Sanismo, cuerdismo y psicofobias . 

Los prejuicios en la clinica psiquiátrica. 

DR. JOSÉ LUIS DÍA SAHÚN “CHUSÉ”  

Psiquiatra. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

Profesor Asociado  Universidad Zaragoza.

Tutor de formación MIR psiquiatría.


SANISMO, CUERDISMO, PREJUICIOS Y PRESUPOSICIONES EN LA PRÁCTICA PSIQUIÁTRICA. 

De K Jaspers a la nueva psiquiatría 2023.

El sanismo y el lenguaje en la enfermedad mental. Iva Cheung. Comité Canadá de derechos civiles y problemas éticos pacientes de salud mental.

Acción anti – estigma en la salud mental.

https://mentalhealthcommission.ca/what-we-do/anti-stigma/

Introducción.  ¿por qué negamos el “sanismo o cuerdismo”, en nuestra práctica clínica?.

Cómo describir la discriminación y prejuicios, el estigma, de la personas que sufren enfermedades o expresiones conductaules, afectivas, cognitivas de enfermedad mental . Este vacío en nuestra terminología cotidiana es revelador: implica que la opresión que enfrentan las personas con enfermedades mentales es tan común y rutinaria que no merece su propia etiqueta. la Comisión de Salud Mental de Canadá, tienden a usar el término "estigma de salud mental", pero yo diría que el SANISMO o  CUERDISMO, o psicofobia, sería una palabra acertada para describir la discriminación contra las personas con enfermedades mentales, y que afecta tanto a profesionales de la salud mental, como a los propios pacientes y agentes sociales.   (1) (2)

-         Anti-Oppression: Anti-Sanism. Simmons Univesity Canada.  (1)

 

Qué entendemos por  SANISMO o CUERDISMO.

 

El sanismo consiste en actitudes perjudiciales hacia las personas con enfermedades mentales, que refuerzan los estereotipos negativos que degradan a las personas con enfermedades mentales de manera similar a cómo el racismo degrada a las personas de color y el sexismo degrada a las mujeres. (3)

Perlin, Michael L., and Dorfman, Deborah A.. 1993. Sanism, social science, and the development of mental disability law jurisprudence. Behavioral Sciences and the Law 11 (1): 47–66.CrossRefGoogle Scholar (3)

El sanismo produce “subyugación sistemática” de personas con diagnósticos de salud mental . (4)

Poole, Jennifer. Et al.  Jenna. 2012. Sanism, “mental health,” and social work/education: A review and call to action. Intersectionalities: A Global Journal of Social Work Analysis, Research, Polity, and Practice 1: 20–36.Google Scholar (4)

 

Las personas tienen actitudes sanistas cuando tratan a las personas con enfermedades mentales como inferiores, infantiles, incompetentes, deterioradas, débiles mentales, impredecibles o peligrosas.

Las actitudes sanistas asumen una visión psicocéntrica de la enfermedad mental que concibe la enfermedad mental como un problema médico o psicológico del individuo más que como un problemática personal, social, existencial, familiar, etc. (5)

LeBlanc, Stephanie, and Kinsella, Elizabeth Anne. 2016. Toward epistemic justice: A critically reflexive examination of “sanism” and implications for knowledge generation. Studies in Social Justice 10 (1): 59–78 (5)

Debido a que es en gran parte invisible, el sanismo es generalmente socialmente aceptable. Practicado por profesionales de salud mental, por propios pacientes.

 El sanismo es perpetuado por el "sentido común ordinario", uno, nosotros, los cuerdos, vemos el mundo de cierta manera. (6)

-       El club de los cuerdos, los centrados, previsibles, ordenados, jerarquizados, bien adaptados, “los no locos”, …somos los que diagnosticamos y tratamos. Nuestra percepción del mundo debe es la verdadera.  ( Perlin 2016, 117). (6)

El sanismo ocurre en un continuo de privilegios y es experimentado de manera diferente por diferentes personas dependiendo de su situación, posición socia y “poder social”. (7)

Meerai, Sonia, Abdillahi, Idil, and Poole, Jennifer. 2016. An introduction to anti-Black sanism. Intersectionalities: A Global Journal of Social Work Analysis, Research, Polity, and Practice 5 (3): 18–35.Google Scholar (7)

 

La pérdida de la influencia religiosa es sustituida por el “poder político, social, sanitario”. 

La ausencia de grupos sociales heterodoxos, la ausencia de éxito fuera del sistema, hace que la única opción conductual, emocional, afectiva, sea la del poder imperante.

El sanismo se amplia al sexismo, racismo y aporofobia en las personas que son miembros de grupos marginados, como los que se basan en la raza, el género o la orientación sexual, pobreza, exclusión social, marginalidad:  Experimentan dobre opresión,  dentro de la comunidad de salud mental, así como sanismo dentro de su comunidad, etnia o condición marginada.  

Como una forma de identidad prejuicio, el sanismo es un tipo de opresión como el sexismo y el racismo que las perspectivas filosóficas feministas pueden ayudar a iluminar.

