Continuación de Positivos:
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Positivo Nº 10
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Lo mejor de todo: 50% de positivo y 50% de negativo
Si existe algún grado de sensibilidad es imposible no ponerse triste por los muchísimos acontecimientos negativos que suceden en el mundo, principalmente ocasionados por los seres humanos.
Pero si este grado de sensibilidad es equilibrado, entonces tampoco se podrá evitar la felicidad que provoca lo positivo de estar vivo, de la vivencia del amor y del despertar de la conciencia.
Claro que si se pierde este equilibrio entre lo negativo y lo positivo es lógico entonces que la persona caiga en un pozo depresivo o que viva en una burbuja de fantasía, según hacia donde más se incline el desequilibrio.
Sin embargo, incluso este desequilibrio es mucho más saludable para el alma que la indiferencia de la persona que directamente ha perdido la sensibilidad.
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Positivo Nº 11
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La depresión como un portal abierto al cambio :
La depresión es un estado de estancamiento paralizante asociado con el rumbo equivocado que hemos tomado en el camino de nuestra propia vida, por eso también la depresión es un llamado de la conciencia que reclama un cambio de dirección.
En este sentido, la depresión es una alarma que avisa de la urgencia de hacer un cambio de vida, lo cual no estriba necesariamente en efectuar modificaciones externas, sino, antes bien, en realizar un cambio de pensamiento y mentalidad.
De este modo, la depresión puede significar una puerta que se abre hacia un nuevo horizonte.
Por eso digo que la depresión puede ser una gran oportunidad si se la reconoce como otro medio de aprendizaje que induce a la transformación del individuo.
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Positivo Nº 12
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El lenguaje de la depresión :
Sentirse deprimido no es negativo.
Lo negativo es no aprovechar este síntoma para replantear la propia vida.
Un estado depresivo es sólo una señal de nuestra conciencia y lo grave es no saber interpretar lo que nos está señalando.
Es un hecho que nuestro mundo interno se comunica con nosotros de múltiples maneras, y la depresión es una más de sus variadas articulaciones.
Por eso, interpretar lo que nuestro mundo interior nos está queriendo decir, es todo el propósito de la depresión.
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Positivo Nº 13
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La mayor causa de la depresión :
Generalmente, existe una causa que podría ser considerada como la principal de la depresión, y esta es haber configurado el pensamiento inadecuado.
El pensamiento incorrecto es la causa principal de la depresión.
Por lo tanto, si es posible modificar el pensamiento, la depresión desaparece.
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Positivo Nº 14
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Lo menos indicado es estar pendiente de la depresión :
Lo peor que puede hacerse en un estado depresivo es macerar la depresión y darle infinitas vueltas sin parar durante todo el día, escarbarla y lamentarse constantemente de su presencia, seguir cultivándola con continuos pensamientos negativos que aumentan los efectos deprimentes, y, sobre todo, lo más nefasto es convencerse de que ella es irremediable y no tiene solución.
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Positivo Nº 15
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Ante un estado depresivo lo primero es reconocerlo :
Mantener una actitud afirmativa frente a la depresión es el primer paso para comenzar a revertirla. En cambio, por el contrario, negándola es el modo en que más rápidamente se cristaliza para adueñarse de la propia vida hasta ocasionar el agobio total y absoluto.
Afirmar la depresión significa conocerla a fondo en toda su dimensión para comprender cabalmente que ella es altamente nociva y puede ser terriblemente autodestructiva, de manera que, conociendo claramente su naturaleza, se podrá tomar las medidas pertinentes para contrarrestarla de manera inmediata, como ser, consultar regularmente al especialista, ajustarse estrictamente a la medicina en el caso de que haya sido prescripta por el médico, poner en aviso a los familiares más cercanos de la situación y a las personas que conviven en el mismo ámbito, adoptar una dieta alimentaria sana, iniciar una rutina periódica de ejercicios psicofísicos, cambiar en la medida de lo posible aquellos aspectos negativos de la vida cotidiana y organizar una agenda entretenida de salidas frecuentes para no encerrarse y aturdirse con pensamientos y sentimientos insalubres.
