Diagnóstico

Diagnóstico

En cuanto al diagnóstico, es importante señalar que es exclusivamente clínico, debe hacerlo un profesional clínico con formación y experiencia en el diagnóstico del TDAH y que pueda realizar un diagnóstico diferencial exhaustivo.

Para establecerlo se aplican criterios definidos y contrastados, recogidos en dos sistemas de clasificación internacional, el DSM-IV-TR y la CIE-10.

Los síntomas que recoge el DSM-IV-TR son los siguientes:

DESATENCIÓN

  • No presta suficiente atención a los detalles, o comete errores por descuido en sus tareas escolares o en otras actividades.
  • Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
  • No parece escuchar cuando se le habla directamente.
  • No sigue las instrucciones y no finaliza las tareas escolares sin que ello se deba a un comportamiento negativista o incapacidad para comprender las instrucciones.
  • Tiene dificultad para organizar las tareas.
  • Evita, le disgusta o es renuente a dedicarse a tareas que requieren esfuerzo mental sostenido (actividades escolares y otras).
  • Extravía objetos necesarios para tareas o actividades.
  • Es descuidado en las actividades de la vida diaria.

HIPERACTIVIDAD

  • Mueve en exceso las manos o los pies o se remueve en su asiento.
  • Abandona su asiento en el aula o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.
  • Corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiadohacerlo.
  • Tiene dificultades para jugar o dedicarse con tranquilidad a actividades de ocio.
  • Suele moverse o actuar como si tuviera un motor.
  • Habla en exceso.

IMPULSIVIDAD

  • Precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
  • Tiene dificultades para guardar el turno.
  • Interrumpe y se inmiscuye en las actividades de otros.

Además se tendrá en cuenta :

  • Si han persistido por lo menos durante 6 meses.
  • Si algún síntoma ha aparecido antes de los 7 años.
  • Si la intensidad y frecuencia de la conducta hiperactiva, impulsiva y/o déficit de atención está por encima de lo esperado para la edad cronológica y mental del niño/a.
  • Si los síntomas crean dificultades de adaptación escolar, social o familiar.
  • Si se presentan en dos o más ambientes.
  • Si los síntomas que presenta pueden deberse a otro tipo de trastorno.

Es importante señalar que no todo niño movido o despistado tiene un trastorno. Lo que lleve al diagnóstico será la frecuencia y la intensidad de las manifestaciones, así como el deterioro en los ámbitos escolar, familiar y social.

Para establecer el diagnóstico de TDAH se pueden incluir diversas valoraciones:

→ Valoración psicológica para establecer capacidades y limitaciones del niño.

→ Valoración psicopedagógica para valorar la presencia o no de fracaso escolar.

→ Valoración médica para descartar o confirmar enfermedades que pudieran explicar los síntomas que presenta el niño.

Las conductas del TDAH pueden solaparse o coexistir con las de otros trastornos como trastorno del lenguaje, aprendizaje, conducta, etc., por lo que es necesario hacer un adecuado diagnóstico diferencial. Se aconseja valorar, en la medida de lo posible, la existencia de otros factores (médicos, psicosociales, psiquiátricos) que puedan explicar, al menos en parte, la sintomatología hiperactiva/inatenta, por ejemplo, cambios recientes en la vida del niño (separación de los padres, cambio de domicilio o de centro...).

Trastornos asociados. Comorbilidad

El TDA-H, en un porcentaje elevado de casos, se presenta acompañado por otros trastornos psicopatológicos. Los trastornos más frecuentes con los que puede coexistir son:

TRASTORNOS DE CONDUCTA

El trastorno por déficit de atención y los trastornos de conducta son independientes, no obstante, los niños y adolescentes que presentan un TDA-H asociado a un trastorno negativista-desafiante (40%) o a un trastorno disocial (20%), tienen peor pronóstico y un mayor riesgo de desarrollar en el futuro un trastorno antisocial.

TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO Y DE ANSIEDAD

Los trastornos del estado de ánimo en la infancia se caracterizan por la presencia de tristeza o de irritabilidad persistente. Estas se acompañan ocasionalmente de una pérdida de interés por la mayoría de las actividades, disminución de la concentración, sensación de cansancio físico, cambios en el patrón de sueño y alimentación, y presencia de quejas somáticas. Los trastornos de ansiedad se caracterizan por la existencia de temores, preocupación excesiva, episodios agudos de ansiedad y evitación fóbica. En torno al 30% de los niños con TDA-H presentan un trastorno de ansiedad o un trastorno del estado de ánimo.

TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE

Alrededor de un 50% de los niños con TDA-H presentan trastornos o dificultades de aprendizaje y esto implica tener muchas posibilidades de fracasar en la escuela aunque su cociente intelectual sea medio o elevado. Con frecuencia los alumnos con TDA-H presentan retrasos en la adquisición del lenguaje, problemas de lecto-escritura, errores en las operaciones, dificultades en la resolución de problemas, falta de esfuerzo o de hábitos de trabajo.

TRASTORNO DE GILLES DE LATOURETTE

Dentro de los trastornos por tics, el trastorno de Gilles de la Tourette es la forma más severa y la menos frecuente (1/1.000 en niños y 1/10.000 en niñas). En este trastorno, el niño tiene varios tics motores y uno o más tics vocales, varias veces al día. Un 35-70% de los niños con Síndrome de Gilles de la Tourette presentan también TDA-H.