El sueño de la antigravedad

El sueño de la antigravedad

Es el año 2003 y las ciudades han cambiado, los robots se encargan de trabajar, hay fábricas de producción masiva de súper-corporativos sin un alma pero muchos circuitos, en las casas los sirvientes son igualmente mecánicos, todo funciona automáticamente, solamente hace falta decir “café” para que la computadora central materialice la taza con la temperatura y dulzura preferida enfrente de uno. Los hombres simplemente se dedican a viajar a lejanos planetas en unas vacaciones interestelares VTP… la tecnología, hija del ingenio humano, ha rendido sus frutos.

Dentro de este sueño, francamente setentero, estaban incluidos esos maravillosos vehículos voladores que reemplazarían a los usurpadores del caballo, a los automóviles de combustión interna. Todos esperábamos esos vehículos estilizados que simplemente flotarían por encima del piso y avanzarían como por arte de magia, en un nuevo encanto de la tecnología. El plazo ha caducado y sería ingenuo esperarlos pronto, pero existe un grupo de personas que no ha perdido la esperanza, se trata de una comunidad en Internet que no vive simplemente de sueños, en realidad ofrece pruebas y es que, en efecto, ha logrado construir objetos voladores sin motor, sin alas, sin partes móviles, a los que llaman “lifters”.

Es una estructura triangular equilátera en plateado, con otros triángulos menores al interior, que descansa estáticamente en el piso, uno puede observar que salen dos cables de él. El controlador se coloca su guantes de hule para mayor seguridad y envía 25,000 voltios a la aeronave que es apenas algo más que una serie de triángulos metálicos entrelazados, el sonido de un zumbido eléctrico aparece y sin más ni más, se levanta en el aire y permanece ahí casi tan estático como tres segundos antes, el famoso lifter (del inglés lift: levantar, en español correspondería a algo así como “levantador”). No cabe duda que es impresionante ver cómo con la simple electricidad y nada más eleva un objeto sin alas, sin partes móviles. Tal vez los autos que tanto esperamos lleguen algún día…

Antigravedad, todo un sueño

El lifter en realidad es una aeronave popular, algo parecida a una cometa del siglo XXI, y es que en realidad parece un juguete, aunque el primer avión también aparentaba eso. Su diseño es extremadamente sencillo, de ahí proviene la popularidad que tiene en Internet. Todo lo que se necesita es madera balsa, se utiliza esta madera para que sea poco pesado, para hacer la estructura; pegamento para unir los palitos; papel aluminio para forrarlo; un cable de cobre, y cinta para pegarlo… además de 25,000 voltios.

Cualquiera puede jugar al científico loco en su casa e impresionar a sus amigos, aunque recomendamos extremar precauciones si no se quiere freír a alguien, 25,000 voltios no deben tomarse a la ligera. Las instrucciones detalladas pueden ser encontradas en AmericanAntigravity.com, sitio que se ha dedicado principalmente a informar acerca de ésta y otras tecnologías.

Dado que se trata de una comunidad de personajes diversos, la teoría se encuentra ausente en general en estos sitios que se preocupan más por resultados tangibles y especificaciones técnicas, por no hablar de tamaño y voltios. La realidad es que si estas estructuras se levantan del suelo debido a la generación de un campo antigravedad, entonces estamos presenciando una nueva era en la historia de la física y el mundo como lo conocemos, siendo los coches voladores un asunto de menor importancia.

Todo comenzó en lo años veinte cuando Thomas Towsend Brown, a quien, como buen inventor, le encantaba utilizar electricidad, notó que cuando pasaba ésta por un capacitor, éste tenía un pequeño movimiento en una dirección. Nunca teorizó demasiado pero en 1929 publicó un artículo en el que afirmaba poder crear campos que interceptaban la gravedad. Con el tiempo, el interés en su trabajo despareció y fue desacreditado cuando a finales de los setenta buscó los medios de propulsión de los OVNI. Al final de los noventa, la NASA retomó el proyecto y Jeff Cameron construyó el primer lifter. En el 2001 colocó sus resultados en Internet y el fenómeno de los lifters se esparció a través de Tim Ventura, creador de AmericanAntigravity.com.

Pero todavía no es el momento de vender nuestro coche para dar el enganche de una nave antigravedad, en realidad el lifter crea un flujo iónico —cosa bastante común cuando se emplea la electricidad de manera desmesurada— que produce una corriente de aire que impulsa la estructura en una dirección. Esto explica igualmente los lifters que se desplazan lateralmente.

Si nos detenemos un momento a considerar que pasaría si los lifters crearan un campo antigravitacional, sencillamente no se elevarían, permanecerían en su lugar hasta que algo los impulsara en cualquier dirección y entonces se moverían como si estuvieran en el espacio. La NASA se encargó de la comprobación, un lifter en el vacío no vuela, en la presencia de aire vuela. De cualquier manera la experimentación continúa, se planea utilizar esta tecnología para impulsar satélites o generar rotores más eficientes, aunque por el momento nos podemos olvidar del futuro prometido y mandar hombres vestidos de verde a otras galaxias…