Esfera

Cuando abordamos una fotografía con intención de resaltar una parte y desenfocar el resto, la decisión sobre qué parte resaltar y cuál desenfocar suelen estar claras desde un principio. Otra cuestión muy distinta es la decisión sobre cuánto desenfocar. Hay situaciones en las cuales el tipo de material emplado (objetivo, por ejemplo) y/o las características de la escena marcan unos límites sobre la cantidad de desenfoque empleado que puede que no coincidan con nuestros intereses. En otros momentos sí que tendremos esa capacidad de elección. Es lo que ocurre en este caso concreto. Dada las características del objetivo y la distancia de enfoque, la máxima apertura obtenible era de f4.5. Esto no nos proporciona una gran cantidad de desenfoque pero eso es precisamente lo que deseábamos. En casos como el que aquí observamos el desenfoque no debe ser muy exagerado porque nos proporciona el contexto sobre el que se superpone el motivo principal, la esfera. Se puede jugar con un desenfoque aún menor alejándonos para tomar la foto, lo cual nos obligará a aumentar la longitud focal y por tanto también aumentará el valor de apertura hasta quizás 5.6.

Posteriormente recortaremos.