Tarea 5: entre mapas, armas y caballos

Consejería de la guerra y de los barcos:

La guerra y el control del territorio es uno de los fundamentos del poder imperial. ¡Pero no lo es todo! Pero es cierto que es muy importante. Los enemigos del monarca seguro que ya están planteando por donde atacaros.

Buscad mapas del Imperio bajo el reinado de vuestro emperador o emperatriz y fijaos en cuál era el territorio que controlaba. ¿Cuáles eran las ciudades más importantes de su dominio? ¿Cuál era la capital principal? Fijaos en qué ríos, montañas y paisajes incluye para planear una buena estrategia militar para vuestro monarca.

El mar también es muy importante. Las batallas navales son importantísimas para lograr el poder. En el mar, cuando ganas una batalla, ¡tus enemigos acaban todos ahogados! Tener buenos puertos y flotas preparadas puede ser la clave del éxito. Al poder sobre los mares se le llama talasocracia, y ha sido el cimiento del dominio económico y político de muchos imperios a lo largo de la Historia. Reflexionad sobre como haceros con el control del mar.

La flota puede ser la clave para ganar la guerra como se ve en este mural del siglo I de un barco cargado de tropas (Foto: Museo arqueológico nacional de Nápoles, Italia, 2007).

Pensad en una buena estrategia para el dominio del territorio. ¿Qué puntos convendría fortificar y cómo? ¿Qué tropas deberían desplazarse a cada punto? Pensad que las tropas deben desplazarse a pie por las vías imperiales y que pueden tardar mucho en llegar de un punto a otro. Los caballos van más rápido, ¡pero para cada caballero necesitáis comida para el soldado y para el caballo! Y los caballeros necesitan escuderos que les ayuden a ponerse la armadura y a cuidar de su montura.

También planteaos qué clase de tropas utilizar. Los caballeros son una unidad muy poderosa, ¡pero pueden terminar ahogados en un río! La armadura pesa mucho y no permite nadar. Además, un puente de madera no aguantará el peso de un regimiento de caballeros, ya que el peso de la armadura del soldado y del caballo acabará por hundir la pasarela. Las tropas ligeras, que llevan armadura pesada, pueden parecer débiles, pero para combatir en zonas pantanosas y boscosas pueden servir muy bien. ¡Un ejército pequeño y ligero puede aniquilar un ejército pesado y muy poderoso si se plantea una buena estrategia!

La caballería pesada no fue inventada en la Edad media, sino en la Antigüedad, fue una tropa de origen persa. Griegos, germánicos y romanos la adoptaron para su ejército. Representación de caballería romana entrando en batalla (Foto: pixabay.com, 2012).

El consejo hace un descanso para leer un poco de mitología:

Entre los manuscritos de la sala del trono, mientras trabajáis para organizar la estrategia militar, encontráis una leyenda ya antigua, ¡la de un caballero que derrotó a na bestia feroz! Leed la leyenda: Belerofonte. Haced un pequeño comentario, en primera persona, sobre lo que creéis que le sugiere a vuestro asesor esta historieta.

Mientras preparáis la estrategia militar os han informado de las tropas persas. Uno de los informen os hablan de la caballería pesada persa, los catafractos. ¿Qué os sugiere esta unidad persa?

Ahora, planteaos lo siguiente: la leyenda de Belerofonte se menciona en la Ilíada como un cuento mucho más antiguo. ¿Cuándo se escribió la Ilíada? Pensad de qué período podría proceder la leyenda de Belerofonte teniendo en cuenta que se lo menciona en la Ilíada como un héroe incluso más antiguo. ¿Qué partes del mito de Belerofonte creéis que podrían ser ciertas y cuáles son inventadas? Reflexionad sobre la utilidad de los mitos para entender la Historia. ¿Qué información creéis que nos proporciona el cuento de Belerofonte?

¿Creéis que hay alguna relación entre la leyenda de Belerofonte y los cuentos medievales?

Mosaico del siglo III de Belerofonte matando a la Quimera, procedente de una villa romana de los alrededores de la actual Girona. Se encuentra en el Museo arqueológico nacional de Cataluña en Barcelona (Foto: flickr.com, 2010).

La guerra no permite disfrutar demasiado de la poesía, debemos continuar elaborando la estrategia militar:

Ahora que habéis pensado cuáles son vuestros objetivos bélicos, planteaos como abastecer vuestras tropas. Para tener contentos a los soldados hace falta pan, vino y oro o plata. A los soldados les gusta gastarse el sueldo en juegos de dados y cerveza... más vale que tengan todo lo que les gusta o pronto se volverán en contra de sus generales. ¿Cómo se os ocurre tener controlados a los soldados?

Pensad que para fabricar moneda y pagarles el sueldo a los soldados se necesita un elemento: el metal. El Imperio tiene minas en diversas zonas, pero extraer los metales es caro y lento... Tomar el oro y la plata de vuestros rivales puede ser una buena estrategia, ¡pero para llevarse sus tesoros primero se les debe vencer! ¿Qué ciudades creéis que os proporcionarían más riquezas si las conquistarais? ¿Como planteáis tomarlas?