Es muy importante reconocer y conocer a fondo la depresión para evitar tomarla livianamente ya que puede tornarse sumamente autodestructiva mucho antes de lo imaginable.
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Positivo Nº 16
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Daño colateral de la medicación alopática antidepresiva :
Es innegable que la medicina psiquiátrica es un recurso que como medida urgente ante la gravedad de una crisis o la alteración de un estado provoca una modificación inmediata que puede considerarse favorable, pero prolongada en el tiempo y a largo plazo, causa estragos en la persona medicada, y más aún cuando no se ha conseguido optimizar la posología adecuada (dosificación), la frecuencia de toma y por cuánto tiempo se ha de mantener un medicamento sin que perjudique otros aspectos orgánicos y se vuelva contraproducente para la propia neurología llevando al paciente a otro extremo indeseable como el hecho tan común de caer en la drogadicción psiquiátrica.
Ni hablemos de aquellos tiempos en que los tratamientos psiquiátricos consistían en aplicar electroshock, la lobotomía quirúrgica y dejar a la persona en estado de zombi o cuando la norma era dopar al paciente casi hasta el coma inducido para sacarse un problema de encima, lo que terminaba dañando el cerebro irreversiblemente. En el pasado se ha llegado incluso a considerar como una medida alternativa posible de corrección neurológica el mantener atada a la persona o encerrada por varios días y hasta apalearla y castigarla severamente para que la persona afectada por un desorden recuperara el equilibrio y la compostura, sin embargo, no existe ningún registro de nadie que se haya curado alguna vez a través de esta metodología. Por eso es que si hablamos de los daños colaterales en los tratamientos psiquiátricos del pasado entraríamos en una discusión interminable.
De esta manera, sólo analizaremos el estado de desconexión que resulta como consecuencia residual de la medicación antidepresiva, ese estado de estar como en una nebulosa o en algún otro mundo muy lejano o en medio de una resignada confusión crónica. Es evidente que la ciencia de la medicina todavía no ha logrado remediar la mayoría de los estados alterados de la mente o de esos ya registrados como “diagnóstico psiquiátrico fehaciente” ni tan siquiera, no sólo los cuadros de depresión aguda sino aquellos simples estados depresivos sin causar diferentes derivaciones perjudiciales tanto para la salud como para la mente misma. Convengamos que no es mérito alguno resolverle la depresión a una persona si ello significa anularla como ser humano y dejarla muerta en vida.
Por lo tanto, es inevitable concluir que la psiquiatría es un laboratorio experimental donde se ensaya con la psiques humana a partir de una mayoría de errores difíciles de corregir más que de pruebas confirmativas de beneficio y mejoría.
Pero sería muy injusto si al hablar del pasado no menciono aquellos tiempos anteriores a la psiquiatría cuando las alteraciones neurológicas de los seres humanos eran atendidas por el mismo abad de los monasterios. Sí, así es, hubo un tiempo en que los desórdenes mentales eran tratados por shamanes, los brujos de las tribus, los curanderos de los pueblos y por los líderes de las distintas corrientes religiosas, porque los males de la mente eran considerados dentro del campo del exorcismo, como problemas espirituales en un orden psíquico trascendente a la propia voluntad del ser humano, como energías perturbadas de la naturaleza que se fijan en las personas más débiles y vulnerables, como asuntos de carácter existencia, divino y hasta demoníaco, en la que debía intervenirse con un poder mayor para contrarrestar esas energías desequilibradas. De hecho, hay millares de casos de personas con algún trastorno mental-emocional que se internaban en los monasterios para recuperar el silencio interior, la conexión con lo sublime hasta lograr estados de elevada meditación y abstracción mística. Demás está decir que nunca hubo en la historia de la humanidad tan alto porcentaje de personas recuperadas y que sanaron como en aquellos tiempos. Por eso, mi recomendación es que la persona que ha perdido su eje de equilibrio, su centro de conciencia y su conexión con lo esencial, intente, antes que nada, tratar de recuperarlos a través de un camino de introspección y centralización en ese potencial latente de paz interior.