Las microagresiones sanistas y la resistencia epistémica. (8)

El sanismo se basa en estereotipos sobre las enfermedades mentales. Los estereotipos son generalizaciones sobre las personas basadas en un rasgo compartido como una forma de determinar rápidamente qué tipo de persona es alguien


Fricker, Miranda. 2007. Epistemic injustice: Power and the ethics of knowing. New York: Oxford University Press.CrossRefGoogle Scholar (8)

Algunos de los estereotipos dominantes comunes sobre las personas diagnosticadas con enfermedades mentales incluyen la opinión de que son incompetentes e incapaces de cuidar de sí mismos; que son impredecibles, peligrosos y violentos; que tienen un defecto de carácter como falta de voluntad; y que son permanentemente defectuosos. (9)


Eminson, Mary. 2004. Personal responses to a lack of shared perception. In Every family in the land: Understanding prejudice and discrimination against people with mental illness, ed. H, Arthur. Crisp. London: The Royal Society of Medicine Press.Google Scholar (9)

A veces también tenemos estereotipos complementarios , como la creencia de que las personas con enfermedades mentales son especialmente creativas, pero estos estereotipos positivos son superados drásticamente por los estereotipos negativos (y son en sí mismos problemáticos porque tienden a idealizar la enfermedad mental).

Sanismo y credibilidad epistémica:

Las actitudes sanistas más perniciosas son atribuir una disminución de credibilidad a las personas con enfermedades mentales a causa de su enfermedad, o de su personalidad, o de su “forma de ser”.

La credibilidad epistémica es el poder de ser confiable para brindar un testimonio confiable y ser un participante competente  en las prácticas epistémicas.

Atribuimos de credibilidad a las personas: creemos que sabemos sobre ellas, les otorgamos identidad, credibilidad, confianza.

Los juicios de credibilidad.  Nuestro juicio de credibilidad puede estar garantizados o no dependiendo de si nuestra evaluación de la confiabilidad de la persona y su testimonio se ajusta a la evidencia.

El sanismo conlleva: ausencia de credibilidad epistémica severa en la persona “diferente” del psiquismo estándar.

Factores que influyen en nuestros juicios de credibilidad: incluida la confiabilidad pasada de la persona que estamos evaluando, las normas sociales sobre el cumplimiento de la autoridad, las reacciones emocionales, los compromisos morales y otras creencias del ámbito médico, diagnóstico,  psicológico. (10) (Origgi Reference Origgi2012, 227–33).

Los juicios de credibilidad injustos son aquellos que se basan más en prejuicios que en pruebas. Asumimos que las personas tienen menos credibilidad de la que su situación real o méritos debería suponer, basándonos en estereotipos negativos sobre ellas, esto hace que tengan un injusto déficit de credibilidad basado en su identidad social, estado mental, o apariencia,  lo que Miranda Fricker llama un “déficit de credibilidad perjudicial para la identidad” (11)

Fricker, Miranda. 2007. Epistemic injustice: Power and the ethics of knowing. New York: Oxford University Press.CrossRefGoogle Scholar (11)

 

SALUD MENTAL Y SANISMO DE LOS SANADORES.

El sanismo (mentalismo o neurodiscriminación) es un  prejuicio extendido, que afecta a los profesionales del ámbito médico, psiquiátrico, psicológico, y a los propios usuarios, pacientes.   Cognición neurotípica como predominante.

-          Cualquier persona de cualquier condición neurológica puede tener/exhibir prejuicios neurocognitivos.

-          las personas neurotípicas tienen el poder institucional, por lo tanto, el sanismo es una discriminación, antagonismo o exclusión sistematizados dirigidos contra las personas neurodivergentes basadas en la creencia de que la cognición neurotípica es superior.  El "paradigma de la patología predominante.

-          Hay una manera 'correcta', 'normal' o 'saludable' para que los cerebros y las mentes humanos se configuren y funcionen (o un rango 'normal' relativamente estrecho en el que la configuración y el funcionamiento de los cerebros y las mentes humanos deberían ajustarse).

-          Si su configuración y funcionamiento neurológicos (y, como resultado, sus formas de pensar y comportarse) difieren sustancialmente del estándar dominante de 'normal', entonces hay algo mal en usted". (Nick Walke  (12))

Cómo practicar el anti-sanismo

-          El anti-sanismo son estrategias, teorías, acciones y prácticas que desafían y contrarrestan las desigualdades, los prejuicios y la discriminación basados en la condición o capacidad neurocognitiva.

-          El anti-sanismo a menudo cita y defiende "el paradigma de la neurodiversidad”, una perspectiva que reconoce la neurodiversidad como una forma natural de la diversidad humana, como la diversidad cultural, la diversidad racial, la diversidad de género, la diversidad de la capacidad física y la diversidad de la sexualidad".

1. La neurodiversidad, la diversidad de cerebros y mentes, es una forma natural, saludable y valiosa de diversidad humana.

2. No existe un estilo 'normal' o 'correcto' de cerebro humano o mente humana, como tampoco existe una etnia, género o cultura 'normal' o 'correcto'. Los “antisistema”, las formas heterodoxas de pensar, actuar, vestir, vivir, relacionarse, expresar las emociones, son parte de la biodiversidad psíquica.

