Aplicación
Nehemías
Aplicación de Nehemías
Aplicación de Nehemías
1. Lea una vez más el capítulo 9 de Nehemías, reflexionando en cuanto al carácter de Dios y al modo en que se relaciona con Israel. ¿Que puede aprender acerca de Dios y de la conducta de Israel, que sea aplicable a su propia vida?
2. ¿Se ha imaginado que pasaría si la congregación de una iglesia se reuniera y públicamente confesara sus propios pecados, y luego los pecados de toda su nación?
3. ¿Que aprendió de la vida de Nehemías? ¿Cómo piensa usted aplicarlo a su propia vida, de manera práctica?
Aplicación final de Nehemías
1. ¿Cuáles son las verdades básicas de Nehemías?
2. ¿Cómo se aplican estas verdades a mi vida?
3. ¿En vista de estas verdades, qué cambios deberían hacer en mi vida?.
4. ¿Cómo pienso llevar a cabo estos cambios?
5. ¿Cuál será mi oración personal referente a esta verdad, y los cambios que debería efectuar en mi vida?
Aplicación práctica
Nehemías condujo a los israelitas al amor y respeto por el texto de la Escritura. Por su amor a Dios y su deseo de verlo honrado y glorificado, Nehemías guió a los israelitas hacia la fe y la obediencia que Dios había deseado de ellos por mucho tiempo. De la misma manera, los cristianos debemos amar y respetar profundamente las verdades de la Escritura, aprenderlas de memoria, meditar en ellas de día y de noche, y volvernos a ellas para el cumplimiento de cada necesidad espiritual. Segunda de Timoteo 3:16-17 nos dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” Si esperamos experimentar el avivamiento espiritual de los israelitas (Nehemías 8:1-8), debemos comenzar con la Palabra de Dios.
Cada uno de nosotros debe tener una compasión genuina por otros que sufren heridas físicas o espirituales. Sin embargo, sentir compasión y no hacer nada para ayudar, no es bíblico. A veces tendremos que renunciar a nuestra comodidad a fin de ministrar apropiadamente a otros. Debemos creer totalmente en una causa antes de darle nuestro tiempo y dinero con un corazón dispuesto. Cuando permitimos que Dios ministre a través de nosotros, aún los incrédulos sabrán que es obra de Dios.