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Positivo Nº 17
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El Tratamiento es la mejor defensa contra la depresión :
Hay personas que se desconectan de la vida cuando sus propias vidas se desordenan, cuando pierden el rumbo y cuando sienten que ya nada tiene sentido conforme al grado en que consideran que han fracasado o que han sido perjudicadas de algún modo.
Sin embargo, es a causa de una desconexión previa con la vida que las personas pierden su rumbo, se desorientan, se desordenan y entonces a nada le encuentran sentido. Se trata de un círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo por lo que es necesario modificar este patrón a partir del tratamiento terapéutico, sea cual fuera éste, claro que siempre será preferible que la recuperación de la armonía se establezca por medio del camino más natural para evitar derivaciones indeseables.
Pero, por otro lado, también están aquellas otras personas que justamente redoblan sus fuerzas y empeño en esas circunstancias más adversas para poder sobreponerse a ellas, y, por eso mismo, no se deprimen ni se paralizan, sino que por el contrario se sobreactivan y movilizan mucho más que en los períodos de calma y tranquilidad cuando todo va bien y todo está en orden.
De todas maneras, cualquiera de estas dos opciones, ya sea la de re-estimularse o deprimirse en las etapas más difíciles de la vida no son capacidades completamente adquiridas, sino que tienen profundas raíces condicionantes orgánicas y genéticas a las que a su vez se suman la enorme implicancia que tiene la experiencia de vida y la influencia familiar y cultural, por lo que no depende tanto de la fuerza de voluntad del individuo sino de sus posibilidades potenciales; por esto mismo, la desconexión debe ser asistida mediante metodologías terapéuticas para dar lugar a la mejoría a partir de la alternativa que brinda el tratamiento en sí para no vivir sumergido irreversiblemente en inexorables pozos depresivos.
Por supuesto que cada expresión depresiva requiere un tratamiento único y especial, porque tal como sucede con los seres humanos, cada cuadro o configuración depresiva es muy diferente a cualquier otra, ya que no existen dos tipos o casos iguales de depresión, pues, estos son tan únicos como lo es cada ser humano aunque los manuales académicos de la medicina psiquiátrica den a cada síntoma un determinado rótulo específico en particular.
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Positivo Nº 18
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La diversidad de tratamientos antidepresivos :
Para entender el enorme abanico de posibilidades que existen para contrarrestar un estado depresivo o bien, para darse una idea del inmenso universo de alternativas posibles para enfrentar la opresión crónica de la depresión, alcanzaría con decir que hay personas que sanaron a través de terapias basadas en técnicas de silencio interior y prácticas de abstracción y visualizaciones positivas, como ser mediante métodos de meditación taoísta curativa o, por ejemplo, la terapia morita del médico famoso Shoma Morita desarrollada en la década del 30 basada en la sabiduría ancestral, o también, como otro ejemplo, la terapia Gestalt, entre una gran variedad de posibilidades más. Asimismo, se cuentan a las alternativas holísticas como tratamientos válidos ya que por ellas hasta se han curado personas maníacas depresivas u obsesivos deprimidos.
De este modo, estaríamos hablando de miles de terapias diferentes para tratar los desórdenes psicológicos, neurológicos y los diferentes tipos de esquizofrenia o psicosis leve o aguda. Obviamente, están quienes sobrellevan la depresión mediante la asistencia clínica de la medicación psiquiátrica, aunque es preciso aclarar que ésta no se administra de la misma manera a todas las personas por parecidos que sean los síntomas o por exacto que sea el diagnóstico del cuadro depresivo, sino que la administración de drogas farmacológicas depende de cada persona en sí, de la edad, de su conformación mental, psíquica, de su estado de salud general psicofísica y orgánica, de su personalidad y hasta de su naturaleza espiritual positiva o negativa que pocas veces se la considera.