3. Las dinámicas sociales que se manifiestan con respecto a la neurodiversidad son similares a las dinámicas sociales que se manifiestan con respecto a otras formas de diversidad humana (p. ej., diversidad de raza, cultura, género u orientación sexual). Estas dinámicas incluyen la dinámica de las relaciones de poder social, la dinámica de la desigualdad social, el privilegio y la opresión, así como la dinámica por la cual la diversidad, cuando se acepta, actúa como una fuente de potencial creativo dentro de un grupo o sociedad". ( Nick Walke) (12)(13)

Identifying and Overcoming Mentalism. Coni Kalinowski, M.D. and Pat Risser. InforMed Health Publishing & Training. July 2000. (13)

Opresión = prejuicio + poder

- La opresión es más que los pensamientos y acciones perjudiciales de los individuos, la opresión es un poder institucionalizado que se forma históricamente y se perpetúa en el tiempo.

- A través del uso de ese poder institucionalizado, permite que ciertos grupos de personas o ciertas identidades asuman una posición dominante (privilegiada) sobre otros grupos e identidades y este dominio se mantiene y continúa a nivel institucional y cultural.

- la opresión está integrada en instituciones, el gobierno, los sistemas educativos y la práctica médica psiquiátrica y psicológica. Por ejemplo, el heterosexismo y las leyes sobre el matrimonio, la propiedad y la crianza/adopción de niños, ley de tutelas.

- Los sistemas de opresión atraviesan nuestro idioma, dan forma a como actuamos y hacemos las cosas en nuestra cultura, y se construyen en torno a lo que se entiende como "normas" en nuestras sociedades.  Normas cívicas, conductuales, y diferencian al “cuerdo del loco”, al normal del anormal.

- Una norma significa lo que es "normal", aceptable y deseable y es algo que se valora y apoya en una sociedad. También se le otorga una posición de dominio, privilegio y poder sobre lo que se define como no dominante, anormal y, por lo tanto, invaluable o marginal.

 

Cómo practicar la anti-opresion en la clínica psiquiátrica.

Anti-Opresión son las estrategias, teorías, acciones y prácticas que desafían activamente los sistemas de opresión de manera continua en la vida diaria y en el trabajo de cambio/justicia social.

 El trabajo contra la opresión busca reconocer la opresión que existe en nuestra sociedad e intenta mitigar sus efectos y eventualmente igualar el desequilibrio de poder en nuestras comunidades. La opresión opera en diferentes niveles (desde el individual hasta el institucional y el cultural) y, por lo tanto, la anti-opresión también debe hacerlo.

Aunque van de la mano, la lucha contra la opresión no es lo mismo que la diversidad y la inclusión.

Diversidad e Inclusión tienen que ver con el reconocimiento, valoración y celebración de la diferencia, mientras que Anti-Oppression desafía los sesgos sistémicos que devalúan y marginan la diferencia.

 Diversity & Inclusion y Anti-Oppression son dos caras de la misma moneda, una no funciona sin la otra, pero no son intercambiables.

 

La práctica clínica de la microagresiones en el SANIMOS- CUERDISMO.

Las microagresiones del “sanismo- cuerdismo” son humillaciones verbales o conductuales comunes, ya sean intencionales o no, que comunican desaires e insultos hostiles, despectivos o negativos en relación con la neurodivergencia y/o diagnósticos de salud mental.

Las microagresiones “sanistas- cuerdistas”, tienen una base estructural e invocan sistemas opresivos de una jerarquía de "cognición normal". “Sanist Microinvalidations, Microinsults, Microassaults”  son tipos específicos de microagresiones.

Nota: Se utiliza el prefijo “micro” porque se trata de invocaciones de jerarquía de cognición normalizada a nivel individual (persona a persona), mientras que el nivel “macro” se refiere a agresiones cometidas por estructuras en su conjunto (por ejemplo, una política organizacional). "Micro" de ninguna manera minimiza o evalúa el impacto o la gravedad de las agresiones.

Ver excelente texto de Abigail Gosselin, filósofo y activista salud mental. (14)

Abigail Gosselin Responding to Sanist Microaggressions with Acts of Epistemic Resistance Cambridge University Press:  10 May 2022  (14)

El capacitismo (certificado en el OED en 1981) se ha utilizado para describir la discriminación contra las personas con discapacidades, incluidas las discapacidades cognitivas, pero debido a que la enfermedad mental no conduce necesariamente a la discapacidad, veo valor en distinguir entre capacitismo y sanismo

Adoptar el uso del sanismo en nuestro lenguaje cotidiano nos permite reconocer mejor los muchos paralelismos entre este y otros –ismos (o –ismos disfrazados de fobias).

El sanismo como definición no aparece en el Oxford English Dictionary (OED), ni está en nuestro diccionario de la Real Academia lengua española (RAE). 

En la RAE no aparece reflejado el termino: sanismo, ni cuerdismo, ni incluso el termino “psicofobia”, si el término “mentalismo” como teoría filosófica.

