Hasta 2001

AQUEL INSTANTE

Aromó mi corazón

el brillo de tus ojos.

El amor vestido de su color

tu alma de niña endulzó.

Tu pupila, cual luna en el agua,

temblaba cercada de tu sonrisa.

Fue entonces:

mi mano

y tu mano

se ayudaron en el vértigo

nacido de nuestra mirada

fueron puente nuestros dedos

bajo el que el agua fluyó

para quedarse en mí

para quedarse en ti.

Después quiso el agua ser lágrima

por asomarse a los ojos

si quiera un instante

y verse así, temblando, suspendida,

palpitando...

en su pura esencia de amor herida.


Deep eyes


Tus profundos ojos negros iluminan mi pensamiento

Trazan un sendero en el aire como el lápiz en el papel.

Dulce misterio, tu oscuro sueño reposa en el cristal de tu sonrisa.

Mientras la corriente implacable socava nuestra orilla

Del manto dorado exudan las gotas de la belleza

Me sumerjo en ellas queriendo ser contigo el oro

De la radiante vida en tu alma palpitante

Y quiero iluminar con nuestros ojos

La faz pura del amor sin disfraz ni excusa

Sorber el aliento fresco de las mañanas

De los nacientes días por el azar escogidas

Para que seas serena paz en la melodía

De tus ojos y tu sonrisa.


El amor no es lo mismo para todos...(¿?)

Un día escuche a un poeta:

- El amor nutre los ríos en la montaña

Ve allí a buscarlo

No lo encontrarás.-

Pregunté al agua por él:

no existe el amor

sólo yo soy real.

El mar al río acoge

ya no hay río sólo hay mar.

¿Y que me dices de aquel otro río

que quedó difuminado

en las sequedades del abandono...?

Desalentados mis ojos gritaron:

¿nadie vio el amor en la montaña?

yo no vi el amor amamantando cauces

no vi el amor superior al mar

ni pude llorar ante su imagen.

Pero recuerdo...

alguna vez el amor mojó mis ropas

después huyó.

Sí, ahora recuerdo;

me dejó aterido

en las rocas de mi fantasía

piedras incomestibles para el alma ahíta.

Un tiempo después

anduve y anduve sólo por andar

y un día la montaña vacía

me gritó su silencio.

Entonces sentí el amor,

el corazón me latió con fuerza

comprendí que el amor nutre

los ríos en las montañas,

alumbra arroyos y aguas subterráneas,

su ternura mima esas aguas que llegan

y ocupan las oquedades del silencio

humedecen las ásperas tierras de la soledad,

empapan la existencia

empujan la tierra

discurren bajo la tierra

visten de reflejos las rocas en la tierra

me hablan del amor

cuando el sol evapora su presencia

y ante ese vapor,

estremecido, me dejo ganar.

Me vacío plenamente

y al fin una caricia sutil

me recorre la columna;

el amor me inunda y quiero

desbordarme hacia ti

quien quiera que tú seas.


UNA HISTORIA DE AMOR

Amarrada mi barca a la orilla

Sólo las aguas trémulas me hablan

Sólo ellas me muestran tus ojos glaucos

Y tu sonrisa de niña.

Arriba, del cielo constelado,

El tiempo cae inmisericorde

Mientras tu mirada pertinaz

salpica mi corazón atrapado.

Desde la barca me inclino

Y veo tu amor agitando los brazos

Náufrago en tus ojos y a la deriva

Las olas espumosas borran el camino.

Mientras yo permanezco varado en la esperanza

Tu corazón imantado atrae mis besos y caricias

Tu pecho ávido de mi pecho

Grita en tu garganta

El sollozo de tu espíritu eterno

Llamándome a beber tus lágrimas derramadas.

Más tarde el sol seca nuestra piel

Y tu sonrisa cómplice

Arranca la pena de mis ojos.

En la barca oscilante el ayer

Se cuela entre las cuadernas

Y la cuerda deshilachada

Ya no intenta retenernos.

Nuestras esencias eternas

Se confunden en la alegría de ser.

Bajo el peso de nuestra mirada

La hoja de haya aletea

Porque los ojos la ven

El aire transita de uno a otro

Respirándonos en la mañana

En el abandono del mar y del tiempo.

06.05.00


Ayer ojos y sonrisa

se conjugaron en tu alegría.