A veces las estrategias más originales son las más efectivas. Los romanos hacían cosas como lanzar vacas muertas en un río para contaminar el agua de una ciudad y así hacer que se rindiera, y encendían puercos cubiertos con alquitrán y los hacían correr contra las tropas y construcciones de sus enemigos. ¡Pobres cerditos!

El ánimo durante un asedio es muy importante. A veces se lanzaban cadáveres con catapulta dentro de una ciudad. Como durante un asedio la ciudad pasaba mucha hambre, a veces los ejércitos que asediaban una ciudad preparaban banquetes delante de la muralla para darles envidia a los soldados de dentro. ¡Que mala leche!

¿Cómo creéis que podríais usar esta clase de estrategias? ¿Se os ocurre alguna forma de obligar a rendirse a una ciudad sin tener que asaltar los muros?

Maquinaria de asedio romana y algunas construcciones para atacar y defender ciudades (Foto: The Air War College, 2007).

Ahora que habéis descrito el territorio y las fronteras del dominio de vuestro monarca y os habéis planteado las cuestiones que se han expuesto y que se os han ocurrido, dibujad un mapa y marcad todo aquello que consideréis importante. El mapa debe de ser comprensible, no lo hagáis demasiado apretado, pero debe ser útil, así que ponedle todo aquello necesario para entender la situación y la estrategia que habéis planteado.

Mapa en inglés del Imperio romano en el año 299, bajo el dominio de Diocleciano, Constantino, Maximiano y Galerio. El mapa se hizo en el año 2008 por Coppermine Photo Gallery (Foto: Wikimedia commons, CPG, 2008)

Como este mapa es producto de una visión subjetiva y actual mientras evidente carencias: existe un excesivo protagonismo del Este, mientras en el Oeste casi no se nombran ciudades; utiliza algunos nombres de países actuales que no tienen ningún sentido en este mapa (Spain); no señala ningún suceso relevante, solo localizaciones y territorio; dentro del mapa no figura el año al que representa; el mapa no tiene título. A pesar de todo, nos es muy útil para entender qué territorio dominaba cada césar y augusto, y para conocer los límites y nombres de las diócesis. No obstante, faltan las provincias y las capitales de las diócesis.

Armas romanas de la Antigüedad tardía en el Museo de la guerra de Atenas (Foto: Dimitris Kamaras, 2015).

Consejos:

  • En internet podéis encontrar muchos mapas del Imperio romano, ¡pero recordad que este imperio duró muchos años! Conviene que os fijéis en los años de los mapa. Vosotros estáis tratando el siglo III antes del 284, tenedlo en cuenta. Fijaos en los mapas que hagan referencia a vuestro emperador o a sus contemporáneos.
  • Sed críticos con los mapas que encontréis. Los emperadores exageraban el tamaño de su dominio, y los generales y la Iglesia también. Además, ¡algunos historiadores han hecho más fantasía que ciencia! Apuntad aquellas cuestiones que os preguntéis sobre los mapas que encontréis, valorad qué es cierto y qué podría no serlo. Analizad los mapas preguntándoos qué puede hacer que estén manipulados, ¿qué interés hay en manipular la realidad? ¿Qué puede ganar alguien en manipular un mapa?
  • A veces la información geográfica dentro de la biografía de los emperadores y los mapas que alguien ha dibujado entran en contradicción. Conviene mirar los mapas para situarse, pero comprobad con la información textual los mapas. Apuntad aquello que os parezca interesante de estas contradicciones.
  • Para dibujar el mapa podéis usar cuatro hojas. Como sois cuatro asesores, dividid el mapa en cuatro. Pintad los límites entre el mar y la tierra juntando las cuatro hojas, después acordad qué colores y qué símbolos utilizaréis para cada señal (ciudades, provincias, ríos, batallas...) y repartios el mapa en cuatro. Siempre id ayudándoos entre vosotros, ¡si no cada uno podría hacer un mapa muy diferente! Primero haced los mapas en lápiz.
  • Un mapa sin leyenda no significa nada. Haced entre los cuatro una leyenda en sucio antes de comenzar, añadid y sacad aquello que acordéis que conviene añadir, sacar o cambiar mientras hacéis los mapas, y cuando hayáis acabado los mapas pasadlos a limpio.


A la Tarea 4.

A la Tarea 6.


  • Resumen de la Tarea 5: entre mapas, armas y caballos:

1) Describid el dominio controlado por vuestro emperador o emperatriz, las ciudades y las características de este territorio.

2) Plantead una estrategia para haceros con el control de los mares.

3) Plantead una estrategia para el control del territorio, sobre las fortificaciones, los movimientos del ejército y el tipo de tropas que pensáis que seria más adecuado utilizar.

4) Responded a las preguntas planteadas sobre el héroe legendario Belerofonte y la unidad militar de los catafractos.

5) Plantead un plan de acción para pagar a los soldados y controlarlos.

6) Idead una estrategia para tomar ciudades.

7) Dibujad un mapa y anotad las informaciones interesantes sobre las que habéis reflexionado para diseñarlo. Recordar seguir los consejos presentados, ¡os serán muy útiles!