Estáis en el siglo III, sois hombres y mujeres educados en la enseñanza pública del Imperio romano, la paideia, y hace poco os han nombrado asesores imperiales gracias a la recomendación de vuestro maestro. Os encontráis en la sala del trono donde la corona os ha convocado en privado.
Últimamente hay bastante alboroto en la ciudad. Ha habido algunos incidentes en el mercado entre tenderos, plebeyos y funcionarios, parece que se peleaban por el precio del pescado y del pan. Además, algunos nobles de las mejores familias han ido por las calles en plena noche y han matado a algunos extranjeros. También habéis oído que un grupo de mujeres ha linchado a un obispo que discutía con ellas, pero la guardia está demasiado ocupada como para buscarlas. Se dice que un ejercito se acerca hacia la ciudad saqueando las granjas, pero resulta que los soldados no están demasiado contentos ya que hace semanas que no cobran y se niegan a patrullar. La casa de un famoso prestamista ha sido asaltada y alguien le ha robado el oro y la plata. Todo esto parece que a los aristócratas de la ciudad les importa bastante poco, y hoy mismo han organizado un banquete en el palacio de una propietaria con sus propios mercenarios vigilando la fiesta. Mientras veníais hacia la sala del trono habéis visto algunas personas degolladas en medio de la calle y todo el mundo está bastante nervioso. Esperáis que la corona os haya convocado para daros buenas noticias.
El consejo privado se inquieta (Foto: hieloyfuego.wikia.com, 2012).
Mientras esperáis noticias del emperador, podéis dar una ojeada a la sala del trono en la que os encontráis: Esta es una sala del trono que construyó el emperador Constantino I en la ciudad Augusta Treverorum, es igual que en la que os encontráis. Hoy en día es una iglesia cristiana y la ciudad se llama Tréveris, en Alemania. Mirad el interior del edificio y pensad en las diferencias que habría en la época en la que funcionaba como sala del trono imperial.
El edificio de la sala del trono hoy en día (Foto: Dennis Jarvis, 2013).
Un hombre vestido con túnica llega a la sala del trono. Es uno de los escribanos de la corona y está bastante agobiado. Os da un papiro y se marcha rápidamente.
-Aquí tenéis la nota. La corona espera que preparéis una buena estrategia. Suerte.
Ved el papiro que vuestro emperador o emperatriz os ha hecho llegar:
A mi consejo imperial:
Consejero/a de la moneda y los precios:
Consejero/ a de la guerra y los barcos:
Maestro/a de la corte y la familia:
Maestro/a de la construcción y la arquitectura:
Diversas frases del papiro se han extraído del Edicto del máximo de Diocleciano (301).
Diversos sucesos del relato introductorio de la sala del trono se han extraído de El asno de oro de Lucio Apuleyo (v. 125-180).
En el listado figura cuáles son emperatrices (mujer) y los emperadores recomendados (+)
1) Diferencias de la sala del trono entre hoy y el siglo III.
2) El papiro romano y el resto de soportes de escritura.
3) Las mayúsculas y las minúsculas.
4) El nombre en latín y castellano de vuestro emperador o emperatriz.
5) Los nombres del consejo imperial en latín u otro idioma de la época.
6) «La divinidad última que se encuentra en los cielos».
7) «Dragones usurpadores que arrasan nuestra amada paz».
8) «Malvados que con maleficios hacen aumentar los precios de los mercados».
9) «Interés general» y «adversarios los unos de los otros y enemigos de todos».
10) ¿Qué le preocupa al monarca?