Ésta es una práctica frecuente y simple. Se la puede realizar en cualquier momento. No es necesario cerrar los ojos ni sentarse en un ambiente silencioso. Es muy efectiva y si se tiene tiempo suficiente es aconsejable realizarla en un ambiente silencioso y a solas. Puede realizarse con los ojos cerrados, con las manos apoyadas en el pecho y en la panza para poder sentir su respiración a medida que practica.
Espacio sin interrupciones
Lograr la calma en los alumnos.
Ponemos una mano en el pecho y la otra mano en la panza para lentamente sentir el torso a medida que respiramos. Cerramos los ojos o lentamente bajamos la mirada con ojos entrecerrados para poder focalizarnos en nuestro interior.
Comenzamos haciendo tres inhalaciones profundas lentamente a nuestro ritmo, notando la sensación del aire penetrando a través de la nariz, el pecho, llenando los pulmones y luego permitiendo que el aire vaya saliendo lentamente sintiendo nuestro cuerpo a medida que sale el aire .
Muy lentamente hacemos tres inhalaciones profundas a nuestro propio ritmo focalizando la atención en la sensación del aire entrando y saliendo.
Cuando hayamos realizado las tres respiraciones, permitimos a nuestra respiración que se asiente y que vuelva a su ritmo natural . Cuando estamos listos abrimos los ojos o levantamos la mirada.
Este ejercicio lo llamamos Tres Respiraciones pero cuando lo realizamos con niños lo llamamos “Calma” y a menudo lo combinamos con “Foco” que involucra prestar atención al sonido de la campanilla.
Estimulamos a las docentes a comenzar cualquier lección con el ejercicio de Calma y Foco que incluye prestar atención al sonido de la campanilla. Los niños no necesitan cerrar sus ojos pero se les puede decir, “Cuando no escuchen más la campanita, me miran a mí”, y de esa manera lograrán que sus alumnos estén calmos y focalizados para comenzar la actividad.
Canal la Ranita