Torre de Belem

Uno de los elementos que conforman la composición de una fotografía es la decisión del fotógrafo sobre qué debe aparecer y sobre qué NO debe aparecer en el encuadre. Si estamos fotografiando monumentos tan visitados como la Torre de Belén, lo que desde luego no deseamos es que aparezca inundada de turistas por todos los lados. Y ésto puede ser un problema difícil de solucionar. En este caso, la fotografía fué tomada un lluvioso día de Diciembre en el que además estaban cerrados a visitantes los monumentos más representativos de la zona, incluido el Monasterio de los Jerónimos. La estraña apertura de f6.7 es debida a la necesidad de desenfocar el fondo en el que aparecen algunas instalaciones industriales.