Concepto de sinfonía

La sinfonía es una forma musical cuyo nacimiento ha sido muy discutido por los musicólogos.  Tanto Giovanni Battista Sanmartini (1698-75), como los hijos de Bach: Carl Philipp  Emanuel (1714-88) y Johann Christian (1735-82), Johann Stamitz (1717-57), Franz Joseph Haydn (1732-1809), Wolfgang Amadeus Mozart (1756-91), Ludwing Van Beethoven (1770-1827) y otros tantos, tuvieron su importancia en la creación de lo que hoy conocemos como sinfonía.

Las sinfonías de Haydn establecieron las reglas básicas de la estructura de la sinfonía. Mozart continuó la estructura de Haydn, pero sin duda es Beethoven el gran maestro de las sinfonías.

La mayor parte de las sinfonías constan de cuatro movimientos contrastados: El primer movimiento suele ser rápido y en él se establece el tema, el carácter y el contenido, el segundo es lento , el tercero es claramente rápido  y el cuarto es generalmente muy rápido y enérgico, y está lleno de ritmos fuertes que conducen a un final excitante.. El primer  movimiento sigue la estructura de la forma sonata. Al respecto de la forma sonata hay que explicar que nos referimos a una forma de elaborar y estructurar el material musical, independientemente de que exista un tipo de obra, que por supuesto sigue este esquema, llamado sonata.

La forma sonata clásica se refiere a la fórmula que se aplica al primer movimiento de una  sonata o de una sinfonía. Consiste en la división del primer tiempo en tres partes: La exposición, el desarrollo y la recapitulación. En la exposición aparecen dos temas contrastados melódica y rítmicamente enlazados por un pasaje puente. En el desarrollo el compositor reelabora el material temático presentado antes modulando a tonalidades alejadas del tono principal. Finalmente en la recapitulación la tensión tonal creada en la sección anterior se resuelve con la reexposición de los temas presentados en la exposición pero ahora el segundo tema también aparece en la tónica. En ocasiones se incorpora una pequeña parte llamada coda para reafirmar que hemos regresado a la tonalidad de origen.

En el siglo XIX la sensibilidad del romanticismo hará variar la forma sonata hacia otras fórmulas de mayor expresión dramática, consistentes fundamentalmente en destacar la importancia del desarrollo y de la coda, que en lugar de volver al punto tonal de partida, sirve como un nuevo desarrollo del material temático que conducirá a planteamientos inéditos. 

La sinfonía suele ser puramente orquestal, pero en su evolución no faltan ejemplos de ampliación de su poder expresivo con la incorporación de instrumentos no habituales en la orquesta, coro o voces solistas. Beethoven fue de los primeros compositores que introdujo la voz en una sinfonía, fue en la  Novena en la conocida “Oda a la alegría” del poeta Schiller.

El característico sonido y textura orquestal de la sinfonía lo proporcionan los instrumentos de cuerda (violín, viola violonchelo y contrabajo), que dominan la estructura sinfónica.

La sinfonía ha resultado ser una estructura tan satisfactoria, que los músicos han seguido usándola hasta nuestros días. Después de Beethoven, el repertorio sinfónico ha sido enriquecido por compositores como Schubert, Anton Bruckner, Johannes Brahms, Tchaikovski, Gustav Mahler, Jean Sibelius, Edward Elgar, Sergei Rachmaninov, Dimitri Shostakovich, etc.