Incorpora a una Unidad Didáctica y/o Situación de Aprendizaje, diferentes instrumentos digitales creados por ti para la evaluación de los contenidos o saberes básicos a través de la triangulación de los resultados. Exporta y recoge los resultados en un tablero de control (dashboard). Ten en cuenta criterios pedagógicos, didácticos y de contenido para la selección de las variables relevantes en el proceso de evaluación. Las variables varían según materia, etapa, objetivos, etc.
En este curso, he diseñado e implementado una estrategia de evaluación digital para la unidad “Pendientes de la pendiente”, enfocada en funciones lineales, dirigida a un grupo de 2º de ESO con alta diversidad y absentismo.
El objetivo fue lograr una visión amplia y personalizada del aprendizaje de cada estudiante a través de la triangulación de resultados, combinando técnicas diversas, datos personales y contexto de aula.
Cada herramienta aportó distintas evidencias sobre el aprendizaje, la motivación y la participación, permitiendo recoger información tanto directa (calificaciones y participación) como indirecta (percepción y autoevaluación).
Cuestionarios en ThatQuiz (diagnóstico y práctica)
Juegos interactivos en Wordwall (memoria y gamificación)
Google Forms (cuestionario final)
Encuesta de autoevaluación
Dashboard en Excel para analizar y visualizar datos.
Utilicé gráficos de barras, columnas y pictogramas agrupados en un dashboard interactivo, que permitió analizar resultados individuales y grupales, diferenciando por sexo, absentismo y comportamiento. Esto facilitó el diagnóstico preciso y la retroalimentación individualizada.
La clave de esta experiencia ha sido la triangulación de la evaluación, que transforma la calificación en comprensión del proceso de cada alumno. Contrastar resultados académicos, datos de asistencia y comportamiento permitió detectar causas reales de dificultades y ajustar la enseñanza a las necesidades reales del alumnado. Además, he priorizado criterios éticos (privacidad y seguridad) y técnicos (portabilidad de datos, facilidad de uso).
Esta segunda actividad es la culminación del trabajo anterior, centrándose en transformar los datos recopilados en el dashboard de la Actividad 1 en un diálogo constructivo y una retroalimentación personalizada para el alumnado y sus familias. El objetivo principal es utilizar la riqueza de los datos para aconsejar, guiar y apoyar a los estudiantes (en todo este trabajo se emplean datos ficticios).
Para demostrar la potencia del análisis, la estrategia se centra en tres perfiles de alumnos muy representativos que el propio "dashboard" ha revelado:
El alumno en riesgo (E08): marcado por un absentismo crónico y un historial de fracaso escolar.
La alumna de alto rendimiento (E11): con excelentes resultados tanto online como presenciales.
El alumno con rendimiento intermitente (E02): caracterizado por absentismo puntual y comportamiento disruptivo.
Para cada uno de estos perfiles, se ha diseñado un informe de progreso individualizado. Estos informes son documentos visuales que extraen gráficas clave del dashboard y ofrecen un análisis descriptivo, un diagnóstico basado en la triangulación de datos (cruzando rendimiento, asistencia y comportamiento) y un feedback prescriptivo con sugerencias claras y accionables.
Este paso consiste en planificar la entrega de esta información. Se redactaron los borradores de las comunicaciones (que se enviarían por la plataforma oficial Rayuela ) para las familias de cada perfil:
Alumno en riesgo (E08): se comunica la preocupación por el alto nivel de ausencias y el bajo rendimiento, pero también se destaca que ha demostrado capacidad en las pocas actividades realizadas. Se propone una tutoría para establecer un plan de apoyo conjunto.
Alumna de alto rendimiento (E11): la comunicación expresa "gran satisfacción" por el "excelente trabajo" de la alumna, destacando su "impecable trayectoria" y "rendimiento... sobresaliente". El informe sirve como reconocimiento a su esfuerzo.
Alumna con rendimiento intermitente (E02): se describe una "situación con altibajos", mostrando cómo las ausencias y los comportamientos disruptivos tienen un "impacto directo y negativo" en su rendimiento. El objetivo es invitar a la familia y a la alumna a una reunión para "definir juntos un plan de acción".
La reflexión final destaca que esta combinación de análisis y comunicación permite que la evaluación deje de ser un "juicio final" para convertirse en un "mapa" que guía a docentes y familias. El dashboard se revela como una herramienta estratégica con una doble vertiente:
Como herramienta para la Acción Tutorial: permite a la tutora filtrar los datos de un alumno concreto (personales, presenciales y online) antes de una reunión, pudiendo así pasar de "apreciaciones subjetivas a conversaciones basadas en evidencias"
Como herramienta de análisis departamental: sirve para analizar datos agregados en las reuniones de departamento, evaluar la efectividad de las programaciones didácticas (p. ej., si la gamificación es efectiva) y ajustar la práctica docente.