Mejor el término sanismo o cuerdismo que “mentalismo”.

Se prefiere el término sanismo o cuerdismo al de mentalismo. El mentalismo ya tiene significado en muchos otros contextos, que incluyen:

-las artes escénicas, donde se refiere a un truco de magia o ilusión que hace que el artista parezca tener habilidades mentales extraordinarias;

-la filosofía: la doctrina de que los objetos de conocimiento existen sólo en la mente.

-la psicología, como el análisis de procesos mentales como el pensamiento, la sensación, la percepción o la emoción, desde el subjetivismo y no desde la cognición objetivable.   

Reivindicar el paradigma de la neurodivergencia. Obligación de nuestra praxis.

La neurodivergencia (el estado de ser neurodivergente) puede ser en gran parte o totalmente genética e innata, de causa orgánica lesional secundaria. Puede ser producida en gran parte o en su totalidad por experiencias intensas, “traumáticas o no” que modifican el psiquismo, o alguna combinación de las dos (el autismo y la dislexia son ejemplos de formas innatas de neurodivergencia)

Las alteraciones en el funcionamiento del cerebro causadas por  “traumas psíquicos”, la práctica de meditación intensa a largo plazo, algunas prácticas psicoterapéuticas, modificaciones en la personalidad, o el uso intensivo de drogas psicodélicas son ejemplos de formas de neurodivergencia producidas a través de la experiencia.

Siguiendo esta lógica, una "enfermedad mental" es solo un neurotipo que difiere de la norma dominante. Las condiciones mentales, la expresión patoplástica, individual del psiquismo se compara con otras categorías sociales como género, raza, sexo, clase y sexualidad. Una condición mental o 'neurotipo' no es ajena a la identidad de alguien, sino una parte esencial de ella.

Diferencias entre “neurodivergencia”, “anti-sanismo” con la antipsiquiatría o movimientos como “Mad Pride” (orgullo loco).

A diferencia de los movimientos Mad Pride o Antipsychiatry, el movimiento de la neurodiversidad no exige el fin de la psiquiatría o los tratamientos médicos. Se reconoce la utilidad, necesidad de tratamientos médicos, psicológicos especializados para tratar el sufrimiento o síntomas mentales disfuncionales. Se reconocen entidades clínicas, nosológicas, como formas típicas de enfermar.

Reinvindicamos los trabajos de Nick Walker, educador, psicólogo y autista, escritor, activista, promotor del concepto de neurodiversidad.  (15)

Ver textos de “Neuroqueer Heresies”, escritos sobre neurodiversidad, autismo y “Neuroqueer Theory”, de Nick Walker. (15)

https://neuroqueer.com/neuroqueer-heresies/ (15)

La neurodiversidad invita a las personas a entrar, mientras que etiquetar a alguien como "enfermo mental" simplemente lo expulsa, nos dice Nick Walker.

Idiota, lunático y loco fueron alguna vez términos clínicos o legales, pero todos han tenido su turno en lo que el psicolingüista Steven Pinker (16)  llama “la rueda de ardilla del eufemismo”, donde un término se corrompe semánticamente cada vez más hasta que se necesita un nuevo eufemismo para ocupar su lugar.

Steven Pinker  Enlightenment Now (2018). Trad. Esp. En defensa de la Ilustración: Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso. Paidós. (16)

 

El uso social generalizado de términos: “loco”, “psicópata”, “lunático” “degenerado”. “idiota”, “anormal”, ha perdido su significado clínico.

El uso extendido de la palabra “esquizofrenia” en la sociedad: “la esquizofrenia de la política, de los precios, etc,..” podrá hacer eliminar su término en la nosología actual?

El lenguaje sanista - cuerdista persiste en la práctica médica y psiquiátrica más que en la sociedad.

Palabras como drogadicto, bebedor, borracho, jugador, mujeriego, vividor, tienes sesgo sanista  de género: los hombres pueden ser y lo son con frecuencia: borrachos, jugadores, vividores, pendencieros. Y las mujeres?  Acaso una mujer puede ser “vividora, pendenciera, bebedora, mujeriega”. La mujer que estas condiciones acude al servicio de urgencias será victima del sanismo o cuerdismo.

El efecto de la política social, la ética social, debería ser capaz de separar la libertad individual del consumo de sustancias psicoactivas, incluidas en alcohol, la libertad de conductas sociales y sexuales – todavía reservadas para el varón- de los síntomas propios de una intoxicación, o de una lesión orgánica por el tóxico.

El  ableism, capacitismo, sería la discriminación por discapacidad o minusvalía, ya comentado.  Una forma perversa, cruel de “sanismo-cuerdismo” es el que se manifiesta entre nuestros jóvenes, padres,  profesores en entorno escolar, académico.

Prejuicio ante la diferencia en el vestir, hablar, conducirse, en la identidad de género prejuicio ante el “chico-chica”, chica -chico”, en la forma social, el “raro”, “diferente” , en las emociones: “el llorica”, “el nenas”, ·el sensible”,  “el pupas”, con variante de género “chicazo, machirulo”, actitud feminista, “feminazi”, que se dan de forma constante en la escuela y entorno social, familiar de los niños y jóvenes.