Ayer tus labios,

tierno, tímido, accidental gesto,

rozaron mis labios,

Ayer te pregunté:

¿hay algo entre tu y yo?

Tu cara llena de luz

Precedió a un: ¡claro que sí

ya lo sabes!

Nuestras bocas unidas,

larga y cálida acción de quietud,

fue nuestro universo.

Te abracé fuerte,

por querer ser uno contigo,

y en tu garganta rozaba el aire,

suspiro callado

en amoroso gemido.

Lloré en tus brazos

tu amor, por fin, recibido.

Anoche el sol brillaba

y yo era feliz.

Por el día el perfume de tu risa

recordé a cada instante.

Horas de alegría que no has vivido.

Besos ignorados por tu boca.

Palabras sin saberlo, pronunciadas.

Minutos que me amaste

sin tu corazón sentirlo

ni tu mente recordarlo

A no ser que...

¿soñaste tú también

ayer conmigo?


DIME

Dime que siempre me querrás

Por muchos años que pasen

Di que me amarás

Aunque yo ya no te quiera

Dime que tu siempre me amarás

Jamás volveré a sentirme sola

Y mi alma en ti, como hoy, vivirá

Aunque ya no sea tu niña

Mi amor de hoy te confortará

Y en tus labios y ojos, en el aire

Y en tu mano mis labios recordarás

Dime que amas

Que siempre me amarás

Y el amor que dulcemente duele

Siempre me acompañará

No me dejes sin respuesta

Que me angustia el esperar

En mis ojos la respuesta está

Siempre te he querido siempre te querré

En mi alma una herida presentía

Mi voz hacia tu oído sin remedio resbalaba

Algo en tus palabras me dijo que te irías

Te amaba hasta donde tú deseabas que lo hiciera

No se porque pensabas que no lo haría

Mis sueños contigo me reunieron

En las noches más largas que los días.

El pinchazo de amor agudo

En las mañanas sin el olor de tu pelo me hería

No sufrí el temor a que tú no me quisieses

Y te apartases de mí, como tu sufrías

Fue sentir la pérdida de aquella vida

Ni tuya ni mía ni aún de los dos todavía

Aún vive tu recuerdo en el mío.

Aún te amo lo sabe mi alma zaherida

Te quería y te quiero

Pero no se como tú me querías


¡Cuanto me hiero!…

Herí mi corazón

queriendo quererte

Sabía que era ofuscación

pero no quise hacerme caso.

Anhelé tu pasión ardiente

y me engañé en cada ocasión

queriendo ver en cada paso

que querías a mi volverte.

Tras uno y otro tropezón,

mi alma en pedazos,

ante tu gesto indiferente

lloró vencida su indefensión.

“la gota que colma el vaso

ya no quiero quererte”

afirmé con convicción

pero tu cuerpo sin mi abrazo

loco me tenía por tenerte.

Volví ayer con emoción

a lanzar hacia ti mi lazo

esta vez tal vez acierte

y caiga en mis manos

tu corazón

pero nada, tú ni caso

y yo más que loco... demente.

¿es posible tanta ofuscación?

Cuando pase este mal rato

quiero dejar este rollo deprimente

renunciar a tu prisión

y libre, aunque escaldado,

volaré hacia el árbol de enfrente

quizás tenga fruto en esta ocasión.


Marzo

Marzo en Madrid.

La tarde quieta

la luz en calma,

el aire lento

y el alma abierta.

Avanzas hacia mi despacio

alcanzando el corazón atento.

Entre los dos un beso;

y ya el espacio se aroma.

Luego me dices que es Marzo

¡debieras haber nacido en Marzo!

y ante tus ojos juraría

haberte conocido en Marzo.

aprovecha el mes - me urges

exprime la vida - me conminas.

Y yo pienso en ti,

que eres mi pañuelo perfumado.

Siento tu presencia

y mi alma se culmina.

Este mes tan importante,

este existir contigo,

merece algo grande:

Valentía, ilusión,

amor, vértigo,

un impulso definitivo.

Cuando en la mañana despierte,

el primer pensamiento del día

será para ti

antes que la luz de la aurora,

en mis cerrados párpados detenida,

se derramará tu presencia en mis ojos

como lágrimas de alegría.

Inspiraré el aire

que compartimos

sentiré dentro los átomos que expiras

y querré para tu corazón

la paz y la dicha.


