Paul Verlaine
Los falsos fuegos han ardido…

Los falsos fuegos han ardido todo el día,

Y los vemos vibrar aún en el poniente,

Huye la tentación de la infame pendiente,

Cierra los ojos y ampárate, alma mía.


Ardieron todo el día en una larga llama,

Destruyeron las vides de las lomas, voltearon

Todo verdor del valle, y después asolaron

El cielo azul, el cielo que canta y te reclama.


Oh, palidece y une tus manos expiatorias.

¿Si esos ayeres fueran a matar otros días?

¿Si aún están en camino las viejas fantasías?


¿Habrá que destruir de nuevo esas memorias?

Un asalto furioso, sin duda el que más cuenta.

¡Oh, ve a rogar, mi alma, de cara a la tormenta!