De la misma forma que los problemas de aprendizaje, de lenguaje, la conducta autista, o aspectos físicos concretos: gordofob¡a, flacofobia, son los causantes de severas afectaciones emocionales, que de alguna manera perpetúan el estigma.

Las víctimas de acoso escolar o bullying, de burlas y exclusión social lo son por culpa de los prejuicios sanistas, cuerdistas, y de capacitismo.  Asociados a prejuicos propios del sexismo, misoginia, rechazo al diferente, al emigrante, o al pobre y marginal.

 

Presentamos una revisión actualizada en nuestra práxis del Sanismo, cuerdismo y los prejuicios- presuposiciones  en psicoterapia y clínica.

Y una reivindicación de la obra de K. Jaspers, de la práctica del “epojé” y la eliminación, o toma de conciencia de los prejuicios y presuposiciones en nuestra práctica clínica, psiquiátrica y psicoterapéutica.

Origen del término “sanismo” en psiquiatria.- (17)

La activista, pedagoga y ex-paciente , Judid Chamberlain (1944-2010) crea en 1970 el Psychiatric survivors movement y posteriormente el movimiento Mad Pride ("orgullo loco")  (17)

Y el término Mentalism (como prejuicio) o Sanism, (Cuerdismo o psicofobia)  equivaldría a un prejuicio contra la personas que expresan síntomas mentales, en su apariencia, a nivel conductual,  verbal o  afectiva, o por su posición social, marginación, etc.

Aquel, o aquella persona que se manifieste de formas excéntricas, (en su vestir, conducta social, sexualidad, etc) , aquellos “originales”,  aquellos "raros / raras “, “diferentes" y “anormales”, se incluyen el prejuicio sanista o cuerdista.

Aquellos de orientación sexual  diferente, queer, no binarios y demás “diferentes” serán vistos con sospecha de “raros”, y  pronto caerán en la categoría de TP (trastorno de la personalidad), o Limites, o un / una TLP  (trastorno limite de la personalidad)

La personas de gran sensibilidad afectiva, emocional, vulnerables de la misma forma serán “limites”, o “TP”, o “raras, rarunas”.

Ejemplos típicos de psiquiatras, psicólogos que padecen de psicofobia, cuerdismo, "sanism" o "mentalism": 

Ejemplo: Mujeres, jóvenes, adolescentes, niñas, acuden a URG H.G. con frecuencia.  ¿Qué les pasa? “son límites”, “son TP”, “de familias desestructuradas”, “falta de límites”, “intolerantes a la frustración”, de “madres patológicas”,.. “malcriadas”.

En realidad: estas chicas son sensibles, originales, diferentes, anormativas, víctimas de burlas, acosos o abusos, de psicopatía de terceros, que expresan su rabia, impotencia, frustración, aflicción, desesperación en forma de autolisis, de acting-out, de cortes en las muñecas, de borracheras, de toma de pastillas, de “fugas”, etc Esta visión cambia por completo el abordaje terapéutico y evolución.

Por que no se aprecia el sesgo de género?. Los chicos varones no sufren lo mismo, por que no expresan esta clínica psicológica. No será que el chico varón, está jugando al futbol, a la playstation, fumando, bebiendo, viendo películas porno, peleándose, “ligando”, y está a la vez protegido contra el sanismo.

Sanismo  cuerdismo en la práctica clínica de la psicosis. Unos ejemplos.

Decimos entre nosotros:  “he visto un / una PEP”. (Primer episodio psicótico) Dicho así, el “primer” episodio psicótico presupone un segundo, un tercero.  Sin embargo, la clínica psicopatológica de la psicosis es  compleja, variada. La experiencia de la psicotizacion en un ser humano bien merece toda tipo de consideraciones: desde el screening médico, lesional y tóxicos. Así los aspectos culturales, sociales, familiares, tóxicos, afectivos, lesionales, estructurales del SNC, etc, pueden explicar estos síntomas.  Pueden ser transitorios, pasajeros, tolerables incluso o gran variabilidad evolutiva. 

La verdadera aproximación clínica será la fenomenológica, entrevista motivacional, y amplitud de miras como psiquiatras, psicólogos, psicoterapeutas.

No he visto un PEP, ….he visto un joven perplejo, asustado, desconfiado, con ideas de muerte ante la vivencia de complot, o ante los fenómenos alucinatorios, o alteración senso-perceptiva particulares, además de su psicobiografia, personalidad, ideología, familia y grupo social.

Estar psicótico como paradigma de incomprensión, incomunicación, indiferencia ante el contenido ideico emocional. “estár psicótico” como anulación del ser, eso es cuerdismo.

Un esquizofrénico crónico, residual, defectuoso, deteriorado, “sin remedio”, el escalón más bajo de la  condición humana.  Eso es cuerdismo,

Un residual, un crónico, un psicótico deteriorado, son ejemplos de términos que no aportan nada a la praxis médica, solo al prejuicio sanista- cuerdista.