De hecho, en el historial histórico de los resultados y estadísticas se registran innumerables casos de personas que se equilibraron tanto a través de la medicina alopática o convencional, de la neuropsiquiatría y de la psicología ortodoxa, como también se tiene registro de personas que mejoraron su estado a través de las terapias alternativas de oriente, por ejemplo de la MTC o del Ayurveda u otras medicinas diversas como la Homeopatía o mediante las distintas disciplinas heterodoxas de la mente que se desarrollan en la actualidad bajo la denominación new age (nueva era) o naturistas, naturopatías y naturoterapias.
Pero toda apreciación que hagamos al respecto sería falsa o al menos parcial e insuficiente si no se tuviera en cuenta que en todas estas opciones de tratamientos hay una cantidad de personas a las que no les dieron ningún resultado favorable e incluso terminaron perjudicadas por seguir cualquiera de estos tratamientos. Hay casos de sobra en todos estos métodos de tratamientos como para mencionar un gran número de casos donde los resultados fueron favorables y en la misma proporción adversos, ya que se puede relatar por igual acerca de aquellos individuos que han progresado en la búsqueda de una solución para su desequilibrio tanto como acerca de aquellas personas que han retrocedido en cualquiera de estas opciones terapéuticas.
Por eso digo, cada persona requiere un tratamiento único y especial porque no existe la misma solución para todo el mundo por igual.
Hay personas que han sufrido depresión durante muchísimos años y pudieron salir gracias a la ayuda espiritual y por ser contenidos en una corriente religiosa. Otras sobrellevaron su depresión a través de arte, y, en las creaciones artísticas muchos canalizaron sus problemas, como así también están quienes hasta sanaron por este medio del arte o bien han logrado revertir en gran medida sus desarmonías más íntimas. A su vez, están quienes encontraron su equilibrio y alivio por medio de transitar un camino de autoconocimiento y realización personal, de expansión de conciencia y de reconexión con lo esencial detrás de las formas y apariencias.
En conclusión, lo importante es comprender que no existe una única manera de resolver una patología sino que existen numerosas posibilidades terapéuticas para restablecer la salud según las afinidades y proclividades personales, y la prueba de esto es que muchas personas sanaron a partir de una combinación particular de varias alternativas de tratamientos paralelos, por lo que al ser miles de terapias, cada combinación es única, exclusiva e irrepetible. De aquí que sea tan necesario buscar el tratamiento terapéutico que resulta más afín a cada uno porque a partir de ello es mucho menos traumática y más directa la recuperación.
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Positivo Nº 19
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La depresión aguda del resentimiento crónico :
Es necesario reconocer que detrás de la depresión existen múltiples causas como ser orgánicas, neurológicas, genéticas, culturales, también relacionadas con la experiencia de vida y con causas psicológicas o espirituales. Así, digamos que, como causa psicológica y espiritual de la depresión, tenemos que el resentimiento es la mayor de todas las causas.
En este sentido, la depresión es la manifestación visible de antiguos resentimientos debido a sucesos que no pudieron ser procesados ni transmutados, y de esta manera se volvieron heridas abiertas que se han ido cristalizando con el tiempo sin cerrarse y se las ha estado sufriendo subconscientemente por años en forma de contaminantes tóxicos que terminaron infectando la mente y alterando el equilibrio general. Porque es a partir de la causa psicológica del resentimiento que se desatan otras causas como efecto y consecuencia inevitables, que al final derivan en complicaciones peores y más grave todavía.
Por eso es muy importante reconocer y comprender que la primera causa de la depresión es el resentimiento sostenido por aquellas acciones o hechos del pasado que no se pudieron perdonar.
De aquí que el perdón sea uno de los grandes remedios de la depresión, y, lógicamente, para perdonar es necesario permitir que amanezca el asentimiento amoroso en el corazón y desde allí expresarlo hacia el entorno.
De esta manera tenemos que las dos grandes sanaciones de la depresión son el perdón y el servicio desinteresado hacia el prójimo.
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Positivo Nº 20
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CONTINÚA EN TERCERA SECCIÓN DE POSITIVOS