Paul Verlaine
A Albert Mérat

Y nosotros aquí tan tiernos ante la torpeza humana,

perdonándola de verdad e incluso un poco tocados

por su extrema candidez y sus muy leves fallos,

que en el fondo asume, y por la vida que engrana.


¡Pobre gente la gente! Por Celimena* morir,

casarse con Angélica o visitar a Agnès de noche

y quebrarla, y todos los pecados fantoches,

tal es el Amor, ¡aún que el Odio menos viril!


Ambición, orgullo, trampas en las que ustedes caen,

el Vino, que los embriaga y ebrios los distrae,

Dinero, Juego, Crimen, ¡pila de míseros crímenes, oh!


Es por ello, mi muy querido Mérat, Mérat y yo,

habiéndonos despojado de toda emoción anodina,

¡vivimos en un dandismo enamorado solo de las Rimas!


*Celimena, Angélica y Agnès son personajes de 

El misántropo, El enfermo imaginario y La Escuela de las mujeres

respectivamente, todas obras de Molière.