Catalogar a alguien como TMG, “trastorno mental grave” el colmo del sanismo.

Un TMG.  El colmo del “sanismo”, una persona que ya posee la etiqueta médica, psicológica de TMG, y así será etiquetado en diagnósticos y procedimientos.  Será incluido en listas de TMG de la comunidad, y como TMG tendrá plazas en los Centros de RHB psico-social, centros de media estancia, etc.

Hay que ser TMG para acudir a un “centro de día”.  Por supuesto el TMG – decimos – no tiene cura, es invariable, para siempre. El TMG no necesita más revisiones ni psicoterapia ni intervenciones específicas, tendrá su Antipsicótico de Larga duración, y será revisado cada 3- 6 meses.  ¡¡ Es un TMG , qué mas se puede hacer ¡¡

El sanismo en la psicosis está asociado a conductas y formas de ser originales, extravagantes, “raras”, que justifican el prejuicio cuerdista. La forma de vestir, de conducirse, de hablar, de relacionarse, etc.  “Un raro, un extravagante”.  

El crónico, el delirante crónico, ya no precisará más de la escucha atenta, ni del esclarecimiento de su contenido ideico, o expresión de los delirios.

El psicótico estará mejor callado, quieto, tranquilo, sumiso, y debe de pasar indiferente. Mejor no expresar el delirio o los fenómenos senso-perceptivos ante lo que pueda pasar.

El psiquiatra o psicólogo o terapeuta que padece sanismo no tolerara el dialogo delirante, ni la expresión franca de las alucinaciones; experimentará impotencia, temor, perjuicio, y optará por rápido cambio de tratamiento, aumento de dosis, o derivación a ingreso o a centro de crónicos, centros de media estancia etc.  Se rechazan otras alternativas terapéuticas. 

La proximidad física con el enfermo, la convivencia, el establecer lazos de amistad, el contacto físico, la implicación emocional, también genera ansiedad en el terapeuta.

Él, ella, es el / la psicótico/a , ellos son los psicóticos. Esa expresión cuerdista es la barrera defensiva, la atalaya desde la que se practica la clínica. Una diferencia entre ambos insalvable, que impide la dialéctica terapéutica, y la comprensión desde la fenomenología y la practica del epojé.  Dos categorías impermeables, no intercambiables, ya definidas, sin posibilidad de cambio:

Él, el psicótico, yo, el Psicoterapeuta.  La práctica clínica será un mero defenderse del contagio, del temor a ser como el otro, el miedo a ser yo uno como ellos.

Sabido es que este prejuicio desaparece ante nuestra propia experiencia psicótica, la de un familiar próximo, o amigo íntimo.  También ante la psicotizacion de un compañero, de un amigo. (18, 19)

-"Un delirio", de Julio Fuente: análisis de Fco, Pereña. Colección Testimonios. Ed. AEN: 2017. (18)

-  "Las increíbles aventuras de Kikito I d´Aragó e due Sicilias". Enrique Gracia García. 2017. Ed. Zaragoza.(19)

Experiencias similares encontramos en el sanismo -cuerdismo de género.

Una mujer bebedora, una mujer “drogadicta”, una mujer “que hace lo que quiere”, “que no se somete al marido, a las normas”, una mujer rebelde, ya anticipa el prejuicio sanista en forma de TP, Limite, etc. 

Una madre psicótica? No, no puede ser ¡. Si es una esquizofrénica, si es un TMG,. Si delira, si está psicótica ¡ . Así se construye en nosotros el sanismo.

La función cognitiva, la inteligencia, las habilidades sociales, son fruto de criticas sanistas y cuerdistas.

El paciente será un “poco corto”, Un “poco débil mental” , “limitado”,  “poco listo”, “no se le puede pedir más”,. “le falta un hervor” . Son prejuicios que presuponen una actitud concreta ante el tratamiento y de por si reducen la expectativa de mejoría,  y llevan consigo el pesimismo terapéutico y la limitación de tratamiento: “no se puede hacer nada, es corto”.

Las madres serán todas “protectoras”, “malas madres”, “histéricas”, “tolerantes”, etc, en efecto, suponemos a  los padres en el trabajo, en el bar o con los amigos, cuando no con las amantes,  pero no serán objeto de crítica.  La culpa recaerá en las madres. (gracias sobre todo a lecturas psicoanalíticas, y a psicoterapias familiares, sistémicas)

La conducta del paciente también es objeto del cuerdismo o sanismo.

El paciente practica “fugas”, es rebelde a “tomar medicación por su bien”, “esconde las pastillas”. Por ello, el paciente deberá ser contenido, obligado al tratamiento, y solicitar un ingreso involuntario. “no tiene conciencia de enfermedad como nosotros”

Esto son unos ejemplos del cuerdismo o sanismo, o prejuicios psicofóbicos de nuestra práctica clínica. 

Fruto de esta experiencia, vivida en muchos usuarios, “pacientes”, han suirgido  unos movimiento “antipsiquiátricos”, de rechazo a ciertas prácticas médicas, psicológicas, consideradas como “dañinas” o poco acordes con las demandas, expectativas, creencias de ciertos pacientes.