PUNTOS SUSPENSIVOS

El recuerdo del amor

Entre los dos

Gime ahora en los días sin ti

Ya es sueño aquel sabor

Aquella mirada, aquella voz...

Y como los sueños ¡es tan real...¡

Algún gesto, alguna brisa, un olor...

Siempre habrá segundos

En que la neblina deje paso

A ese amor, tan dolorido, ese amor...

Aquel amor que fue,

Aquel que hoy deja los versos sin apoyo

Aquel que pone en el papel

Puntos suspensivos

Amor tan intenso y sincero

Como el dolor de haberlo perdido


¿Quién eres...?

Después que me miras

siempre te quiero

igual que en la tarde

al matizar el bosque

la luz del sol tras la espesura

mi corazón tiembla

y mi alma se enriquece

te vas; te pienso.

Resuena en mí tu voz

cierro los ojos

esbozo una sonrisa y te quiero

y no se quién eres

ni sé qué esperas

ni adónde vas

ni si acaso me quieres

no lo sé del aire que en abril amanece

dibujando en mi cuello

besos y caricias de tu mano

no se si suena la flauta

sola o acompañada

en el interior del bosque

pero tampoco importa

sólo la alegría importa

¡Ay si tú me quisieras¡

¡Ay si todo se perdiera¡

pero... ¿Qué es lo que yo tengo?

pero... ¡cuánto tendríamos!


Sin saber tu nombre

el amor quiso salvarte

de tu naufragio sin memoria.

Mientras tus ojos llenos de mar

lloraban la soledad circundante

frías aguas de tristeza

querían anegar tu alma

pero las rocas de la desesperanza

no amenazaban tu mirada

ni en tus manos había erosiones

del amor inaprensible.

En otro mundo unas manos llenas

te buscaban ávidas de derramarse

y lavar la sal de tus mejillas

regar el jardín de tus anhelos

aferrar tu vida a su barco

llenar con la ternura de tu sonrisa

sus ojos ansiosos de tu presencia.

Y sus ojos avistaron los tuyos

Con el corazón en la garganta gritaron

tu nombre desconocido

Prendió en su alma la llama

del amor presentido

Déjame esperarte

Déjame sentir que te quiero

Déjame pensar que todo tiene sentido

Déjame querer tu felicidad

Déjame abrazarte y llorar en tu vestido

Recuérdame alguna vez si estás triste

o te encuentras en el mar sola y con frío

recuerda que el amor siempre es bienvenido.


TRISTEZA

El recuerdo es de tristeza sin fondo.

De abismo brumoso e ignoto

donde caían cenicientas mis caricias

en interminables segundos

En tu boca mis besos rompían espumosos

y como olas se retiraban vacíos y absurdos.

Tu deseo era de apetito, no de hambre

se colmaba sin amor y sin lascivia,

apenas sentía tu corazón palpitante.

El sol de mis ojos se apagaba

pintando una luna nueva tus pupilas.

Sobre la ciénaga donde el alma se agitaba

con sus brazos como trapos al viento

gritaba sorda con su garganta perpleja

la negrura de su mal sueño.

Ya tu boca la sonrisa niega

y tu espíritu cansado no levanta el vuelo.

Se quebró tu corazón fresco de azucena,

las turbias aguas apagaron tu pasión

quedó sepultada la mitad de tu alma

allí en la orilla

Y en el mar medio viva, entre las algas rotas,

la otra mitad indiferente flota en su prisión.

Se fue tu luz y ya no ves,

un destino de sombra estrujó tu corazón

y a tu lado no brilla el lucero en la hora desnuda

Mientras me entristezco imaginando

una niña al pie de una fosa

nuestras manos callan mudas

en el cielo nublado de una playa invernal.


Primer soneto

Tu imagen es recuerdo constante

Aunque ahora aflora doloroso.

Veo las líneas en espacio brumoso

Que el tiempo ya enturbia inexorable.

En mi garganta se detiene amable

Para quedar vencido y en reposo,

Tu nombre, tan temprano y meloso,

Ahí, en tus brazos, tan vulnerable.

Te reclamó la eternidad dispersa

Mas las luces de tus ojos oscuros

Errantes y confusas permanecen

En mi mente late la suerte adversa,

Dieron la vida tus senos seguros

Todo pasó, y ya se desvanecen.