César Vallejo
Sombrero, abrigo, guantes

Enfrente a la Comedia Francesa, está el Café

de la Regencia; en él hay una pieza

recóndita, con una butaca y una mesa.

      Cuando entro, el polvo inmóvil se ha puesto ya de pie.

Entre mis labios hechos de jebe, la pavesa

de un cigarrillo humea, y en el humo se ve

dos humos intensivos, el tórax del Café,

y en el tórax, un óxido profundo de tristeza.


Importa que el otoño se injerte en los otoños,

importa que el otoño se integre de retoños,

la nube, de semestres; de pómulos, la arruga.


Importa oler a loco, postulando

¡qué cálida es la nieve, qué fugaz la tortuga,

el cómo qué sencillo, qué fulminante el cuándo!