Ver trabajo de J. L. Día. (20)   “ La nueva antipsiquiatría 2.0” ¿ Soy yo un Antipsiquiatría ?. La nueva Antipsiquiatría en el 2020?  (20, link)

Y las primeras anotaciones judiciales, y legales de las prácticas “sanistas” en ámbitos legales, judiciales. Casos de tratamientos involuntarios, o prácticas poco éticas. (21)

- Sanism and the Law | Journal of Ethics | American Medical ... Michael L. Perlin, JD , director of the International Mental Disability Law Reform Project. (21)

-  Kalinowski, C.; Risser, P. (2005). "Identifying and Overcoming Mentalism" (PDF). InforMed Health Publishing and Training. 2005. (22)

El texto de Chamberlin, Judi (1978). "On Our Own: Patient Controlled Alternatives to the Mental Health System". New York: Haworth Press. Chapter Five: When People Go Crazy. (23)

Expresa la necesidad de alternativas terapéuticas para pacientes con trastornos psicóticos, que rechazan litio, o tratamientos alternativos, y que se ven obligados a tratamientos involuntarios. La autora acusa a los psicoterapeutas de sanismo – cuerdimso. (23)

Frente a la psiquiatrización:  Orgullo Loco .  (24) "Orgullo Loco llega para reivindicar un nuevo paradigma ante un viejo campo de discordia: la salud mental. De un lado la psiquiatrización involuntaria y la vulneración de derechos humanos; del otro, la locura considerada como parte, de la experiencia humana, sin necesidad de patologizarla ni castigarla".    “Es precioso poder darle la vuelta a la tortilla y salir del armario para decir: ‘Sí, tengo esquizofrenia, ¿y qué pasa?”.

  Activismo en Salud Mental y Día del Orgullo Loco ...(24)

 Kate Millet  (1939-2017) y su "viaje al manicomio".   (25)

Padeció trastorno bipolar  y sufrió repetidos ingresos involuntarios. Activista, feminista, artista, contra la psiquiatría manicomial, en su libro describe su experiencia vital como "superviviente" del manicomio y de los tratamientos involuntarios, optando por los grupos de autoayuda y abandono del tratamiento.

Su libro "Politica sexual"  (26) (Sexual Politics, 1970) revolucionó elfeminismo,  Flying (En pleno vuelo) (27)  (1974) , un alegato a la sexualidad libre, fundadora de la comuna Women’s Art Colony Farm,  escribe su experiencia psiquiátrica en  The Loony-Bin Trip. en 1990 (28)

- Kate Millet. "Viaje al manicomio" Ed. Seix Barral 2019.  (The Loony-Bin Trip. 1990)  (28)

"el mismo manicomio es una insensatez, una anomalía, un cautiverio aterrador, una privación irracional de todas las necesidades humanas; conservar la razón dentro de un lugar así supone una lucha abrumadora (...) El manicomio afirma la locura, permanecer cuerdo en un manicomio es desafiar su definición..(p.351) (29)

- Rafael Huertas. Locura y activismo en "Viaje al manicomio" de Kate Millett. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. 2020; 40(138): 13-31  (29)

Bonnie Burstow (1945 – 2020). (30)  Psicoterapeuta canadiense, profesora de Ontario Institute for Studies in Education, crea en la universidad Ontario la primera beca de investigación en "antipsiquiatría": antipsychiatry scholarship.  (30)

Feminista radical contra el "poder psiquiátrico".Dr. Bonnie Burstow Scholarship in Antipsychiatry - OISE (30)

La nueva psiquiatria, El negocio de la salud mental. La vuelta al negocio residencial, hospitalario, de centros de día, de hospitales de día, de media y larga estancia,.. de unidades especializadas,.. vuelve la psiquiatría como negocio financiero floreciente y plazas laborales, para un ejercito de psicoterapeutas, psiquiatras, psicólogos, etc. (31)

La psicoterapia obligatoria para cualquier padecimiento psíquico, bien vista. “yo voy al psicólogo” .

- B. Burstow Psychiatry and the Business of Madness: An Ethical and Epistemological Accounting Palgrave Macmillan; Edición: 2015  (31)

En ámbitos internacionales, se reivindica ya la praxis anti-sanismo. (32) (33)

  Qu’est-ce que la psychophobie ? Une mise au point. (32)

  Psychiatrisés en lutte - ZINZIN ZINE (33)

 

Es en este contexto donde puede surgir la nueva "antipsiquiatría.2" (34)

-Pierre Dardot, Une nouvelle « antipsychiatrie », VST - Vie sociale et traitements  2020/1 (N° 145), pages 75 à 80 (34)

Utilizando la escusa del SANISMO, CUERDSIMO, PSICOFOBIA, reivindicamos un cambio epistemológico en la clínica psiquiátrica.

En "La revuelta de la psiquiatría", (2020)  reanudamos este trabajo con Rachel Knaebel y Loriane Bellahsen  (35) asumiendo que la nueva antipsiquiatría 2.0 es una aleación entre:

- La muerte de la clínica, la muerte de la subjetividad. . Adiós a la psicopatología descriptiva - fenomenología. Adiós al relato subjetivo, al contenido ideico, al interés por el contenido delirantes, a la descripción detallada del sentir y padecer del psicótico. A la subjetividad.  

