lo asimilado durante las prácticas realizadas en la Playa de Medik, con este fin.

    La Cía. mandada ahora por el Cap. Juan de Urzaiz, contaba con doce blindados, según unos documentos, y por once según otros, siendo este número el que aparece en las fotografías de la Playa de Cebadilla.

Al amanecer del día 8, las barcazas vararon a 50 m,s. no pudiendo desembarcar los carros hasta el día siguiente debido a las desfavorables condiciones que presentaba la playa. Una vez en suelo firme los Renault asumieron el apoyo al flanco derecho del frente, continuando después el avance hasta la ocupación de la línea Alto-Malmusi Bajo-Morro Viejo el día 23, en colaboración con las 6ª y 7ª Banderas de la Legión.

Imposición por parte de SM Alfonso XIII, de la 

Cruz Laureada de San Fernando 

al Sargento García Esteban.

 Momento en que el Sargento García Esteban es evacuado del CC num 9, 

tras ser alcanzado por un proyectil

 

CONCLUSIONES.

1.- Es fundamental disponer de producciones nacionales de medios blindados, para no estar a expensas de la conveniencia otros países

2.- Los CC,s. de asalto fueron ampliamente empleados en el Rif, llegando incluso a permanecer las tripulaciones combatiendo más de once horas.

3.- Después de las primeras acciones de los CC,s. se dejaron de oír la mayoría de las voces de duda, que al igual que en Europa anteriormente, surgieron con el empleo de esta nueva arma.

4.- El empleo de los carros en el combate disminuyó de forma proporcional las bajas en la Infantería. En las primeras batallas en que se emplearon los CC,s. en la I GM, el primer día de combate se perdieron el 20 % de los CC,s., un 30 % el segundo día y un 50 % el tercer día. Las bajas de Infantería fueron aumentando proporcionalmente con la disminución de los CC,s., por lo cual se garantizó con el CC. grandes avances y mínimas pérdidas.

5.- La instrucción en cooperación fusileros-carros es fundamental para llevar a buen término posteriores acciones conjuntas.

6.- Es primordial el mantenimiento en las Unidades de carros. El no dedicarle el tiempo necesario puede llegar a dejar no operativas Unidades completas.

7.- Sin apoyo logístico suficiente es imposible realizar una acción donde se emplean CC,s. (falta de combustible, munición defectuosa, falta de segundos escalones potentes…).