- vuelve la antipsiquiatría empresarial anterior, de gestión pública - privada, que se adapta a la sociedad neoliberal: nuevos psiquiátricos, Unidades de confinamiento, de alta seguridad, etc. Una nueva red de psiquiátricos florecen, con el nombre de "media estancia", "rehabilitación", un negocio que crece gracias a la locura. 

- Una nueva industria farmacéutica poderosa, ambiciosa, que sabe que los nuevos fármacos estarán disponibles para millones y millones de depresivos, ansiosos y "locos" desadaptados. 

- Una antipsiquiatría psicofóbica que se aprovecha de la psiquiatría del modelo médico de diagnóstico y clasificación (y no en contra de ella). 

- la nueva neuropsiquiatría, que pretende explicarlo todo, omnipotente, tanto en discurso  clínico, como en economía,  que se originó en las ciencias del cerebro, big data y tecnologías digitales. (36)

 - Mathieu Bellahsen, Rachel Knaebel , Loriane BellahsenLa révolte de la psychiatrie: Les ripostes à la catastrophe gestionnaire. Ed. Cahiers libres. 2020 (36)

Para concluir querido amigo.

 Cómo saber si yo soy también un sanista y cuerdista, un  Antipsiquiatra. 2?.  Un  Antipsiquiatra de nueva generación, de la época digital que nos toca vivir.

Ay, qué lejos quedan esos "terribles" antipsiquiatras ya clásicos,  esos Aaron Esterson, (37)esos Basaglia (38) , esos inconformistas,  que ahora hasta nos parecen entrañables.

Le daré algunas pistas, solo aproximadas. Subraya las expresiones correctas.

- Yo diagnóstico sólo con criterios DSM- 5: nunca leo a los clásicos. Para qué? 

- Utilizo los últimos fármacos inyectables de larga duración para psicosis, trastorno bipolar, adicciones, etc. .  Incluso los uso para los TLP.

- Pido siempre ingresos involuntarios porque respeto la ley. "no quiero complicaciones legales"

- Derivo a Media estancia, larga estancia, centros cerrados, centros de Día, etc

- Pido tutelas a los TMG, y  tratamientos involuntarios involuntarios.

- El contenido del delirio, el relato subjetivo no me interesa, de qué sirve?

- Reviso al paciente cada 3 o seis meses porque la agenda así lo marca, derivo al psicólogo para psicoterapia.

- La psicosis no tiene cura, es degenerativa, causada por una lesión cerebral, o degeneración. El psicótico es residual, crónico, deficitario.

- Tengo psicofobia: evito la relación, contacto estrecho, directo con los pacientes. "no soporto la locura, ni la incoherencia, ni la neurosis,..."

- No, no leo a Jaspers, no sé que es el "epoje", ni conozco a Tomas Szasz, ni a ese Cooper o Laing.

- Los relatos subjetivos - ya lo he dicho - Las historias personales con sus delirios no me interesan.

 - La familia no me interesa, nunca hablo con la familia,  porque yo respeto la ética, el secreto profesional, nunca doy información de mi paciente, por si me denuncian. ..

- Yo, menos mal, nunca seré psicótico, nunca seré neurótico, nunca perverso, no como estos enfermos que trato. (psicofobia) 

- Yo he estudiado una carrera, soy médico, hice el Mir, y no estoy para historias subjetivas, ni psicodramas. 

- Yo estudio el cerebro, no me interesa  -el yo neurótico. (39)  ni  "El yo psicótico (30). O menos   "el yo perverso" (31) . ¡  Sólo creo en el cerebro y en las neurociencias ¡ En la nosología, y en los Antipsicóticos de larga duración. ¡¡

Esto son unos ejemplos de este nuevo paradigma, de esta nueva "antipsiquiatria"  que va impregnando nuestra praxis clínica., 

Dicho esto,  mi mayor admiración y respeto para tantos colegas que día a día, durante años  y años, tratan,  cuidan, consuelan a sus pacientes, con total respeto y admiración. Mi admiración hacia estos colegas es notoria.

Eso no quita que debamos advertir que esta nueva Antipsiquiatría.2  ha llegado para quedarse: no tiene contrincantes, se basa en EL SANISMO Y EL CUERDISMO, y en el abandono de los saberes clásicos, negación de la praxis fenomenológica, y en la practica de los prejuicios y presuposiciones ya criticados por k. Jaspers.

Para quedarse en tiempos de crisis, en tiempos difíciles como los que nos toca vivir, tiempos de epidemias, de aislamiento en domicilios, de temor al contagio, de paranoias y recelos,.. de miedos atávicos que resurgen. Tiempos de "a puerta cerrada", "huis clos" (Sartre 1944)  (34)


Atentamente.  Dr J. Luis Día Sahun Chusé   jldiasahun@gmail.com

Zaragoza a 8 de junio del 2023